Valencia, el sol y la luna

Cap9

"El lunes es de asco para todos, no debe haber peor día de la semana que el lunes", pensó Valencia mientras acomodaba su mochila con la cara del Pato Donald sacando la lengua al estilo Rolling Stones. El sermón de la abuela había durado bastante y casi los castiga con el baile del sábado, algo que ni ella, ni Tomás, estaban dispuestos a perder, por lo que prometieron realizar todas las actividades y cosechar las verduras de la huerta junto a don Pocho y Rosa, algo que igual debían hacer, pero ellos le ponían mucho empeño para que pareciera que era doble trabajo.

Emi estaba junto a Luis esperándola en la puerta de entrada, claramente todos cuchicheaban lo que había sucedido la noche anterior, donde Valencia había tenido un protagonismo no deseado, las miradas la sobrepasaban.

-¡Hey!, ¿qué hablamos?, ¡actitud Gordi!- Remarcó Tomás dándole un codazo-. No hicimos toda esa escena anoche para nada.

Tomás saludo escuetamente a Luis y a Emi, quien siguió con la mirada el ir del muchacho.

_Se despertó muy simpático- ironizó en alusión a Tomás.

-Ni digas tuvimos de sermón extenso...

-Lo importante es saber cómo estás- preguntó Luis.

-Con sueño...no fue una buena noche, pero ya está, mejor no recodarlo, la que la habrá pasado super, seguro fue tu primita.

Luis meneó su cabeza riendo.

- Ni decir, una semana en cama imagínate, pero el sábado seguramente estará brillando en la pasarela jajajaja, pero lo que sí queremos saber es: ¿Qué pasó con Los coyotes?, vimos que te siguieron y fuimos detrás de ti...pero desapareciste...y vimos que no pudieron encontrarte... ¿Dónde estabas?

- Escondida, o creen que soy tan estúpida...soy valiente hasta cierto límite.

Las risas de Emi y Luis iluminaron el rostro de Valencia, el secreto quedaría en ella.

-De todas formas, hay que cuidarse, esos tarados son un peligro no lo van a dejar así- vaticinó Luis conociendo el accionar de esos grupos.

-Tranquilos ya les dije que soy valiente pero no boluda.

- ¡Qué boquita señorita! - dijo al pasar Ricky bajando sus lentes de sol.

Valencia solo suspiró y continuo hacia su salón con Emi, deseándole suerte en su primer día a Luis.

Al llegar al salón era un alborotó de sus compañeros ornamentando con flores gigantes, guirnaldas y colores por donde se mire.

-La vieja de matemática nos dio la hora para que arreglemos, una copada la viejita-anunció el Colo subido a un pupitre con varias guirnaldas alrededor del cuello- Menos mal que estás viva, pensé que Los Coyotes te habían devorado jajajajajjaja.

Valencia le tiró con el borrador que el Colo estaba acostumbrado a esquivar.

- La próxima te emboco zanahoria.

Emi, la tomó del brazo y la llevó hacia el patio sentándose en uno de los bancos.

-A mí no me mentís, dale, ¿Qué pasó?

- Fue como dije, me escondí, los boludos me buscaron un rato, se cansaron y se fueron...

Emilia resopló su flequillo que caía sobre la frente.

- ¡Dale!, Ricky estuvo ahí...a mí no me engañas, conozco su perfume y lo vi ir detrás de ti.

-Shsssssssss...bueno sí, me ayudo, pero nada más, ya lo conoces, es un tarado, pero nos cuida, yo...soy como su hermana también.

Emi contuvo su risa.

-Un hermano que guarda muy secretamente una foto nuestra...mmmmm

Valencia abrió sus ojos ante lo que su amiga le confiaba.

- ¿Una foto?, ¿nuestra?

-Fui a dejar su ropa limpia y como buena hermana la coloqué en su cajón...bha en realidad quería chusmear y encontré la foto y el chupete de acrílico que te quitó cuando fue mi último cumpleaños. ¿Por qué alguien guardaría esas cosas?

Valencia dejó que su mirada se encontrara con la de Ricky, el cual escondía la misma tras sus anteojos negros. No iba a preguntarse nada, ni iba a sacar ninguna conclusión, él ya la enloquecía demasiado.

A la salida de la escuela, Los Coyotes y sus motos bramando al pasar, Luis se puso frente a Valencia, unto a Tomás que los fulminó con la mirada. La que no dejaba de verla era la falsa Madonna que iba abrazada a la cintura del jefe del grupo.

_ Esos no se van a quedar tranquilos Valen, hasta no cobrárselas, tenes que cuidarte-dijo el Colo con cara de preocupado-Si queres le digo a mi viejo...-. Su padre era el comisario del pueblo.

Valencia negó rápidamente con su cabeza, si su abuela se enteraba la mandaba pupila y sabía que el padre de Colo lo primero que haría sería informar a doña Tina.

-No...gracias Colo, pero ya lo arreglaremos y prometo mantenerme con vida, soy la más interesada créanme-ella sonrió, pero nadie más lo hizo, realmente sabían que, con Los Coyotes, no se jugaba-. Uuuuuuh, que aliento mi Dios.

-Vamos las llevó a sus casas.

-Eso sí es una buena idea dijo Emi-dando saltitos hasta llegar al jeep de Luis.

-Gracias Luis apenas te conocemos y ya te hemos dado más dolores de cabeza que si nos conocieras de toda la vida-dijo Valencia palmeando la espalda del muchacho.

- ¿Tomás? -preguntó Luis mientras abría la puerta del jeep

-No, voy a jugar al futbol, gracias.

La respuesta hosca y distante de Tomás no sorprendió a Valencia, pero sí a Luis.

-No le caigo muy bien...

Valencia miró a Emi y guiño el ojo a Luis.

-Esa es tu respuesta.

El muchacho sonrió y asintió con su cabeza.

- Pues, creo que se equivocó...-susurró al oído de Valencia, quién ahora sí estaba confundida.

 




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