Luke
El olor a Whisky me echa para atrás, me llega incluso a cegar, las cartas se apoyan sobre mis manos en ellas no se muestran una buena mano, no tengo que ir.
—Venga Luke, no me digas que vas a perder todo aquello que amas —me dice el cretino, realmente es para partirle la cara, aunque ya lo hice una vez.
Miro hacia delante, la cara cambia totalmente a la de MIa ¿que está pasando?
Todo ante mí comienza a desvanecerse, la mesa que tenía ante mis pies ya no está, en medio de la sala donde me encuentro hay un agujero.
—Te queda poco tiempo Luke —me dice una voz conocida mientras me empuja y me lanza al abismo.
Todo se vuelve negro, me falta el aire, tanto es asi que me estoy empezando a clavar las uñas de mis propias manos.
Salto hacia arriba, estoy empapado de sudor, la frente me chorrea hasta que llega por la espalda.
Tengo las sábanas enrolladas, sin duda estoy en mi cama y Mia está a mi lado.
Suspiro, suelto todo el aire que durante varios segundos he tragado, me levanto, necesito ir a beber agua.
De nuevo esa pesadilla, de nuevo ese maldito sueño que no me deja continuar.
Me siento sobre la cama y enseguida noto la mano de Mia. Su cálida y suave piel.
—¿Que te ocurre? —pregunta raspando la garganta.
—Nada, solo era una pesadilla. Sigue durmiendo.
Me hace caso y enseguida se recuesta sobre la almohada.
Yo me levanto y me dirijo a la cocina para beber un vaso de agua. Todos estos recuerdos me matan y la agonía que siento por dentro me oprime dentro de mi pecho. Miro el reloj y observo que son las tres de la mañana. Cojo el móvil y empiezo a marcar un teléfono móvil.
—¿Luke? —me pregunta la voz ronca de Liam que parece que estaba durmiendo o cerca de ello.
—¿Estás despierto?
—¿Crees que si no estuviese te hubiese cogido el móvil?
—Bueno eres muy raro ¿quién sabe?
—Para que mierda me llamas Luke.
—Quiero anular eso.
—¿Me estás tomando el pelo o te has metido una raya?
—Te voy a meter una paliza si no lo haces.
—Luke lo tengo por escrito. No me toque los huevos.
—Creeme que lo haré. Utilizaré todo el dinero que tengo para ello.
—Luke no me hagas reír. Mira te voy a colgar porque paso de tus mierdas.
Y acto seguido escucho un hilo de ruido. Me ha colgado. Me siento en la mesa de la cocina y comienzo a pasarme la mano por la sien. El estrés va a poder conmigo.
AL DIA SIGUIENTE
—Señor Johnson tienes una visita —la voz de mi secretaria entre directo por toda la habitación.
—¿De quién se trata?
—Es Liam.
Joder lo que me faltaba. Lo último que quería es tener que afrontar esto.
—Dile que pase.
Aunque lo que realmente me gustaría decirle es que se fuese a la mierda. A la más lejana y mugrientas posible y que no volviese jamás.
La puerta se abre y tras ella aparece el rostro de Liam marcando una clara superioridad.
Se acerca directamente a mi mesa y sin decir nada se sienta en la silla de enfrente mía.
—¿Que mierda quieres Liam?
—Ehhhh, tranquilo. Tan solo he venido a hablar contigo. ¿Es que no puedo venir a ver a un viejo amigo?
—Liam tengo mucho trabajo. O vas al grano o te estampo contra la pared que tienes detrás.
—¿Por qué tan agresivo Luke? ¿Es que acaso tienes prisa? Un momento ¿que día es hoy? A si es verdad. Te quedan tres meses Luke. Y como no cumplas la parte del trato ya sabes lo que te va a ocurrir.
Ya sabes que todavía te queda una parte del trato.
—Se perfectamente lo que me falta. ¿Has venido para eso? ¿para reírte de mí?
—Bueno, es que veo que lo tienes complicado y bueno para que no se te olvide.
—Por favor Liam. Si ya has terminado sal de mi vista porque me están entrando unas ganas de ponerte de cuadro en la pared.
—Veo el miedo en tu mirada.
—Pues yo tan solo huelo a mierda y casualmente viene de ti.
—El tiempo pondrá a cada uno en su sitio. Quien sabe. Quizás en unos meses es justo lo contrario.
Me levanto de mi mesa y voy directo a la puerta.
Le abro y con la mano estirada le indico el camino de salida.
Liam se levanta y sin dirigirme ninguna palabra más cosa que agradezco se marcha de mi vista. Enseguida se me ocurre una idea. esto no puede fallar.