Emiliano.
Al salir de casa de la mujer de mi vida y madre de mi bebé, llegué a donde se encontraba el barco del nuevo socio del hotel, con otras personas más. Me subí junto a ellos; nos sentamos a hablar, todo estaba tranquilo, el día era hermoso y el mar estaba calmado.
En un abrir y cerrar de ojos comenzó una tormenta; empezaron a caer rayos muy cerca de donde se encontraba el barco; angustiados y asustados todos entramos en donde se estaba el capitán del barco, mientras todos esperábamos allí a que todo se calmara, viendo como el capitán hacia lo posible para sacarnos de ese lugar con vida. Pero el mar estaba en contra de nosotros, estaba furioso, las olas eran demasiados altas y agresivas.
No sé cuanto tiempo el barco se estuvo balanceando de un lado a otro debido a las fuertes olas, pero de un momento a otro el viento desprendió las velas de esté; todos nos miramos horrorizados y los gritos se empezaron a escuchar. Segundos más tarde todo quedo en calma y nos mirábamos unos con otros, intentando sentirnos aliviados; pero no todo era perfecto, porque las olas volvieron y la brisa era mucho más fuerte, al igual que la lluvia, no se podía ver nada debido a las gotas grandes que caían del cielo.
El caos volvió, todos estábamos agarrados de donde podíamos para no ser lanzados al mar, antes de que el barco nos tirará por completo al mar y terminará desmayado, alcancé a gritar alto y con todas mis fuerzas, haciendo sangrar mis pulmones, de mi boca salió:
— ¡Dios tengo que conocer a mi bebé! ¡No puedo morir así, sin haberme casado con la mujer de mi vida!
Mientras yo gritaba, los demás también lo hacían solo que debido a la lluvia no les podía entender, porque no sabia donde se encontraban.
Después terminé impactado contra el agua; por más que intenté sacra mi cabeza para poder respirar, las fuertes olas me lo impedían, luché lo que más pude, pero con la fuerza de la naturaleza es imposible hacerlo. Antes de quedar completamente inconsciente recordé lo que me dijo Kai; todos mis recuerdos junto a ella desde que éramos niños hasta ahora, pasaron lentamente por mi mente, hasta quedar 100% inconsciente bajo esa enorme tormenta.