“El amor es nuestro verdadero destino. No encontramos el sentido de la vida por nuestra cuenta, lo encontramos junto a alguien” THOMAS MERTON
3:15 pm
Estábamos tensos. Lo bueno era que al revelar mis capacidades y las capacidad de Luhan a mi familia, a mi padre, a mi hermana, a mis mejores amigos, al padre de Elijah, a nuestra ama de llave Márica y a nuestro mayordomo Sam; nos creyeron.
Claro que era natural esa reacción, yo había hecho esa cosa de leer mentes y revelar fragmentos de sus pasados al igual que gracias a Luhan se habían recuperado recuerdos valiosos. No fue difícil de creer para ellos a excepción del señor Prince, él fue tan escéptico como su hijo lo fue a un inicio.
3:16 pm
Estábamos reunidos desde que habíamos terminado de comer en nuestro salón de reuniones esperando que la gran verdad se me revele, cada minuto era tenso por lo que según Luhan sería algo increíble de presenciar. Francamente deseaba un espectáculo de luces, amaba las luces pero a cada segundo me ponía más nerviosa.
Mi padre no dejo de masticar sus uñas.
Mey no dejo de marcar el paso de los segundo con su pie creando un ritmo constante.
Elijah no paró de dejarse pasar los dedos por sus cabellos enviándolos hacia atrás.
El señor Prince no dejaba de mirarme como si fuese alguna especie de experimento, como si estuviese en la fase de observación y como si de esa manera, encontraría algo.
Sam ya se había terminado todo el té de la jarra y había traído una nueva, ya iba por un vaso más mientras que me observaba nuevamente.
Márica tenía una filmadora apuntándome con las manos temblando. Ella estaba algo más que nerviosa.
Luhan permanecía con sus dedos entrelazando en los míos acariciándolos con el pulgar. Dejando que me preocupe porque le parecía divertido mi reacción y la reacción de los demás. Convenciéndome de que si para él era divertido entonces no sería peligroso.
Yo estaba jugueteando con el anillo en mi dedo, mordiendo mi labio y contando los latidos de mi corazón que se perdían cada vez que volvía a ver el reloj.
Nada se me había hecho nunca tanta espera…
3:17 pm
Todos nos tensamos mientras que los segundos avanzaban y cerré los ojos de repente mareada.
Diez segundo después la tensión no se había disipado.
Veinte segundos después yo estaba recta apretando la mano de Luhan.
Treinta segundos después creí distinguir una voz.
Treinta y tres segundos después al fin.
La revelación…
Mi alma y conciencie fueron trasladadas a un plano blanco, sin fondo y sin perspectiva de nada, todo fue blanco y después negro, como la vez que visite la conciencia de Luhan y asumí que esta sería mi conciencia, bueno, al menos no eran tan diferentes.
Aun me sentía mareada e incapaz de decidirme en donde estaba cuando las estrellas explotaron en mis ojos y ya no estaba en el plano blanco sino en la galaxia, flotando sobre la tierra, viendo al sol llameante, presenciando la rotación y perturbándome por el sentido de lo complejo, era increíble el funcionamiento de absolutamente todo, era sincronizado, armónico, me aturdió.
Me quede viendo a la tierra a pesar de que no debía de estarla viendo eso sino a las estrellas, esas que eran más interesantes que mi planeta o a los cosmos que giraban o a otras maravillas pero no, mi vista estaba en la creación divina de Dios tratando de entender cómo es que habíamos llegado a ese mundo.
Verde, azul, marrón, blanco, celeste… nuestro planeta era tan colorido… y lento.
– Hermoso, ¿verdad? – gire la cabeza y vi a una persona bañada en luz, ella o él estaba a mi lado vestido de blanco y destellando diversos colores brillantes que resaltaban con su vestimenta pero no eran tan puro y claros como los de su desnuda piel. Alguien a quien no podía ver directamente, alguien como el sol.