Estados Unidos, 8 de Agosto de 1998.
Era un domingo diferente debido a que cambiamos los planes para ese día. Nos fuimos a Europa mientras abordábamos uno de los aeropuertos internacionales de Estados Unidos, donde abordamos con mayor cuidado y nos protegimos de los enemigos de mamá; vistiéndonos de manera extravagante. Escuchaba las voces de todos los pasajeros y cada conversación. No le tomaba tanta importancia sino tenía mucha emoción de llegar a nuestro destino. Al llegar recorrimos cada calle que ocultaba una historia del pasado, comíamos en cada restaurante lujoso de cada parte europea, contemplábamos las obras de arte y las analizábamos a detalle, íbamos a cada museo. Lo más hermoso fue ver los monumentos históricos y arqueológicos forjadores de la Historia Europea. El tiempo apenas se sentía porque disfrutábamos de los momentos más interesantes y contemplábamos los paisajes más impresionantes. Mamá siempre tomaba la atención a los aspectos y circunstancias del sitio. Quedamos todo el mes de julio en el antiguo continente. Al regresar, papá desapareció uno días. Quedaba pensativo de la desaparición de papá. Él jamás intentó en abandonarnos por ser una persona con un gran cariño. Un día antes de ingresar al Instituto Vampírico aparecieron los dos, en silencio tocaron la puerta mientras estaba viendo la televisión. Caminé descalza y les abrí la puerta con lentitud. Al agarrar las llaves, giré la perilla y aparecieron frente a mí con un pastel de chocolate y una gran caja con un contenido oculto. Al abrir encontré una gran cantidad de libros en un idioma misterioso.
9 de Julio de 1998
Inicié a levantarme temprano con el propósito de arreglar la vestimenta para la escuela y la decisión fue ropa combinada de blanco y negro. Parecía a los personajes de anime por el tipo de uniforme fúnebre o un personaje sombrío al de las películas de Tim Burton. Al quedar lista fui a desayunar y mamá se quedaba observándome y tenía unos lentes oscuros debido a quedar hechizada por una bruja por traicionarla y cuyo costo fue de quemarse al contactó de la luz del sol. Siempre vestía con una túnica negra de manta y se colocaba una gran cantidad de bloqueador solar con la finalidad de evitar en quedar quemada la piel. Además nos fuimos antes del amanecer Por lo regular, ella vestía de luto cuando los días eran muy soleados. Siempre proyectaba los pensamientos de uno a través de una mirada seria cuyo fin era de proyectar al individuo, seguridad y elevar el autoestima. Su nombre era Gheza, mide 1. 80, siempre va vestida con un vestido negro, una blusa de colores rojo y negro, y unas botas tipo militar. Siempre en la casa se apoyaba en una columna de mármol como si fuera a posar para una revista. La mirada resplandecía una gran oscuridad por el delineado de los ojos, tenía una contemplación muy oscura como si ocultara algo frente en mis espaldas. Siempre recorre cada parte de la casa pensando sobre el quehacer y la preparación de los alimentos. Los últimos días ha creado unos dibujos raros de criaturas siniestras, donde describe profecías hipotéticas de la humanidad. Se dedica mucho en leer filosofía y hace cuestionamientos de un nivel elevado para desarrollar mi inteligencia. Cuando llegaba Michael, su mejor amigo, se dedicaban siempre en ocultarme cosas, caminaban directo a las escaleras hasta llegar a un cuarto seguro. Intentaban en mantenerme manipulada sin saber lo tratado por ellos. Algo muy odiado por ella eran las mentiras porque tarde o temprano salían a la luz. Al encontrar a él quedé sorprendida porque en una carta secreta le dio unas indicaciones desconocidas y dando unos pasos como una forma de alerta.
Ese día, mamá junto con su amigo se encargaron en llevarme a una escuela privada de seres sobrenaturales, pero no entendía a razón de entrar. Acaso era para dejar que estuviese en peligro de algún enemigo gubernamental, debido a que ella era una gran activista social desde antes de nacer. Entramos directo al vehículo. Era una limosina de color negra, estaba blindada, dentro había un sistema tecnológico, se movía de manera automática, no contaba con un chofer. Cada parte era construida a la tendencia futurista. Tenía un sistema de modificación del vehículo para no levantar sospechas sobre la tecnología futurista de Vampirium. Aparte había un sistema de expulsión en dado caso de un ataque sorpresivo para salir disparados a la superficie carretera sin recibir algún daño. Todo estaba previsto para un atentado. Además había un sistema equipado de TV-DVD y prototipos de refrigeradores instalados en una parte del vehículo.
Al entrar al vehículo, los tres se sentaron en los sillines de la limosina, Elizabeth se sentó a la izquierda, Sebastián en medio y Gheza a la derecha. Trato de acercarse a una distancia muy cercana y acosadora con la finalidad de decir palabras amenazantes al oído mientras mamá comenzaba a dormir. Al acelerar quedé un poco despeinada por el movimiento brusco, pero él seguía sin estar despeinado.
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Editado: 09.09.2018