El motor y el sonido de una patrulla acercándose, me hizo poner rápidamente el casco, no voy a correr el riesgo de que vean mis mejillas bañadas en sangre, lo bueno del casco es que la parte delantera del cristal era oscuro.
Sentí la patrulla pararse a un lado, saqué un par de guantes en el bolsillo de mi chaqueta y me la puse, ocultando así la sangre en ellas.
Un olor muy conocido llegó a mis fosas nasales, el sheriff, el hombre bajó de la patrulla para poder acercarse a mi.
- Disculpe - habló el sheriff, ladeé la cabeza en dirección a él - lamento informarle que debe pagar una multa por exceso de velocidad y traspasar las señales de tráfico - dijo, al parecer no me a reconocido.
Solté una risa torcida dentro del casco, es increíble que el hombre ni siquiera me reconozca.
Sin hablar saqué un par de billetes de la cartera que llevaba en el bolsillo del pantalón y se las entregué, el sheriff me miró asombrado por el hecho de que no le preguntase cuanto y solo darle el dinero.
Para no estar mas ahí, por que de hecho no deseo estarlo mas, puse en marcha la motocicleta y me alejé del lugar.
Sentí las lágrimas caer al recordar el trato que me dio cuando vivía con él, se que no debería, pero es inevitable, todo lo que quería era tener un padre que se preocupara por mi, que confiara en mi, pero supongo que yo no tuve esa suerte como los demás.
Llegué a la casa aun sintiendo las lágrimas caer, el olor de la sangre se intensificó, pero lo dejé pasar. Me quité el casco y corrí dentro de la casa, me lancé a los brazos de Deaton que estaba parado a un lado del chico que había salvado aun inconsciente.
- ¿Stiles, que pasa? - preguntó preocupado.
No respondí solo dejé salir un sollozo fuerte, pude sentir sus brazos rodearme.
Esto es estúpido, soy un vampiro no debería llorar por algo así, pero lo único que quiero es que alguien me ame, las palabras de Evan llegaron a mi cabeza, ¿Él también estaba mintiendo sobre que le gustaba o era verdad?.
No quiero volver a caer, no quiero volver a sufrir, no quiero sufrir.
Durante unos momentos seguí abrazado a Deaton llorando, manchando de sangre su ropa. Cuando por fin me calmé, me alejé de él de a poco.
- Lo siento - susurré.
- Stiles... Tus lagrimas - señaló mis mejillas incrédulo.
- Son de sangre - admití - lo se.
Negó con la cabeza, me agarró de la mano arrastrándome con él al sofá donde me hizo sentar.
- ¿Que pasó? - indagó con calma.
- Yo... Solo - repentinamente me sentí tímido.
- Vamos, puedes confiar en mi - aseguró.
- Bueno... Verás, Evan me dijo que le gustaba - dije sin levantar la mirada, aunque pude sentir su aroma de sorpresa - yo, no le creí, por que vamos, quien va a quererme si ni siquiera mi propio padre lo hizo.
- ¿Lo rechazaste?.
- No lo se - la verdad no se si lo que le dije sea catalogado como un rechazo.
- Stiles, no puedes rechazarlo - musitó alarmado, alcé la mirada confundido.
"Si lo rechaza Evan podría morir ".
La clara voz de Deaton retumbó en mi cabeza. Otra vez esto está pasando.
- ¿Por que Evan moriría? - cuestioné.
- ¿Que?... ¿Como...? - me miró impactado.
- Algo a estado pasando conmigo, de repente en el instituto escuché la voz de las personas en mi cabeza, pero ellas no abrían la boca para hablar - conté - es lo que acaba de pasar, te escuché decir que Evan moriría sin que hablaras.
- Increíble - arqueé una ceja con confusión - Stiles, tu primer don a aparecido, y al parecer eres un telépata.
- ¿Telépata? ¿Que demonios es eso? - jamás en mi vida había escuchado algo así.
- Los Telépatas, son personas que pueden leer la mente, proyectar sus emociones en las personas, controlar la mente de las personas, también pueden borrar la memoria, claramente cuando es necesario, por lo tanto si tú deseas controlar a alguien con la mente, esa persona hará lo que tú deseas - ok, creo que eso a sido demasiada información.
- ¿Entonces puedo leer la mente? - pregunté.
- Así es, eres un Telépata, Stiles, ese es un poder muy grande y peligroso, por lo tanto te ayudaré a controlarlo - declaró - oír muchas voces al mismo tiempo puede hacerte perder la paciencia y terminar influenciando alguna emoción negativa en las personas que podrían sufrir las consecuencias - cuestionó.
- Pero solo e escuchado algunas voces nada mas.
- Es por que solo es el comienzo, conforme vaya creciendo tu poder se hará mas fuerte. - informó.
- Bien, dejaré que me ayudes, pero que hay con las lágrimas de sangre - espeté.
- Bueno, eso es normal, tu cuerpo ya no recibe ningún liquido que no sea sangre, por lo tanto en tu sistema no hay agua, por lo tanto es normal que tus lágrimas sean de sangre - esa respuesta no me agradó para nada, pero lo dejé pasar.
- Como sea, supongo que lo único que debo hacer es evitar llorar frente a las personas - manifesté, después de todo ya nada me sorprendería. Como si ser un vampiro fuera imposible - ¿Por que dijiste que Evan moriría si lo rechazaba? - volví a preguntar.
- Stiles, no creo que me corresponda decirlo - sentenció.
"Solo él puede decírtelo .
- ¿Por que no puedes hacerlo tú?.
- Stiles, yo no tengo el derecho de hacerlo - negó.
Arqueé una ceja y sin dejar de mirarlo entré a su mente.
" Le prometí no decir nada, no decirte que eres su pareja destinada ".
Abrí los ojos con susto.
- ¡¿Soy su pareja destinada?! - grité levantándome de golpe.
- Stiles, ¿Entraste en mi mente? - inquirió poniéndose de pie igualmente.
- ¿Soy su pareja? - ignoré lo que dijo.
- Stiles, no debiste entrar en mi mente.
- No es como si pudiera controlarlo, ahora como es eso de que soy la pareja de un pulgoso - esto debe ser una broma.
- Ya que lo sabes, si, eres la pareja de Evan, el chico me lo confesó una tarde - comenzó a decir - siendo su pareja, si lo rechazas, su lobo lo tomaría mal, caería en la depresión o le sería imposible mantener el control, para al final morir lentamente. Creí que sabías acerca de las parejas de los lobos. - interrogó.
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Editado: 11.03.2020