T/N
No sabía cómo describir este sentimiento, bueno, realmente nunca sé cómo me siento con Hoseok ¿Amor tal vez? Estábamos paseando por la ciudad tomados de la mano, me regalaba besos y abrazos. La calle estaba llena de personas, no tenía miedo de que nos descubrieran y creo que él pensaba igual que yo; entramos a un restaurante vacío, raro en Corea, pedimos un asado y un poco de soda.
— ¿Cómo has estado? —preguntó entrelazando nuestras manos.
Sonreí.
— Bien, pero sin ti todo difícil —acaricié su mejilla, éste la tomó y la besó.
— No tienes porque complicarte, ya estoy contigo.
— ¿Y tú, cómo has estado?
Un suspiro largo resonó por todo el lugar.
— Difícil, sin ti ya no fui el mismo, pero ahora que te veo, me siento como antes. Lleno de alegría y cariño —me dio un pequeño beso en la frente, se alejó y me miró algo curioso—. ¿No tuviste novio, verdad?
Reí a carcajadas, en serio que parece un niño otra vez.
— No.
— ¿Ni un amor pasajero?
— Tampoco. Mi único amor, eres tú.
Giró su vista al mesero y sonrió levemente.
— Tú también eres mi primer y único amor —devoró la carne, yo solo tomaba de la bebida—. ¿No tiene hambre?
Negué y seguí bebiendo, él seguía como si nada. Está actuando tan despreocupado, piensa que me quedaré con él para siempre, y será así pero, no físicamente, aún soy cantante, estoy en la mejor etapa de mi vida...Me encontré con Jimin y Hoseok, terminé mi gira mundial, SAVAGE es el grupo del momento, todo lo que quería está pasando. Pero... ¿Por qué me siento igual que cuando volví a mi casa?
— Hoseok —volteó a verme, limpiando su boca—, hay algo que quiero confesarte.
Su mirada cambió, sus ojos se cristalizaban, volvió a tomar mi mano y la apretaba fuertemente.
— Dime algo —agachó su cabeza— ¿Si te suelto...No te irás otra vez?
Eso...Eso fue... ¿Cómo decirlo? Muy doloroso, si, doloroso, una de los sentimientos que tengo con él ahora mismo.
Negué con lágrimas, me costaba respirar, éste se veía igual, apretaba mi mano tan fuerte que puedo ver lo pálida que queda, pronto se volverá morada si sigue haciendo fuerza. Con mi otra mano, la posé arriba de las nuestras.
— ¿Por qué no puedes prometerme algo así, T/N?
— Porque...
Un celular sonaba, para nuestra suerte, era del restaurante, el cocinero que nos veía como si fuera una novela barata, corrió a contestar. Hoseok y yo reímos un poco.
— ¿Qué edad tengo? —pregunté.
— ¿Qué? Pues, 29 igual que yo —sonrió confundido.
— Busca mi biografía en tu celular —me soltó y buscó su celular entre sus bolsillos, abrió el buscador y colocó mi nombre, al leer, el aparato cayó fuertemente a la mesa de madera, tan fuerte, que la pantalla quedó con varias líneas de color.
— ¿Qué...Fue eso? —Rió de los nervios llevando su cabello hacia atrás y temblando— Eso es imposible, tenemos la misma edad, eso siempre nos dijeron, lo vi en tu identificación, los álbumes que tus padres me mostraron.
— Hoseok —lo interrumpí—, yo nunca existí en Corea.
— ¿Cómo que no fuiste existente? Estás aquí conmigo y recordamos todo —defendió, yo seguía negando.
— Sé que no estás entendiendo pero, te explicaré todo para que luego comprendas todo.
— T/N, no necesito ninguna explicación ¿Te golpeaste o algo así? ¿El viaje te afecto? ¡Ya sé! Estás cansada, si quieres te llevo al hotel donde te hospedas y nos vemos después.
Intentó levantarse, así que lo senté otra vez.
— ¡Jung Hoseok, escúchame! —Me exalté—, hice un viaje en el tiempo, por eso ves que casi nadie sabe de mí, se suponía que cuando volvería a la actualidad todo sería igual, solo que...Tú serías feliz.
— ¡¿"Feliz"?! ¡Cuando te fuiste todo mi mundo se cayó!
— Lo sé, también dije algo así cuando El Destino me dijo que debía volver.
— ¿El Destino? —dijo Jimin entrando— Por eso hablabas de él como si fuera de carne y hueso.
— Bueno, técnicamente tiene forma de mujer —afirmé— ¡Espera! ¿Qué haces aquí?
— Pues~...No quería volver a casa, los seguí —dijo algo irritado—. Por cierto, yo sabía que pasaba algo como eso.
Se sentó en frente de nosotros y Hoseok casi que no se desmayaba.
— ¿Cómo? —pregunté.
— Me enteré de un grupo que robó nuestras ventas, vistas, fans y éxito, debía saber quiénes eran, los investigué y los vi —me miró, ya no era el Jimin dulce que recordaba, sus ojos se notaban vacíos—. Me parecía raro tu edad, tu vida en sí; no hablabas de tu pasado en Corea del Sur, de que fuimos tus amigos o tu familia.
— Entonces... Todo es cierto pero, ¿Cómo pasó? —contestó Hoseok entre el shock.
— No creo que deba explicarte con lujo de detalles, solo puedo decir que mi trabajo era hacerte feliz.
— A pesar de que sufriste por años gracias a sus boberías —habló, Jimin.
— Perdón por eso, T/N. Solo que~ cuando vi que Jimin te dio un beso en la mejilla y tú no dijiste nada creí que no me querías...Muy tonto, lo sé.
Jimin alzó su mirada hacia él, se veía muy molesto.
— Jojo nunca llegó al puente como tú le dijiste —dijo Hoseok.
— ¿Ah no? ¿Cómo entonces? —pregunté ingenua, realmente ya no me importa.
— Yo la invité —exhaló, Jimin.
Muy bien, si antes sentía dolor hacia Hoseok, ahora decepción con Jimin.
— ¿Por qué hiciste eso? —evité su mirada.
— Jojo me dijo que le gustaba Hoseok, y como yo tenía sentimientos hacia ti, pensé que...Sería buena idea que fuéramos los cuatro, yo contigo y Hoseok con ella.
Quedamos en silencio un rato.
— Te perdono —ambos me miraron asombrados—, cuando uno se enamora de alguien, hace cosas que nunca haría —sonreí.
— Sabes, la última vez que cenamos me estabas lanzando papeles y uno de esos los guardé en el bolsillo de mi chaqueta porque tu madre, bueno, la mujer que era tu madre en ese entonces dijo que nos detuviéramos. Cuando llegué a casa, mi hermana entró y me dio el trozo de papel, decía:
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Editado: 23.10.2020