ODIO (CAPíTULO 15)
Lucas miraba con odio a Susana que no entendía que ocurría, ella se había alegrado de verlo visto, pero en cambio estaba enfurecido.
-¿Lucas?
- ¡No os entrometáis es mía!
Las dos chicas que le acompañaban una morena y otra rubia asintieron, mientras el hombre con aspecto de complexión fuerte se apartó, el otro chico de pelo castaño también aceptó. Susana veía que no podía razonar con él además era una carretera donde pasaba bastante gente con sus vehículos y era gente inocente no quería que sufrieran daño.
Así que se movió a gran velocidad sabía que él la seguiría estaba demasiado obzecado en enfrentarse contra ella. Y tal como pensaba Lucas le siguió, los dos tenían una velocidad excepcional aunque Susana utilizaba una velocidad inhumana, el humano le seguía de muy cerca.
Cuando vio que ya no había gente a la que pudiesen dañar pararon en un bosque lleno de árboles, donde las estrellas iluminaban el cielo claro y limpio
-¡Voy a matarte vampiro!
- ¿Qué te he ha ocurrido?
- ¿No te acuerdas que te salvé?.
- ¡Mi padre y mi madre fueron convertidos en vampiros y yo mismo tuve que acabar con su vida!
Lucas la miraba y aun recordaba a la chica que le ayudaba en el instituto, pasaban mucho tiempo juntos, que hasta se enamoró, que besó. Tenía una lucha interna porque después de todo alguien como ella era quien había transformado a sus padres.
Susana también veía al chico que se enamoró hace 17 años había cambiado pero aún tenía esa mirada que la volvía loca.
El chico siguió rememorando momentos y recordó que después de lo sucedido en Delania estuvo unos meses en una vieja iglesia donde la hermana Carmela cuidaba de niños y jóvenes que no tenían padres y estaban solos en el mundo.
Era una persona agradable y buena que siempre cuidaba a los desfavorecidos. Un día un grupo de vampiros apareció y la mató. Él se había ido con otro chico de su edad a pescar ya que era el cumpleaños de una de las niñas cuando llego encontró que todos los niños estaban casi muertos tenían señales de sus mordiscos en su cuello, brazos y piernas.
Uno de los pequeños les explicó a él y al otro chico que unos diablos habían atacado la iglesia parecían humanos pero sus ojos cambiaban de color hasta convertirse en rojos color sangre y después murió.
Los dos adolescentes se ocuparon de clavar estacas en todos los cuerpos excepto el de la hermana que directamente habían seccionado su cabeza del cuerpo sin morderla. Lucas subió a su habitación para ver si los papeles que Jeffries el militar le entregó aún estaban.
Después de mirar debajo de la cama allí estaba su mochila con los documentos en su interior, poco después bajo. Él y el otro chico que era inglés decidieron marcharse a Estados Unidos a la dirección que había apuntada en una de las hojas.
Así que eso hicieron, conocieron a un superior de Jeffries y les entrenó como militares, estaban decididos acabar con los vampiros costase lo que costase.
Lucas volvió a la realidad miró a Susana con los ojos abiertos y llenos de rabia.
-¡Los vampiros sois el mal!. ¡Voy a destruiros!. ¡Me da igual que cara tengaís!
-¡Estas equivocado!. Yo no haría daño a nadie.
- ¡No me engañaras con esa apariencia!.
Lucas salió disparado con una velocidad prodigiosa como si fuera un vampiro pero Susana paró el golpe con su mano.
-¡No voy a luchar!- dijo Susana
-¡Peor para ti!- gritó enfurecido y con el brazo izquierdo golpeó con gran furia a la joven vampiresa que salió dispara contra unos árboles cercanos.
En ese instante aparecieron los 4 compañeros de Lucas. Las dos chicas, el chico joven más o menos de la edad del español y otro hombre de color, fuerte, alto que no tenía ningún pelo en su cabeza, tenía una barba oscura pero bien perfilada parecía el líder del grupo tenía un aura especial.
Los 4 miembros observaban sin meterse en el pelea, la chica de pelo dorado y ojos azules, miraba hacia al fondo donde la vampiresa se levantaba.
-¡No quiero hacerte daño!- dijo la vampiresa
- ¡Vas a morir!- gritó el joven mientras sacaba de detrás de su cintura una estaca de madera, y velozmente la atacó directo a clavársela.
Pero la chica paró intento de asesinato, moviéndose velozmente y rompiendo con solo la fuerza de su mano el objeto asesino que sujetaba el humano. Lucas se sorprendió de lo fuerte que era la vampiresa intentó golpearla pero esta esquivó el ataque y fue él quien recibió un rodillazo en el estómago que lo hizo caer en el suelo dolorido. Uno de los acompañantes un chico de pelo negro, ojos marrones, delgado y de complexión normal intentó meterse en la pelea.