Venganza

Capítulo 10

—Entonces, ¿no vamos a vivir juntos, no? —le digo cuando se estaciona frente a la residencia. 

Él me voltea a ver los ojos chispeantes. Hemos estado riendo todo el camino de regreso. Debo admitir que pasar tiempo con William hablando y cenando como amigos no fue tan desastroso como pensé. Tenemos en común varias cosas y aunque él suele ser más sarcástico que yo, coincidimos. 

—Ya te dije que ni con todos los encantos del mundo vas a hacerme cambiar de opinión.

—Ajá, acuérdate de mi apellido y de lo que soy capaz. 

—Nos vemos mañana, Sophia —me dice dando por terminada esta conversación. Voy a terminar viviendo con William, sé lo que quiero y lo voy a conseguir. siempre lo hago.

—¿Nos vemos mañana?

—Nos vemos mañana, Sophia. Te voy a llevar a almorzar entre clases. Te veo en el estacionamiento de la universidad al mediodía. No tienes clase; así que no tienes excusa.

—¿Cómo sabes que no tengo clase? ¿Me has estado espiando? —le digo con tono de broma, pero William no se ríe. ¿Me estuvo espiando?—. William… —canturreo—, estoy esperando a que te rías.

—Solo estaba buscando información sobre con quién iba a pasar gran parte de mi tiempo.

—¿Era necesario que te aprendieras mis horarios?

—No te voy a estar acechando. Solo es para saber cuando invitarte a salir.

—¿No que no querías que nos vieran juntos?

—No deben hacerlo, te voy a llevar a lugares inimaginables.

—Eso se puede tomar como diferentes formas, William,

—Oh, enserio, créeme que hablo en general.

Antes de poder decir algo, William pone la mano en mi mejilla y me atrae hacia sus labios y me besa con pasión. Nos hemos estado aguantando desde que  nos vimos hoy, desde que lo vi con ese terno, lo único que quería era follármelo y me aguanté las ganas porque estaba mostrando que era fuerte y que no iba a caer en la tentación. pero ahora, no fui yo quien cayó primero y ya no me importa. 

William me lleva a su asiento y me pone encima de él sin dejar de verme con adoración. Me separo de él un poco y lo miro con la respiración agitada—. Nos van a ver.

—Es medianoche, Soph —me dice pasando sus labios por mi cuello—. Además, si alguien nos ve follar va a ser seriamente privilegiado.

—¿Cómo estás seguro de que vamos a follar ahora?

—No te hagas la fuerte esta noche, Sophia. No te queda. Te mueres de ganas desde que nos vimos.

Lo miro atentamente y quiero darle la contraria, enserio, quiero darle la contraria, pero no puedo. No puedo simplemente dejar de lado lo que quiero ahora por una estupidez. Así que agarro su cara entre mis manos y lo beso con pasión. Es la segunda vez que voy a follar al aire libre en un mismo día, maldito William, me convierte en algo que no soy. 

—¿Así que ahora vas a empezar a follar en carros? —me dice Matt cuando entro a mi habitación. Le avisé que estaba abajo cuando estaba llegando de la cena, definitivamente no esperaba que pasara nada y definitivamente no esperaba que Matthew viera nada.

—¿Acaso nunca lo has hecho?

—No he tenido la oportunidad, Sophia, sigo siendo un niño en comparación a tu pretendiente.

—¿Celoso? A Emma le gustan como tú así que no tienes de que preocuparte.

—Cada vez que vienes de verlo, vienes absorbiendo su humor de mierda.

Lo miro con cara de pocos amigos y me echo en la cama, siento como él se sienta a los pies de esta y me ayuda a quitarme los zapatos—. Le dije que quería vivir con él y se negó. ¿Ahora como seguiré con mi plan?

—Ay, Soph, ¿qué esperabas? Se conocen hace menos de dos días. Y para colmo sus familias se odian.

—Lo sé, pero… soñar no costaba nada. 

—Tienes 4 meses, Soph. 4 meses para enamorarlo o 4 meses para caerle lo suficientemente bien para que puedas vivir con él.

—Mi plan es solo ofrecerle sexo a cambio de hospedaje. Pero, no puedo decirle eso sin dejar en evidencia mi falta de familia. 

—¿Todavía no le dices? 

—¡Tú mismo lo has dicho! Nos conocemos hace apenas 2 días, puede convertirse en un espía. Es más, si hubiera dicho que sí hoy, sería demasiado sospechoso. 

—Bueno, por lo menos, tu cabeza aún funciona.

—Claro que funciona, Matty. 

—4 meses, Soph. Ese es tu tiempo límite. Tienes que crearte una nueva meta.

—Mi única meta es William. Sé que puedo…

—¿Enamorarlo? ¿Ese es tu nuevo plan ahora? ¿Enamorarlo en 4 meses sin enamorarte en el camino?

—No, nada de amor. Solo caerle bien, 4 meses para volverme su amiga.

—Trata de no enamorarte entonces, Sophia. 

William y yo hemos estado en idas y venidas desde esa noche. De hecho se ha convertido en una rutina entre nosotros. Cada día viene por mí a la hora del almuerzo y me lleva a comer a los lugares más recónditos que podía haber encontrado, pero donde se come maravilloso. Y en la noche, voy a su fraternidad donde él me recibe con una sonrisa que promete muchas cosas y follamos. Follamos de todas las formas posibles y termino completamente satisfecha después de cada acto. De alguna forma u otra, William me está manteniendo. No dentro de su casa, pero si con comida que no puedo costear. 




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