Prólogo

El contacto, el roce con esa persona especial queda grabada en la memoria, marcada por esa misma caricia calidad que me regalaba.

Nuestro viaje fue corto pero valioso, estuvo lleno de sentimientos y decepciones, alegrías y llantos. Provoco variedad de emociones en mi interior que me volvieron loca.

-Tienes que dejarlo ir. - mi mejor amigo me acarició el brazo con ternura.

-No puedo. Él era el amor de mi vida, la persona que estuvo a mi lado. Yo.. - explote en llanto, tenía un dolor en el pecho que cada vez me estaba convenciendo más.

-Vamos a casa, Emma. - tenía buenas intenciones pero no era el momento.

-Si. Pero iré en tren, quiero estar sola.

Dejé ahí parado a mi compañero de la infancia, necesitaba desocupar la cabeza y dejar de sentir tanto dolor interno, tormento y sufrimiento.

Espere el tren con los auriculares en mis oídos inundándose en las hermosas melodías. Mientras esperaba mire a mi alrededor, había gente mayor y niños jugando entre si, luego había un chico, con un estuche de guitarra en su espalda, cabello negro espongoso, estaba mirando él móvil.

Su vestimenta dejaba claro que no era amante de los colores llamativos, era el tipo de chico que no dejabas de mirar para descifrar su sentimiento, su vida o simplemente su día.

El tren llegó y freno dejando la puerta enfrente de mi, al abrirse ingrese aun con ese sentimiento de vacío. Perder una persona que te causaba alegría solo con su presencia era complicado de superar. Se había ido hace días, pero cada día era peor.

-Una adolescente con ropa colorida escuchando Rock. - el chico con el estuche de guitarra estaba a mi lado, no había sentido su cercanía. Dio una pequeña risa y continuo. - Cada día es una locura nueva.

-¿Perdón? - me saque los auriculares concentrándome en el chico a mi lado. -¿Por qué metes mi vestimenta con mi música?

-Eres lo que escuchas. - alzó los hombros mientras su vista estaba perdida.

-Nunca escuche que dijeran eso.

-Siempre hay una primera vez,¿no? - su sonrisa era hermosa y sus ojos se achicaban dando una vista tierna a mis ojos.