Corre el río viejo,
Dandole paso al joven río.
Ojos derraman sus últimas lágrimas,
Y una promesa susurra el viento,
para quien desea escucharla.
La tierra árida y mortal se convierte en fértil,
con una gota de agua.
Escondiendo en su centro blando,
secretos y huesos.
El cielo atormentado,
gira en un bucle constante de sol y tormenta.
Pero la noche trae paz,
sin importar el clima.
Una boca bebe sus propias lágrimas,
agradeciendo al terminar,
y una hermosa mujer de pieles y carnes,
se refleja en el rio que crearon.