Sin colores

Esta es la historia de un colibrí, uno de los tantos qué hay, se siente común y corriente.

Es un colibrí sin colores, aunque es de la especie de oreja violeta (Colibri thalassinus) caracterizada por tener unos colores exóticos y llamativos, similares a los del Pavo Real azul. Cuando la pequeña ave se observa en el reflejo de algún cuerpo de agua, todo lo que puede observar de si mismo es gris.

Gris es como se siente, ni bueno ni malo, sólo ahí, sin significar nada. El mundo, corrección, SU* mundo ya no tiene la misma esencia de antes, ahora los días pasan y pasan y nada interesante sucede en su vida.
Como una monótona y abrumadora rutina.

Aún le falta tiempo por emprender su vuelo.
Pero entre más se acerca el día, se siente menos capaz.

En un principio su anatomía era como la de cualquier otro colibrí que puede percibir el espectro ultravioleta que incluye los colores rojo y verde ultravioleta; pero conforme el paso del tiempo va viendo el mundo con menos saturación, todo se está volviendo gris.

Está todo el tiempo en un trance, todos vuelan a su alrededor, pero el sólo está allí, existiendo.