Contar con la familia en los momentos más difíciles debería de ser un lujo con el cual todos pudiéramos contar, o ni si quiera un lujo. Ya han pasado tres días desde que asistí a la comisaria, cuatro desde que asesinaron a Alex, dos desde su funeral y a pesar de estar muerto su familia si se preocupó. Él me había presentado a su familia el día de la boda, sus padres que se divorciaron cuando él era un crio y tenían otras parejas actualmente, sus dos hermanos y su media hermana Nazareth. La única hembra de cuatro hermanos.
Para ser sincera, no pensé que estaría fácil. Sus padres me odiaron y junto a los míos me esperaron en las afueras de la comisaria, me culpan y dicen que no me quedare con nada de lo que Alex dejo y pues ¡Yo no quiero nada de esto! Ni siquiera todo el mal rato que estoy pasando. Ethan y James se mostraron… pues, no demostraron nada, creo que ni les importaba que Alex estuviera muerto y para que mentir si el día de la boda solo se acercaron para despedirse y decirle que estaban en contacto, un contacto que obviamente solo fue para preguntarse cosas de la empresa y bueno… Nazareth me dio sus más grandes condolencias; las cuales le devolví con un abrazo, era su hermano y mi esposo, un esposo al cual quise como un hermano. Intercambiamos números y me dijo que cualquier cosa que necesitara estaba a la orden. No me sorprendió, ella tiene dos años menos que Alex y la llegue a ver varias veces en Brenden Inc. De visitarlo. Siempre se mostró muy amable con ambos.
Sophie, en cambio me esperaba afuera con un poco de café y un abrazo en el cual me demostró apoyo.
Así que solo contaba con una amiga de la universidad (de la cual me gradué hacen tres meses) y con Nazareth, de la cual trataría de no molestarla. ¡Por Dios, yo no lo mate! Paso hacen tres días.
Justo ahora me encuentro haciendo avances desde mi laptop, de un proyecto que Alex tenía con mis padres… Es complicado hablar en pasado, fueron pocas las veces que me dejaba cenando sola, casi siempre me llamaba al medio día para saber cómo estaba y cuando tenía una reunión me llamaba para avisar que quizá llegaría tarde.
No fue malo conmigo, tuvo paciencia y me miraba con anhelo casi siempre y lamento no haberle podido devolver ese gesto, ¡Diablos! Lamento de verdad no haber podido amarle como merecía. Se portó bien conmigo pero, el cariño no es amor y me arrepiento terriblemente. A veces siento que esos dos meses que viví con Alex no hubiesen sido dos meses, aunque siendo sincera, debe ser el shock de los últimos tres días. Junto con esta jaqueca espero que se me pase.
—Ally, voy saliendo rumbo a mi trabajo, ¿segura que estas bien?—Me saca sophie de mis pensamientos y noto que pone cara de duda cuando formula su pregunta.
Sacudo un poco la cabeza, como si eso me ayudara a aclarar mis pensamientos y seguidamente asiento.
—Tranquila sophie, ve a trabajar, lo más probable es que salga dentro de un rato, mis padres me depositaron un dinero para comprar ropa, ya que el resto está en la casa de Alex y no puedo ir a buscarla porque allí está la escena del crimen y blablablá. Comprare un poco de comida para ambas y estaré aquí antes de la cena ¿Vale?—Trato de convencer a mi amiga.
—Claro, nos vemos Ally, cualquier cosa no dudes en llamarme y…—Indica no muy convencida y luego niega.
—¿Y…?—Intento indagar.
—Nada, bye.—Me guiña un ojo y como acto seguido, sale por la puerta dando saltitos. Por eso es mi amiga, es muy alegre.
Escucho un ruido y volteo, es Haney, el gato amarillo de ojos verdes de ella, está ronroneando y se aproxima hacia mí buscando cariño. Me pongo de pie, acorto los pasos que nos separan y le doy un abrazo, le pongo un poco de comida de gato y como ya estoy vestida, tomo mi teléfono, mis credenciales y salgo antes de quedarme sola con mis pensamientos. Sin embargo, antes de salir, recibo una llamada de Nazareth, la cual me cita en dos horas para hablar acerca de lo que sucedió en el funeral de Alex y acepto ya que también necesito hablar de ello.
***
Ya han pasado casi dos horas desde que Nazareh llamo y la estoy esperando sentada en el café Venezuela, decido pedir un café Nestle mientras la espero, es un sitio no tan nuevo pero que me agrada su ambiente. Transcurren unos diez minutos desde que he llegado y me siento en una de las mesas que están mas al fondo del mediano café y saco mi teléfono para revisar si tengo alguna novedad, a penas alzo la vista veo que llega Nazareth con una pequeña caja envuelta en papel de regalo en sus manos.
—Hey, ¿Qué tal todo?—Me saluda y acto seguido me da un abrazo que me conforta, aunque nos conforta a ambas en estos momentos tan difíciles, he conseguido una buena amiga en ella.
—Todo bien ¿Y tú? Lamento lo que paso en el funeral. —Me asincero y acto seguido tomamos asiento.
—También quería hablar respecto a ello y yo soy quien me debo disculpar, lamento lo que dije y también mi comportamiento. Pero, quería que su última voluntad fuera respetada. —su voz suena sincera mientras su expresión cambia como si hubiese recordado algo y seguidamente alza la cajita que traía en sus manos cuando llego. —Alice,—continua hablando y seguidamente suelta un suspiro. —Alex querría que tuvieras esto, y será lo mejor. Fue un regalo que le hizo mi padre a la madre de Alex cuando aún estaban juntos y él quería dárselo a alguien especial; tú fuiste y serás lo mejor para él, aunque ya no esté con nosotros. —Expresa e instantáneamente salta una lágrima rebelde por sus mejillas, me extiende la pequeña cajita envuelta en papel de regalo rosado y al tenerla en mis manos logro ver que tiene una dedicatoria.