┏━━━•❃°•°ALEXANDER°•°❃•━━━┓
Llevábamos una semana trabajando junto a Nathalie, cada mañana pasaba por ellos al departamento y los llevaba a la compañía, los niños estaban muy felices de pasar más tiempo conmigo y yo no cabía de la dicha cada vez que corrían a mis brazos y me llamaban papa, era algo inexplicable.
Mire por el gran ventanal de la oficina, era un día con un clima perfecto y no tenía ganas de desaprovecharlo, adelante bastante trabajo durante el día así podía irme unas horas más temprano y salir con mis pequeños y Nath.
Busque uno de los últimos documento en las cajas que habían en la mesa de la sala de juntas, hacia una semana que nos mudamos temporalmente a trabajar en el piso dieciocho, en las salas de juntas, mientras renovaban el piso superior, por pedido de Chloe y Lexie se había decidido dejar las oficinas de Edward, Chloe y el equipo legal en el último piso junto con presidencia y Vicepresidencia, las chicas querían trabajar todas en el mismo espacio para compartir mas tiempo juntas, yo no tenía ningún problema con ello, siempre y cuando, su trabajo fuera impecable.
Chloe y Lexie se habían encargado de diseñar y ordenar todo, yo solo pedí que me dejaran mi oficina tal y como estaba con el hermoso ventanal con vista a la ciudad, y obviamente que las oficinas del equipo legal quedaran justo al lado de la mía.
Con Nathalie las cosas iban mejorando de apoco, un poco lentas, pero había decidido ser paciente, estaba teniendo pequeños detalles con ella, eso que a enamoraron desde el principio, un postre, una flor, un cumplido, nada ostentoso, amaba la sencillez de mi esposa, amaba todo de ella.
Volví a mirar por la ventana de la sala, ya no iba a adelantar más, era hora de irme y compartir tiempo con mi familia, mientras terminaba de revisar un último contrato decidí enviarle un mensaje a Nathalie para que retirará los niños.
Desque que iniciamos nuestro trabajo juntos, Nathalie me había dejado a cargo de entregar y buscar a los mellizos de la guardería, a pesar que trabajábamos en el mismo lugar y perfectamente podíamos hacerlo juntos, ella quería que ellos pasarán más tiempo conmigo.
Terminé de ordenar todo y decidí ir a la guardería por las escaleras de emergencia, quería ver que el guardia contratado hiciera un buen trabajo.
Al llegar al piso vi a Nathalie hablando con Tiffany, su rostro estaba completamente rojo, parecía furiosa y con ganas de saltarle encima, me acerque a pasos lentos y frene de golpe al escuchar a la señorita Moore.
— Ya le dije señorita, no puedo entregarles a los hijos de Alex — fruncí el ceño al escucharla nombrarme con tanta confianza, pero decidí no intervenir por el momento, quería escuchar más, así tenía más pruebas en caso de tener que despedirla, esta vez no me quedaría callado como lo hice con Susan.
— Y ya le dije que son mis hijos.
— Lo dudo mucho, a menos sea toda una arribista y vaya tras la fortuna de Alex, y abrió las piernas sólo para asegurar dinero — ¿esta era la mujer que cuidaba los niños? Qué demonios.
— Y eso te duele porque eres la que quiere abrirle las piernas a mi esposo ¿No? Pero para tu información, no busca más piernas que las mías — sonreí, escucharla marcar territorio y además con ese tono de celos me subió el ego al máximo, conocía a Nathalie y estaba por saltarle encima a aquella desubicada mujer.
— Quisieras ser su esposa, mejor vaya a un hospital psiquiátrico, ya está delirando — decidí que era suficiente por el momento, no quería una pelea justo en la guardería, había muchos niños allí.
— Amor, ¿porque tardas tanto? — me acerqué a ella y aprovechando el momento le di un suave beso en la boca, al principio parecía sorprendida pero no lo rechazó.
— ¿Pasa algo señorita Moore? — mire a la chica que parecía nerviosa ahora.
— Señor Alexander, esta mujer buscaba retirar a sus hijos, ya sabe las reglas del lugar, nadie que no sea sus padres se pueden llevar los niños.
—Señorita Moore, escuche perfectamente cuando mi esposa le dijo que era la madre de los mellizos, es usted una persona muy poco profesional, además, prácticamente trato de cualquiera a mi esposa, sabe usted que ella es la dueña de esta compañía ¿No? — la chica estaba pálida.
— Pero Alex — la interrumpí inmediatamente.
— Señor Le Roux para usted, ahora le voy a pedir que busque sus cosas y pase a recursos humanos por su liquidación, no trabaja más para nosotros, gracias por su servicio.
— No puede hacerme esto señor, necesito el trabajo, mi hermano está enfermo, señor — la ignore y tome la mano de Nathalie para adentrarme a la guardería.
Nunca más iba a permitir que alguien le faltara el respeto a ella, no iba a cometer me nuevo el mismo error; la sentí frenar mientras me apretaba la mano.
— Alexander, no puedes despedirla, ella necesita el trabajo — la mire incrédulo.
— Te trato mal, y quieres que la deje aquí, así como hizo eso contigo puede hacerlo con cualquier otro empleado creyéndose la dueña del lugar, lo siento Nathalie, pero no, no la quiero más en la empresa, mucho menos cerca de los niños.
— La puedes ubicar en otro lugar, archivo, paquetería, algo que no tenga que ver con los niños — la vi suspirar melancólica, — Ya la escuchaste, su hermano está enfermo — se quedó metida en sus pensamientos y recordé a Rose, Nathalie había trabajado muy duro para darle lo mejor a ella.
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Editado: 19.10.2022