Vivir en las nubes

Conocidos

-Vamos, sube. -me indicó abriendo la puerta de su lado del automóvil.

-Bien. 

El camino hacia su casa empezó demasiado incómodo y callado. Hasta que encendió el radio del carro y empezó "Sky full of stars" de Coldplay, no pude evitar murmurar la letra de la canción, solo vi que el empezó a cantarla también. 

-Vaya, así que mínimo te gusta buena música.

-¿Como dices? -dije - ¿Mínimo?

-Si, ya sabes -lo miré- eres un poco extraña. 

-¿Extraña? Ni siquiera me conoces. 

-Pues hagámoslo. -me dijo y lo miré extrañada- Conocernos. Ahora que tendrás que ayudarme

-Y tu conseguir mi computadora -interrumpí haciéndolo rodar los ojos. 

-Apenas lo iba a decir -dijo fingiendo irritación y haciendo que yo riera. - Así que tu me ayudarás y yo conseguiré tu computadora esa, ¿contenta?

-Conforme.- dije aún riendo. 

Después de unos instantes lo escuche de nuevo

-¿Sabes una cosa Anne? -dijo captando mi atención y haciendo que lo mirara una vez más mientras conducía. -Tienes una linda sonrisa, -me aseguró- fue bueno conocerte. 

-No fue tan bueno -dije yo y él sorprendido ante mi comentario levantó sus cejas - Mejor dicho no fue el mejor modo de conocernos -Vi como su rostro se relajaba un poco con mis palabaraas intuyendo hacia donde iba mi comentario- ¿O es que así te presentas con todos? ¿Rompiendo cosas? ¿Algún tipo de ritual o algo parecido? -le dije con humor a lo que respondió con una sonrisa

-Quizá. -Aquello me hizo reír más al imaginarme tal situación. Sus palabras consiguieron sacarme más de una sonrisa unas cuantas veces más mientras conducía hasta su casa y escuchabamos el radio. Cuando llegamos a su casa, abrió la puerta dejandome pasar primero y haciendome descubrir una bella y grande casa, miré por unos segundos.

-¿Anne? ¿Vamos? 

-Tienes una casa muy bonita. -le dije.

-Pues gracias, supongo que ahora que estarás viniendo más seguido, luego te la enseñaré.  -Asentí- ¿Vamos arriba?

Subimos las escaleras, él delante de mi. La pared de las escaleras estaba llena de fotos, Matías bebé, Matías y una chica de pequeños, que debía ser su hermana, por que se parecen, una foto de una pareja recién casados: sus padres, y más fotos de su familia. 

Cuando llegamos arriba, me guió hacia su cuarto, debo admitir que cuando imaginé el cuarto de Matías, pensé que sería un desastre, sobre todo por que sus padres no estaban en ese momento, pero era todo lo contrario, era un cuarto grande, con un closet al fondo, una puerta a lado que supongo sería un baño personal, la ventana y del lado contrario un escritorio, y un librero. 

Matías se acomodó en su cama y fue cuando me sentí realmente extraña por estar ahí con un chico que apenas estaba conociendo, me miraba atento y me sentí realmente nerviosa, así que empecé a pasearme por la habitación. Ninguno dijo nada por unos minutos en los que simplemente miré cada detalle del cuarto, hasta que noté que se puso de pie y habló. 

-Oye -dijo serio, era realmente rara la situación, y las palabras se me habían agotado. En su rostro pude ver que diría algo serio. -Anne... ¿Tienes hambre? -dijo rompiendo mis suposiciones y mostrando su sonrisa- La verdad es que yo si. 

Me rellajé ante sus palabras y reí con él.

-Yo también tengo -le dije- ¿Me invitarás a comer? 

-No, solo era curiosidad, -dijo dejándome en la habitación entre risas.

-¡Hey! -reclamé. -Tengo que comer, de otra manera no te ayudaré. 

-¿Sabes que eres una chantajista profesional? -Lo miré y asentí. -Bien, es bueno que lo sepas. Ahora, pidamos una pizza. 

----------------------------------------------------------------------------------

-¿Sabes cuál es tu problema con las matemáticas?

-¿Qué soy muy malo para eso? -dijo

-Aparte -le dije yo -Te distraes demasiado. Te he explicado esto tres veces, y no lo consigues. 

-Quizás eres una mala maestra

-¿Qué dices? 

-No me malinterpretes Annie. -Lo interrumpí

-Para empezar soy una buena maestra, solo que tú eres un mal aprendiz, y segundo no me digas Annie. 

-Eres una mala maestra y te diré por que. -dijo seguro. -Pero antes dime ¿por qué no puedo llamarte de esa forma?

-Solo me dice así Erick. -dije recordando a mi mejor amigo. 

-¿Erick? Es... tu ¿novio? -dijo con un tono confuso. 

-No, Erick es mi mejor amigo, solo él me llama de esa manera. 

-Ah, ya. -dijo un poco cortante. Lo miré esperando que dijera algo más.  -¿Qué? -habló al sentir mi mirada. 

-Nada, es solo... nada. -expliqué sin saber exactamente que iba a decirle. - ¿Por qué soy una mala maestra? -le recordé, y eso lo hizo sonreír de nuevo. Sus ojos me miraron y después escuché su voz. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.