* Habían pasado las semanas desde el sacrificio del anterior Gran Almirante, el consejo de Jefes notaban su ausencia, si bien su sucesor no fallaba las expectativas, aun no podían dejar de lado el hecho de que su compañero ya no estaba. El Jefe de Ingenieros era quien más daba vueltas a esta situación, no solo habían perdido a una pieza clave en la reconstrucción de su facción, conocida como Unión Causal, sino también a un amigo muy cercano.
A pesar de esto, debía concentrarse en la reciente misión a la el mismo se había asignado, explorar junto con la Jefe de Investigación la misteriosa ruina tras el estático gigante de gas en su sistema. *
Ambos Jefes, junto a sus equipos de trabajo, iban a bordo de una corbeta modelo Fénix rumbo la enigmática estructura, esta nave había sido diseñada para el transporte de tropas o maquinaria pesada, ademas, por su bajo consumo y su velocidad la hacia el un vehículo mas apropiado para exploraciones de este tipo.
Estas ruinas habrían pasado inadvertidas si no hubiera sido por el informe de los exploradores, estos indicaron que no podían detectarla de ningún modo conocido, ya que no emitía señales de energía o de radiación, ni siquiera en los detectores de gravedad tenían un pista que seguir, fue solo casualidad que se fijaran en la inmovilidad del gigante al explorar sus lunas en busca de un lugar apropiado para esconder a la población civil.
Aquel Fénix viajaba veloz por el vacío, en el lateral de su casco brillaba su nombre, el "Pichón". Dentro de la corbeta la tripulación descansaba, el tamaño de la nave no permitía que se le instalase un Motor DE para llegar mas rápido, no obstante, los motores de plasma no era algo por que quejarse, a este rumbo no tardarían en recorrer la gran distancia entre la flota y el objetivo.
Mientras la tripulación descansaba tranquilamente en sus barracas, un hombre se hallaba sentado solo en la bahía de carga —Estos transportes se habían usado durante la guerra para desplegar numerosas tropas directamente en el campo de batalla.— junto a el se encontraba inmovilizado, en el centro de la misma, un VEP (Vehículo de Exploración Planetario). — Un transporte muy versátil para cargar con el equipo científico y desplegarlo en cualquier momento sin tocar la superficie, pues según los exploradores, al aterrizar en las ruinas era un tanto complicado.
Este hombre parecía estar dormido, llevaba puesta una armadura de ingeniero, pero eso no le impedía usar un fusil de combate para apoyarse, estos trajes son bastante diferentes a una armadura de combate tradicional, siendo más toscos, voluptuosos, pesados y poco ágiles, pero eran más resistentes, daban más fuerza y podían soportar ambientes muy hostiles, ademas, era reglamentario para la profecion de ingeniero. Su brillante base gris hacia destacar las franjas naranjas del pecho y los brazos, una placa cromada resaltaba en su hombro derecho, conformada por una estrella de siete puntas rodeada de un laurel naranja, —El símbolo oficial de los Jefes de división— bajo ésta, unas letras formaban un apellido, Li.
Aquel sujeto no era otro que el Jefe de Ingenieros Babic Li, demostrando como siempre, su fe en las tradiciones militares. Unas botas se oyeron acercándose a él, luego, un leve toque en su casco lo despertó, lentamente alzo la cabeza, moviendola de forma circular, su casco le impedía sobarse el cuello, aunque de todas formas, era imposible con las grandes manos del traje.
Esta persona tenia una voz femenina, por el tono claramente era una adulta, pero no pareció tomarse la seriedad como tal cuando se sentó a su lado.— Oye... oye, despierta, ya estamos por llegar.
Babic dio un bostezo, levantó su arma y se dio ligeros golpes en el casco con tal de despertar. Babic, intentando sobarse el cuello, comentó en tono bromista. — ¿No podíamos venir en la nave de mando?, sin el motor DE este viaje a durado lo suyo. —Al parecer, dormir sobre un fusil no era tan cómodo como en la guerra.
Con la mente aun aturdida por el sueño, Babic observo a quien tenia a su lado. Vio como un rostro segmentado —Que pareciera estar hecho de porcelana— estaba fijo en el, ojos de presiono iris azul y pupila brillante no dejaban de seguirlo, ademas, ese cabello color cían no bajaba de sus hombros, traía puesto el uniforme gris claro reglamentario sobre su delicado y delgado cuerpo, junto con unas botas negras modelo militar que resaltaban de pulidas, ya finalmente, pudo ver el heptagrama, era la Jefa Deux, su compañera en la mesa de mano. Para ser maquinas conscientes, son bastante bien parecidos y siempre destacan en la perfección de su indumentaria, a veces rosando la obsesión.
Unas delicadas manos de porcelana golpearon su casco, haciendo por fin espabilara. — No te quejes. —Dijo fría esta sintético, continuando.— La situación no nos permite más que esta nave, ademas, hay camas arriba de la bahía, tu quisiste venir a dormir aquí. —Esto ultimo en tono bromista.
Babic lanzó una queja a la sintético.— Kim, no era necesario ese golpe —A lo que siguió con tono orgulloso.— Esta es la verdadera cama de un ingeniero de combate, las costumbres deben mantenerse... — La señal del alta voz interrumpió su recién iniciada conversación, el piloto daba el aviso de que se preparasen para aterrizar
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Editado: 16.11.2018