Voluntad de Guerrero

Epílogo - Un crudo desenlace

Una hora después.

Después de tanto sufrir, pude llegar a casa y encontrarme con Danny, je, ese pequeño se sintió muy contento de verme pero un poco desilusionado por mi problema físico. Me llenó de nostalgia ver que el niño al que prometí cuidar por fin está a salvo y libre de cualquier peligro.

A pesar que eran más de las siete de la mañana, todos mis amigos llegaron a casa a descansar por haber tenido una noche muy agitada y llena de acción. Aunque hay una persona en específico que no está bien, y esa es Amaya.

Casa Harper — 07:31am.

Melinda y su hija llegan a su acogedor hogar después de que todo terminó pero la señora se da cuenta de que su querida hija no se encuentra nada bien. Luego de que Amaya tomara una ducha y bajara para cenar, Melinda aprovecha para preguntarle qué ocurre con ella y ella le responde con indiferencia.

          —Mamá, no quiero hablar sobre eso, por favor...

En ese momento el celular de la casa suena y Amaya debido a que es la que se encuentra más cerca y al tomarlo se percata que es Moira quien llama desde Hollywood. Ella contesta enseguida para escuchar rápidamente la voz de su hermana demostrando estar bastante preocupada.

          —¡Por fin me contestan! Amaya, eres tú, ¿cierto? E—Estoy muy preocupada porque papá y yo vimos en las noticias que la ciudad fue atacada. Luego recordé que anoche Arthur me dijo algo al respecto pero todo fue tan rápido que no logré entenderlo. ¿Cómo están? ¿Qué sucedió? ¿¡Dónde está mamá!? Y... Arthur ¿Él está bien? — Esta última pregunta hace que la actitud seria y callada de Amaya se desvanezca, sintiendo una fuerte tristeza comenzando a llorar al instante rompiendo siendo incapaz de disimular ante su hermano. Melinda observa como su hija habla por teléfono llorando así que no duda en acercársele y tomarla del brazo esperando que ella responda a la pregunta de Moira.

          —Esto no tiene buen pinta — Susurraba Melinda hablando consigo misma temiéndose lo peor.

Estando aún más preocupada, Moira no logra entender porque su hermana se quedó en silencio rotundo así que decide volver a hablarle bombardeándola con más preguntas.

          —¿Estas llorando? ¿Qué está ocurriendo? Por favor, respóndeme. Me estas comenzando a asustar. ¿Están todos bien? ¡Háblame, Amaya!

          —Mamá y yo estamos bien... Es cierto lo que dicen en las noticias pero al fin logramos detener a Floyd. No quiero llevarme todo el crédito, aunque yo ayudé en todo esto y fue Nate quien lo derrotó... E—Eh, y al respecto de Arthur... ¡Hermana, no es fácil para mí decírtelo! E—Es muy doloroso, pero necesitas saberlo. ¡Él querría que lo supieses desde el principio!

     —¡Carajo, ya no sé ni que pensar! Dime de una vez lo que pasó, no puedo con tanta angustia — Exclama Moira pidiéndole encarecidamente que se explique mejor.

          —L—Lo siento, él ya no está entre nosotros, él ha muerto. ¡Moira, nuestro mejor amigo ha muerto y me siento muy sola sin él! N—No creo que pueda continuar con mi vida así de fácil sin que no esté conmigo. No puedo creer que haya muerto. ¡No! ¡Lo lamento tanto, nunca creí que iba a llegar un día en que tendría que decirte esto! — Confesaba entre gritos y llantos.

Luego de escuchar la dura declaración de su hermana, Moira se mantiene en silencio, uno muy intenso, mientras seguía con el celular en su oído para escuchar los llantos de Amaya. Su hermana se mantiene perpleja ante tan brutal acto sintiendo como todo su cuerpo se estremece y poco a poco sus ojos comienzan a humedecerse cada vez más para luego sentir como una gota cae por su mejilla.

          —¡Amaya! ¿E—es cierto lo que me estás diciendo? No, no puede ser posible. Él no puede morir. Él me prometió que no moriría. ¡¡Él no puede abandonarme de esta manera!! — Es imposible detener lo inevitable, Moira no resiste las ganas y comienza a llorar de una forma desesperada intentando vocalizar para seguir hablando con su hermana pero no lo logra debido al impacto sentimental que acaba de recibir.

Sin duda alguna este fue un golpe bajo para las hermanitas Harper las cuales fueron, son y serán siempre las mejores amigas de Arthur Holland. Este día marcó un antes y un después para todos, nadie puede volver a ser el mismo luego de lo que aconteció.

 

Una ciudad no puede reconstruirse de un momento a otro. La destrucción que el plan de Floyd ocasionó es un daño que San Diego pudo resistir a pesar de todo. Por suerte la fe y la esperanza nunca se perdieron, y es por eso que el mañana va a cambiar. Los habitantes comenzaban a llenarse de alegría queriendo colaborar en lo que podían para hacer que la ciudad mejore cada vez más; ellos brindan su apoyo, aunque sea algo mínimo consiguen hacer la diferencia.

Y al día siguiente el departamento de policía abrió sus puertas al igual que los juzgados. En la madrugada me contacté con Amaya y me dijo que le pidió ayuda al señor Bennet para que el caso de Jay fuera llevado a juicio y eso fue lo que sucedió.

 

11 de Octubre de 2018 — Juzgados de San Diego.

A las ocho de la mañana aproximadamente un juicio fue convocado. El estrado se encontrada algo vacío ya que solo estaban conocidos de Amaya tales como Sam, el comisionado, su madre, Thea, el pequeño Fisher y Nathan los cuales vestían de traje y corbata. Aún seguían dolidos y tristes por la muerte de su amigo y en especial el joven O’Brian quien se encontraba sentado en una silla de ruedas debido a su condición. Justo en ese momento aparece la jueza la cual camina por un largo pasillo hasta llegar a su asiento y pedirle silencio a la audiencia presente.



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En el texto hay: heroes, aventura, suspenso.

Editado: 26.05.2020

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