Todo inicia con el simple echó de saber a dónde se dirige el camino, ya sabiendo que las cosas van de mal en peor, mi amigo Fabricio llegó a las colinas del valle ,el siempre me dice que las cosas son muy buenas o malas como dependiendo de lo que has hecho, ya llegando a casa nos solprendemos de un árbol secó y viejo en medio del caminó cómo muro sin querer, el siempre allaba soluciones y dijo:
—vamos a tener que pasar a un costado de las ramas. — Me parecía muy arriesgado pero bueno ya estaba oscureciendo, ya adentrado en las ramas de aquel árbol me acordé del trabajo pendiente para el siguiente día ya que estaba estudiando en el centro de Comte, un colegio el cual estaba siendo remodelado.
Ya estando al otro lado nos dimos cuenta de que ya era de noche y lo único que nos guiaba era los destellos de la luna seguimos el camino pero sin percatarnos que había pasado hasta dos horas dando vueltas y llegando al mismo lugar, ya se empezaba a poner extraño, pero de repente vemos un reflejo que provenía del otro lado del caminó y cada vez más se alejaba y estando con temor le dije a Fabricio:
—Vomos tras esa luz .—y el con la cara de que era una mala idea pero no quedaba de otra dijo:
—vamos, poco y a lo mejor nos quedamos perdidos.—
Ya logrando acercarnos a aquella luz, el frío de la noche empezaba a consumir nuestro cuerpo y al llegar al lado del hombre del reflejo nos damos cuenta de que era mi tío, asustado por la hora de la noche nos preguntó;
—¿Y qué asen a esta hora por aquí ?. No ven que ya es casi de media noche.—
Y yo le contesté que de camino a casa y nos aviamos encontrado con un árbol de camino, en ese momento me pregunté que cómo era posible que de un pronto a otro ya era oscuro por haber cruzado tras esas ramas para el momento no era lo que me preocupaba ,por la tarea del día siguiente.
Mi tío dijo que iba a su casa pero nos dijo que había pasado el día muy ocupado arreglando zapatos y que se retiraría de el cuándo le avisarán de un nuevo trabajo que fuera mas beneficioso para su familia.