Me miraba en espejo por enésima vez y aun no me sentía satisfecha con lo que podría usar, esta vez llevaba un vestido con algo de vuelo pero no lo sentía de acorde para la ocasión. Bufo y vuelvo a quitarme otra prenda más para seguir en mi búsqueda.
Después de mostrarse bastante asombrado y sin creer que había propuesto la salida Andy inmediatamente me hablo de una fiesta a la que fue invitado y que era la ocasión perfecta para salir de mi caparazón. No estaba entre mis planes una fiesta, estaría abarrotada de personas y eso me ponía un poco nerviosa.
Decidí tratar de eliminar todos los pensamientos negativos que pasaban por mi cabeza en estos momentos y centrarme en seguir buscando algo que utilizar esta noche, o mejor dicho en un rato ya que estaba atrasada y tenía a un Andy tocando cada cinco segundos la puerta de mi habitación.
—Para cuando salgas la fiesta ya abra acabado y no pienso dejar que eso pase, —Lo escuche hablar del otro lado de la puerta, estaba demasiado insistente. —Así que si no quieres que abra esta puerta y te saque como sea que estés en estos momentos, ¡APURATE!
Tomo el primer vestido negro que veo colgado en el closet y me lo pongo, busco en mi closet algún calzado y me decido por unas botas con el tacón bajo, me observo en el espejo y casi me golpeo, hubiera comenzado por este. Voy hacia la puerta y un no muy feliz Andrew me esperaba del otro lado. — ¿Estabas empollando o qué diablos?
— Solo trataba de buscar algo que se viera presentable.
—Es una fiesta rata, no una reunión en Beverly Hills. —Ruedo los ojos y caminamos escaleras abajo. Andrew se adelanta y yo detrás de él, en el sofá de la esquina repasaba sentado el visitante que me había dejado helada hace algunos días, este solo se quedaba observándome fijamente sin despegar sus orbes oscuras de mí, era como si ignorara completamente a Andrew que estaba delante de mí, solo yo y eso comenzó a asustarme otra vez.
— ¿Estas bien? —Volví mi mirada Andy que me observaba con algo de lo que parecía preocupación en sus ojos.
—Sí, todo está bien. —Dije tratando de convencerme más a mí que a él.
—Tienes más de cinco minutos sin dejar de mirar tu sillón y te has quedado en el mismo escalón, ¿Estas segura de que estas bien? Si no te sientes bien podemos salir otro día. —Necesito salir de aquí un rato, dije para mí misma.
—Todo está bien, solo fue un pequeño mareo, —Mentí —ya estoy mejor, nos podemos ir. Este asiente y salimos de ahí sin evitar volver a ver hacia mi sillón y encontrarlo vacío. Habíamos llegado a una pequeña residencia cercana a la cafetería, esta lucia algunas casas, que aunque no eran muy grandes se veían modernas, Andy condujo hasta una casa casi al final de la calle, de esta provenía música a todo volumen y se podía observar la cantidad de personas que se encontraban tanto fuera como dentro de esta. Andy aparco un poco lejos de esta porque toda la acera estaba llena de vehículos.
—Trata de no tomar demasiado, —Dice justo al momento que aparca el coche —No quisiera verte vomitando mi hermoso auto. —Termina diciendo para yo ignorarlo y bajar del auto, acto seguido hace lo mismo y caminamos hacia la fiesta. Caminamos como por unos cinco minutos hasta que llegamos, no pude evitar hacer una pequeña mueca al ver la cantidad de gente que se podía observar. Entramos a la casa y Andy desapareció diciendo que iba por bebidas, me quede observando todo a mi alrededor, personas ya bastante borrachas por casi todos lados, exhibicionistas y luego los cuerdos que aún no han llegado a su punto de ebullición.
Andy llego más rápido de lo que esperaba y me entrego un vaso lleno de lo que parecía cerveza, doy un trago y lo compruebo, lo era. Realmente no debería de estar consumiendo alcohol ya que tomo pastillas, y te aseguro que no son una buena combinación, pero en estos momentos no es en lo que estoy pensando ahora.
Ya habían pasado como dos horas y esto cada vez se llenaba de personas, hace ya un rato que había perdido a Andy y no tenía idea de donde se había metido, ya era tarde, estaba cansada y lo suficientemente borracha que podía estar.
Había comenzado mi búsqueda en el patio trasero de la casa que resultó ser una búsqueda fallida, busque en la cocina, lo que pude en la sala ya que como mencione anteriormente esto está lleno de personas, no lo encontré por ningún rincón de la dichosa casa, así que hice lo menos inteligente que podía hacer en mi estado de ebriedad, irme sola a casa, realmente no estaba tan lejos de casa en auto, pero caminando eran algunos minutos para nada cortos. Tenía dos opciones, irme o esperar que aparezca. Ninguna me parecía nada atractiva así que tome la que me llevaría más rápido a casa, irme sola.
Ya les dije que fue lo más estúpido que se me ocurrió. Salí de la casa y comencé a caminar por donde creía que era el camino hacia mi humilde morada, iba tan concentrada en el camino que salte del susto cuando una figura parecida a un hombre pequeño cruzó corriendo frente a mí, para mi suerte no tardaron en aparecer más visitantes, caminando a mi lado, volando sobre mi o a mi alrededor.