DÍA 7
Hoy domingo, tenemos clases de apoyo, aunque yo no lo necesito voy para hacer compañía a Margo.
Debo admitir que ayer…ayer me sentí súper bien, después de que le dije mi razón a Skyler él me respondió con un beso en la frente. Me hizo recordar a semanas antes, la última vez que pasamos una noche juntos fue hace como un mes atrás. Él había venido a hacerme compañía ya que mis padres se habían ido de viaje a casa de su primo casi hermano.
Con una Coca-Cola y una caja de pizza en ambas manos, Skyler había aparecido como mi hada madrina. Nuestra actividad favorita es piratear películas por internet, así que vimos “Anabel 2”, es estúpido en vez de protegerme me hacía asustar, pegando un grito de terror en mis oídos-y eso que él tenía miedo a las películas de terror-. Al final creo que ni siquiera vimos el final ya que él me había dicho “pequeña gruñona” y me había tirado encima de él a besarlo…. Ésa noche fue la última con él.
-Toma la píldora hija- asiento al pedido de mi mamá, agarro la píldora y la tomo con ayuda del agua.
-Ya me voy mamá, papá-exclamo antes de abrir la puerta.
-Adiós hija, no olvides llamar si algo pasa-asiento y salgo de la casa, Diego está apoyado en su auto esperando a mi presencia.
°°°
Mareada, y aún con el sabor amargo en mi boca después de vomitar salgo del baño. No tengo ni fuerza para levantar mi cabeza, miro al suelo y camino lentamente.
Enserio… ¿qué hice para merecer esto? La campana de receso suena, suspiro, no puedo caminar más. Siento como los que pasan por mi lado me empujan, creo que ni siquiera me notan. Uno me choca y hace que pierda el equilibrio logrando que caiga de rodillas. Ni siquiera tengo fuerza para ponerme de pie.
-¡Amara!... ¿estás bien? –respirando entrecortadamente levanto mi cabeza.
-Skyler…
-¿Estas bien? –me levanta en sus brazos, lo miro y frunce su ceño.
Razón N°7
Te amo porque siempre que caigo, tú estás para levantarme.