Versos para no dormir

CAZADORA NOCTURNA

Era ya noche cerrada,

y una suave brisa despeinaba

los rubios cabellos de la muchacha

que por el sendero se acercaba.

Pálida piel, reflejo de la luna,

delgada y frágil figura,

imposible negar su hermosura

bajo la fría luz que la alumbra.

Silenciosa camina, cuán fantasma,

pero sus largos colmillos la delatan,

alerta a cualquier ruido, está de caza,

vigilante de cualquier presa despistada.

Procura en su camino no cruzarte,

pues no vacilará en atacarte,

y beber toda tu sangre

para calmar su sed insaciable

de la que nada podrá salvarte.

 




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