🦋Geraldine🦋
Recuesto mi cabeza en su pecho y siento como las lágrimas luchan por salir pero ya he aprendido como retenerlas. Toma mi mano con ternura entrelazando nuestros dedos puedo sentir lo caliente que está la suya, al contrario que la mía. No dice nada, solo levanta mi mano y la besa suavemente una y otra vez.
— ¿Sabes que eres la única a la que voy a amar cierto?
Quiero llorar ahora más que nunca.
— ¿Y tú sabes que eso no es cierto verdad? —Me removí incomoda en la camilla—. Eres joven Cayden algún día encontraras a una chica inteligente, bonita, carismática...
Aprieta mi mano con fuerza.
—Eso va ser imposible —No veo su rostro pero sé que está a punto de echarse a llorar. Lo sé por lo rota que suena su voz—. Yo nunca podré olvidarte.
—No te pido que me olvides Cayden... solo que me superes.
Me siento en la camilla haciendo una mueca por el dolor que causa eso. Pero no podemos tener está conversación sin mirarnos cara a cara.
Siento otra clase de dolor al verlo.
¿Dónde está el Cayden que conocí?
¿Yo lo convertí en esto?
Su mirada está triste, apagada... sin vida. Está tan pálido que tengo miedo de que se enferme por mi culpa. Su delgadez es alarmante y solo ver lo hecho trizas que esta... me hace sentir tan culpable. Nada de esto hubiese sucedido si yo no me acercaba a él, tenía que tomar distancia y no lo hice.
— ¿Superarte? ¿Hablas en serio? —Dice enojado, hace mucho tiempo que no lo veo así—, Geral... eres insuperable. Yo... yo no sé qué hare sin ti.
Un miedo espantoso me recorre todo el cuerpo y me apresuro en tomar su mano rápidamente.
—Por favor, prométeme que no harás nada estúpido Cayden —Digo llorando—. No te lastimes, no lo hagas, no vale la pena... te habla alguien con experiencia.
Él traga saliva y una lágrima se desliza por su mejilla.
—Tú vales la pena.
—Promételo.
Asiente.
—Lo prometo.
Suelto un suspiro tremendo.
—Pero también te prometo que tú eres la única que tendrá mi corazón —Levanto la mirada hacia él—. No me volveré a enamorar. Lo prometo.
— ¿Qué? No, no, no... Debes volver a enamorarte cariño, casarte formar una familia...
— ¿Para qué si no es contigo?
Sus palabras hacen que miles de mariposas revoloteen en mi interior. Y me odio por eso, me odio porque ser egoísta es lo que me llevo a esto.
—Cayden...
—Solo... solo no quiero irme de aquí... no quiero dejarte —Sus ojos se nublan por completo—, no si es que voy a irme sin ti.
—Cayden, por favor mírame —Niega con la cabeza pero termina haciendolo—. Quiero agradecerte por cada segundo que estuviste en mi vida. Cada maldito segundo hizo de esto un amor precioso, no te pido que me olvides... solo que seas capaz de superar este momento.
—No podría superarlo... mis recuerdos contigo no me lo permitirían.
Se acerca dejando un casto beso sobre mis labios se aleja pero solo esta unos milímetros de mi rostro. Desearía tanto borrar sus recuerdos, tal vez viajar en el tiempo e intentar que ese encuentro nunca se haya dado, estoy muy agradecida con él... pero es injusto que yo haya tomado ese amor para luego esfumarme con el aire.
—Te amo, Geraldine.
Mi corazón se acelera como si fuera la primera vez que lo dice.
—Yo te amo el doble, Cayden.
Junto mis labios con los suyos, no soporto estar tan lejos de él, ahueca mi mejilla profundizando el beso lo que hace que mi cuerpo tiemble. Me separo y coloco mis manos en su pecho separándolo.
—No puedo ser egoísta Cayden —Él me mira frunciendo el ceño—. No puedo tenerte amarrado a mí, no es justo.
— ¡Nada de lo que te pasa es justo! Eres la persona menos egoísta que he conocido en mi vida Geral.
— ¡Pero no por eso debo serlo ahora! No puedes estar enamorado de un fantasma porque voy a morir Cayden ¡Voy a morir! Y... y no puedes estar solo todo lo que te queda de vida.
Eso último lo enfurece y se levanta.
— ¿Crees que no lo sé? ¡Pienso en eso todo el tiempo! —Comienza a llorar y no puedo soportarlo y yo comienzo a llorar también— No quiero perderte... no es justo ¡Nada es justo!
Cuando acaba de hablar no tarda en acercarse y abrazarme con fuerza.
—No me pidas eso Geraldine...
—Tal vez yo no soy tu otra mitad Cayden —Digo intentando hacerlo entrar en razón.
—Claro que lo eres ¿Dudas de lo que siento por ti?
—No, no es eso. Soy tu primer amor Cayden y tú eres el mío... tal vez no estemos destinados a estar juntos.
Él suelta una carcajada amarga.
—Es lo más estúpido que te he escuchado decir Ger, tu eres el amor de mi vida y nada de lo que digas me hará cambiar de opinión.
—Solo no lo prometas... inténtalo... tienes que volver a amar.
—No, no voy a cambiar esto, es una promesa. —Besa mi frente y luego vuelve a abrazarme—. Ahora por favor dejemos de pelear y déjame mimarte, amor.
Asiento y me hago un lado para que vuelva a acostarse junto a mí. Cambia por completo de tema, como si la conversación de hace unos minutos solo hubiese sido una pesadilla, le presto atención pero no la necesaria porque tengo miedo de que cumpla con su promesa.
💎💎💎
Los días pasan lento muy lento.
Cayden no se aparta de mi lado lo cual agradezco. Las visitas que me hacen todos los días solo terminan deprimiéndome más. Ver a mi mejor amiga sufriendo es horrible.
Cindy es una hermana para mí y sé que yo lo soy para ella. Siempre que me visita terminamos llorando, riendo y finalmente llorando de nuevo.
Cameron es un gran amigo también él único amigo del sexo masculino que me trato bien aunque supo sobre mi enfermedad.
Danielle fue lo más cercano a una madre que tuve, ya que la mía no tiene derecho a ser nombrada de esa manera, mi tía Celia también puede llamarse “madre" porque me dio una gran vida en mis días contados. Jake fue alguien tan amable conmigo. Y a Nathan lo considero un hermano.