"- ¡Nooo!, ¿por qué?, tranquila cielo solo resiste pronto saldremos de aquí- dijo mientras acariciaba el rostro borroso de la pequeña chica que tenía en brazos.
- Ben, te quiero...- dijo ella con tono cansado y dulce a la vez.
- Yo también cielo, solo resiste- dijo él tratando de estar sereno para ser el apoyo de la que consideraba el amor de su vida.
- Ben, yo...
- ¡ Ela, mírame, solo mírame y por nada del mundo cierres los ojos!
- Yo...- dijo ella volviendo hacia él esos pupilas color almendra que tanto amaba y que le volvían loco..."
Y despertó sobresaltado, como lo había estado haciendo durante los últimos tres meses.
Solo era un sueño... un sueño nada más. Pero se sintió tan real.
Siempre que el pelinegro llegaba a esa parte del sueño despertaba todo transpirado, lleno de angustia y terror, tanto así que cuando estas "pesadillas" poco a poco se intensificaban más que de costumbre, se despabilaba llorando , gritando y golpeando la cama. Ya no podía más.
Cuando miró la hora en su celular, notó que el cielo estaba muy despejado y alegre para ser las cinco y cuarenta de la mañana.Se aseó y vistió lo más lento posible para que de esta manera pudiera matar al tiempo y así no tener que responder el larguísimo, abrumador y desesperante cuestionario que su madre realizaba cada vez que oía a su hijo llorar o gritar de manera tan angustiosa, mientras dormía.
Hace dos semanas que Gisella, su hermana; se había enterado de estos sucesos y apenas lo hizo, desde Inglaterra obligó a Benjamín a visitar a un psicólogo para que de manera urgente empezara a acudir a terapia.
(........)
"Ela", al menos esta vez sí pudo descubrir el nombre o apelativo cariñoso de la chica de la que en sueños estaba perdida y terriblemente "enamorado". Felizmente solo eran eso: sueños, hechos que nunca en la vida sucederían; en especial eso de estar "perdidamente enamorado" ya que para él esas palabras habían marchado junto al verano pasado tras ver como Verónica, su novia; de manera tan descarada y totalmente natural lo traicionaba con Scott, su mejor amigo.
Pero, ¿ saben que es lo más gracioso e irónico de todo este lío amoroso? Pues que todos a su alrededor sospechaban de esto y trataron de advertirle, más él de manera necia y obstinada negaba rotundamente estas suposiciones: suposiciones que finalmente terminaron ser completamente ciertas.
El solo hecho de recordar el más mínimo detalle de dicha escena en aquella habitación le causaba dolor, decepción, tristeza y, sin poder terminar de creerlo y aceptarlo, rencor.
¡Quién no lo haría, después de presenciar con sus propios ojos como las dos personas en las que más confiaba y unas de las que más quería: su novia y mejor amigo, casi hermano; lo traicionaban sin ninguna muestra de culpabilidad o remordimiento alguno, absolutamente nada!
Es por ello que desde ese día algo en Benjamín se rompió y no se restauraría tan rápido ni fácil como los causantes de ello creían.
Cuando ya eran pasadas las siete de la mañana, respiró hondo para que así pudiese llenar su ser de valentía y tranquilidad y de esta manera poder ir a reunirse con sus padres y victoriosamente evadir su lista de preguntas sin fin.
Pero para su fortuna, Ana y Francisco: sus padres; no hicieron ningún comentario o pregunta respecto a la trágica situación que estaba viviendo su hijo aparentemente sin razón alguna.
Más bien, cuando lo vieron bajar los peldaños de la escalera de roble, lo invitaron a ocupar algún asiento del gran comedor de cristal.
Los primeros diez minutos estuvieron inmersos en un incómodo e insoportable silencio.Hasta que para tranquilidad y dicha de todos Ana decidió romperlo.
- Benjamín, mañana al mediodía estarán llegando los Parker Smith y quiero que por favor, hijo; vallas al aeropuerto junto a nosotros. Tu irás a recoger a Gabriela y mostrarle un poco el lugar.
Así era su madre, tan sincera, respetuosa, directa y clara, pero también cariñosa y graciosa cuando había ocasión de poder serlo, desafortunadamente esas "ocasiones" eran muy pocas y estaban contadas.
- Disculpe madre, pero si ustedes van a asistir al encuentro, entonces ¿ por qué yo también? Es decir, no es que no quiera ver a esas persona pero ¿ por qué?
- Por dos sencillas razones- habló el padre con su característico tono de molestia y frustración- la primera: porque eres nuestro hijo y la segunda: porque Eduard con Lilian, tu madre y yo nos estaremos dirigiendo hacia otro lugar. ¿ Entendiste?
- Sí, eso me quedó más que claro. Solo tengo una pregunta más.
- Habla- dijo Francisco de manera brusca.
Sin duda la empresa lo tenía frustrado, más de lo que debería; a decir verdad.
- ¿ Quién es Gabriela y por qué hablan de los Parker como si los conocieran de toda la vida? Es la primera vez que oigo que ustedes se expresen de esa manera acerca de unos socios suyos más- habló el joven esta vez con cierto y evidente interés en sus palabras.