Volver a Verte

GABRIELA

Aquella mañana la señora Ruíz, Directora de la Universidad Nacional de Lima, había entrado al salón de la joven con un portafolio negro en el que se encontraban inscritas de manera cursiva, fina y legible; en letras mayúsculas de color dorado; las iniciales G.P... las iniciales de la castaña.

- Gabriela Parker, la espero en mi oficina- dijo sin siquiera mirar a la mencionada; a pesar de que la conocía;  y de manera tan alta que parecía ser una orden de la encargada del servicio militar en vez de ser una de la Directora rectora de una de las mejores Universidades de Lima o inclusive de todo el Perú.

Gabriela; después de obtener el permiso del docente de aritmética, el hombre más directo, frío e indiferente que ella en su corta vida habría imaginado llegar a  conocer; se encaminó hacia el lugar indicado por la directora.

Mientras andaba por los solitarios pasillos su mente ,llena de curiosidad y horror, empezaba a idear los posibles motivos de su repentina y misteriosa invitación al lugar menos agradable de todo estudiante Universitario que supiera lo que le convenía y lo que no.

Cuando llegó, dudó en si debía tocar o no. Es decir quería , no, anhelaba saber la razón de su llamado, pero... ¿Sí este no era bueno?, ella no quería arriesgarse.

Pese a eso ella tocó, lo más débil y silencioso que pudo esperando que nadie se encontrara en el interior, tristemente se equivocó.

Cuando Anne; la secretaria de la directora; le abrió la puerta e invitó a pasar, su mente se posó en aquella habitación de color beige.

En ella se hallaban reposando cómodamente ;en aquel sillón de cuero que se encontraba frente a la mesa de la mini sala de estar; los padres de Gabriela mientras charlaban con la encargada del lugar.

Carraspeó su garganta lo más fuerte que pudo para que así, al menos, los presentes notaran que ella se ubicaba de pie junto a ellos.

Funcionó, voltearon a verla y le dijeron de la manera más fría, seria e inespreciba; como si estuvieran hablando con un empleado más sin experiencia, operario de una de las tantas empresas que tenían a su poder.

-Nos vamos a los Ángeles, California y usted señorita, no tiene permiso alguno para reprochar... ya está todo arreglado, tienes tres horas para despedirte de todos tus amigos y en especial de nuestro querido Jeremy, tu novio...

"Novio", tras escuchar salir de la boca de su madre esa palabra, su cuerpo se tensó. Gabriela no le había contado aún, lo de su ruptura con "El perfecto Jeremy", que resultó no tener nada de perfecto, después de haberla traicionado con su mejor amiga.

- Pero madre... es que yo... es que Jeremy...

-¡Es qué tú nada, ¿acaso no me oíste?, tienes solo tres horas, Largo!

Ella rendida solo asintió y se marchó.

Tenía solo tres horas para decir "adiós" a sus amigos, docentes... para despedirse de Sofía; que a pesar de su traición seguía siendo su mejor amiga... y de Jeremy.

Si pudiera describir con una sola palabra su tan cobarde acción la que encajaría perfectamente sería, sin duda alguna, Tonta. Es decir, no era la primera vez que este la engañaba con Sofía y tampoco era la primera vez que Gabriela los perdonaba... a ambos.

Todo porque sus padres eran socios de los padres de "Jeremy, el perfecto" y       "Sofía, la irreemplazable". Estaba harta de tener que socializar con personas tóxicas, solo por que estas tenían dinero y además de ello importantes títulos empresarios.

Pero para su mala suerte, ella no era quien tomaba las decisiones, no era la que tenía el poder de decir "No me gusta esto", "Prefiero aquello" ó "Mejor está este". Tampoco el poder para escoger a sus amistades y en el caso de que lo tuviese, ella desaparecería, se esfumaría del círculo hipócrita en el que se encontraba.

Ella no tenía las riendas de su vida. Ella no era ese alguien... ese alguien tenía nombre y apellido y era Lilian Smith, su madre.

Desde que Gabriela tenía uso de razón, Lilian siempre había tomado las decisiones de su vida con la justificación de que "aquellas acciones, eran lo mejor para su hija y que en un futuro se las agradecería" y ahora que esta tenía dieciocho años lo seguiría haciendo y no se cansaría de hacerlo mientras estuviera viva o mientras Gabriela no se quejará o pusiera un alto; algo que para Lilian nunca pasaría"

En el momento en el que los compañeros y amigos de la adolescente se enteraron sobre su mudanza; puesto que en esa Universidad toda noticia nueva corría como si de pólvora se tratase; no dudaron ni un segundo en realizarle una fiesta sorpresa de despedida y como si con eso no bastara, decidieron invitar a "la mejor amiga y el novio; es decir a Sofía y Jeremy; para que así fueran partícipes de este supuestamente conmovedor e inolvidable momento... claro según ellos porque según la anfitriona sería más bien perturbador e incómodo momento.

Cuando el grupo dejó a solas a "la pareja perfecta del año", Jeremy de manera cruel y déspota se dirigió hacia su novia diciendo.

-  No importan cuantos kilómetros nos separen tú seguirás siendo de mi propiedad, porque tú eres Mía- dijo enfatizando lo último.

Gabriela no pudiendo contener su tristeza le dijo.

- ¡ Yo no le pertenezco a nadie y menos a un ser tan despreciable, egocéntrico, cretino y violento como tú!

El joven rubio tratando de de mantener la calma para no armar un escándalo en plena despedida de alguien que no amaba, respondió:

-  Eso ya lo veremos, estás advertida.

"No", fue lo único que alcanzó a oír Jeremy, debido a que su amada se estaba retirando del lugar para prepararse para su vuelo.

(...)

Una vez ya lista se dirigió al aeropuerto junto a sus padres. En eso empezó a sonar en la radio la canción favorita de su hermano. Empezó a sonar "Yesterday" de los Beatles.

Ella no pudiendo contener el sentimiento de murria que crecía en su interior  conforme avanzaba la canción empezó a llorar en silencio para no alarmar a su madre.




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