Volando al Viento [ Genshin Impact ]

Capítulo 23. Será divertido

Capítulo 23
Será divertido

El ajetreo causado en el exterior de la casa de té era causado por una mujer joven, en compañía de dos guardias ataviados en armaduras moradas, y armados con lanzas. Pero aquellos no eran guardias de la comisión Tenryou como Kazuha y Tomo habían temido. Y esa mujer joven no era cualquier persona, pues se trataba de la Srta. Chisato del clan Hiiragi. Y ese pequeño choque de palabras que estaba teniendo lugar era debido a que sus intenciones de ingresar al establecimiento se vieron por completo frustradas por Kozue, que se había parado firme delante de la puerta, obstruyéndoles el paso.

—¿Qué se supone que quieres decir con que no puedo entrar? —cuestionó Chisato, por igual tanto confundido como molesta.

—No sabría con qué palabras expresarlo más claro, señorita —respondió Kozue con tono firme, aunque un tanto sarcástica, lo que resultaba hasta cierto punto irrespetuoso desde la perspectiva de sus tres oyentes—. Como ya le dije, nadie sin autorización puede ingresar a este establecimiento. Así que mejor retírese de una buena vez.

—¡Pero qué mujer tan grosera! —exclamó con claro enojo uno de los guardias, tomando con firmeza su lanza delante de él—. ¡¿Acaso no sabes con quién estás hablando…?!

—Shinnojou, tranquilo —indicó Chisato, alzando un brazo delante del guardia para indicarle que desistiera de cualquier acción hostil en la que estuviera pensando. Un poco avergonzado, el muchacho agachó la cabeza y retrocedió.

Chisato respiró hondo, intentando calmar su propio humor, que no estaba de hecho bastante alejado del de su acompañante. Cuando se sintió más tranquila, se paró firme delante de Kozue, la miró fijamente a los ojos, y pronunció que el mayor temple posible:

—Escucha, es obvio que hay un malentendido aquí. Empecemos de nuevo, ¿de acuerdo? Soy Hiiragi Chisato, del Clan Hiiragi de la Comisión Kanjou. Estoy buscando a Kamisato Ayaka y me dijeron que podría encontrarla aquí. ¿Serías tan amable de decirme si ella está en este establecimiento o no?

—No puedo darle esa información sin autorización —respondió Kozue rápidamente y sin vacilación—, sea de la Comisión Kanjou o de dónde sea. Así que mejor retírese de una buena vez —repitió con brusquedad, cruzándose de brazos.

—¡¿Pero cuál es tu problema?! —exclamó Chisato, no logrando mantener su voz en un volumen prudente para esas alturas—. Esa no es manera de tratar a una persona, sea del clan que sea. ¡Exijo hablar con el dueño en este momento!

—Cómo quiera —respondió Kozue con indiferencia, encogiéndose de hombros—. Pero igual no le ayudará de mucho. Es un perro, después de todo.

—Incluso llama a su propio jefe "perro" —masculló Chisato con desagrado—. ¿Quién rayos eres para…?

La puerta principal a espaldas de Kozue se abrió cuidadosamente en ese momento, captando de inmediato la atención de ambas mujeres y de los dos guardias. El distintivo rostro redondo de ojos azules y grandes de Kamisato Ayaka se asomó hacia el exterior, y su sola presencia bastó para que los humos se calmaran de un segundo a otro.

—Kozue, ¿todo está bien? —inquirió la joven Kamisato, dando un paso al exterior. Al aproximarse, logró reconocer rápidamente a la persona delante de la empleada de la casa de té—. Ah, Chisato… —susurró un tanto sorprendida.

—Ayaka, al fin te encuentro —musitó Chisato con algo de alivio—. Te estaba buscando, pero esta mujer no me quería ayudar en lo absoluto.

Al lanzar aquella acusación, miró fijamente a Kozue, dejando bastante claro de quién halaba.

—Yo sólo cumplía con mi deber, señorita Kamisato —se excusó la mujer de kimono morado.

—Sí, Kozue, no te preocupes —se apresuró Ayaka a señalar, y entonces avanzó hasta colocarse delante de ella, sirviendo casi de escudo entre la cuidadora de la puerta y la hija del clan Hiiragi—. Perdónala por favor, Chisato. Kozue sólo intenta cuidar lo mejor posible quién entra y quién sale de este sitio.

—¿Y por qué tanta seguridad exactamente? —inquirió la joven Hiiragi, alzando su mirada para echar un vistazo general a la fachada de aquel edificio—. Alguien me dijo que cuando estás aquí en Inazuma, sueles quedarte en este sitio, pero… ¿es una casa de té o una posada?

—Se podría decir que un poco de ambas —respondió Ayaka con simplicidad, pero antes de que preguntara más al respecto pasó a cambiar al tema principal—. ¿Me buscabas para algo en especial, Chisato?

—Sí, necesito hablar contigo de algo importante.

—¿Importante? —murmuró Ayaka, azorada.

¿Había ocurrido algo el día de ayer con la reunión entre el comisionado Kanjou y el comisionado Tenryou? Los motivos que supuestamente tenían para dicha reunión de por sí ya resultaban sospechosos. ¿Había Chisato quizás oído algo que ella debía saber?

Ayaka comenzó a sentir una mezcla de curiosidad, pero también de preocupación; esto último por varios motivos, incluyendo las dos personas que ocultaba en esos momentos.

—Entiendo —asintió Ayaka despacio, con aparente calma en su voz—. ¿Por qué no tomas asiento en una de las mesas de aquí afuera? Yo vuelvo en un momento en cuanto termine de arreglarme.

—De acuerdo —respondió Chisato, notándose un tanto insegura—. ¿Pero no puede ser una mesa adentro?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.