Vuelve a mi

Epílogo

Sonrió caminando por el sendero y llegó justo al lado de Hanna.

-¿Dónde están los demás?- Hanna sonríe y levanta su cabeza señalando hacia un lado donde observamos como mi esposo corre de un lado para otro con nuestra pequeña de tres años en sus brazos quien ríe a carcajadas mientras sus hermanos de seis años trata de atraparlos. -¿Y los tuyos?- Rueda los ojos y me vuelve a señalar con su cabeza y observo que su esposo carga  a sus dos hijos viniendo hacia nosotros.

-Tomen- Mateo nos pone a cada niño en nuestro regazo y sale corriendo.

-¡Niños! No dejen que escape - grita su madre y ambos niños se levantan riendo y salen detrás de su padre.

-Ahora si solas- Hanna se acuesta sobre el mantel -Sirve una copa querida- Sonrió y sacó la botella de vino de la canasta y sirvo un vaso para ella y otro para mí.

Hemos decidido salir de pinic, mientras los chicos juegan con los niños nosotros disfrutamos del vino.

-Esto es vida- Me acuesto a su lado y ambos sonreímos mirando hacia el cielo.

-¿Qué tal si esta noche nos escapamos?- Dice Hanna con diversión y una sonrisa.

-No creo que nuestros esposos caigan de nuevo- Digo riendo.

Hanna y yo hemos dejado amarrado varias veces a nuestros esposos y nos hemos escapado hacia el pueblo ya que nuestros maridos son muy celosos y no nos dejan salir solos y a veces necesitamos un tiempo libre. Noche de chicas, cosa que ellos odian.

-Querida, con tal que le prometas una...- Tapó su boca al ver a mi pequeño Gustavo acercarse cansado.

-Mami quiero agua- Me siento de nuevo y tomo el termo de agua y se lo paso, en ese momento llega su hermano y empiezan a discutir por el termo y antes que se pongan a pelear los gemelos le doy el otro termo a Esteban.

-Mami- Mi pequeña hija Anna se acerca de los brazos de su padre y se impulsa para que yo la tome.

-¿Cómo estás cariño?- Preguntó limpiando el sudor de su frente.

-¡Agua!- Señala a su hermano y antes que haya una pelea, saco los termos de agua. Cada uno tiene el suyo con el diseño de sus dibujos animados. Los hijos de Hanna llegan a pedir el suyo y Mateo y Rick se ponen a nuestro lado.

-Niños siguen jugando que ya casi nos vamos- Los niños gritan y Esteban toma de la mano a Anna y William de  Emma y se los lleva junto con Gustavo.

-¿Qué tal si esta noche salimos?- Dice Mateo pasando su mano por la cintura de su esposa.

-Esta noche dejaremos a los niños y saldremos solos- Susurra Rick besando mi hombro.

-¿Donde iremos?- Pregunto moviendo mi hombro para darle acceso a mi cuello.

-Por ahí, no quiero que nos escuchen y se nos peguen como chinches- Dice con diversión mi esposo mirando a su hermana.

-¡NIños!- Grita Hanna y nos sonríe en forma de lobuna.

-Les diremos pero cállense- dice Rick haciendo señas para que haga silencio.

-¿Qué pensaron?- Se burla Hanna -¿Qué se iban a escapar?- Finje una risa diabólica -Si nosotros caemos, ustedes lo hacen con nosotros- Ruedo los ojos y le doy la espalda para darle la cara a mi esposo y recostarme en su pecho.

-Estamos perdidos- Susurra mi esposo y sentimos como un cojín cae sobre su rostro.

-¡Hey!- Devuelvo el golpe haciendo que caiga sobre el rostro de Mateo.

Mateo toma el cojín de Hanna y nos lo lanza y de un momento a otro empezamos una guerra de almuhadas. Entre risas empezó el desorden, la botella de vino cayó sobre el mantel, la canasta y los termos quedaron igual. Nuestros hijos se acercaron y empezaron a lanzar la comida que habíamos traído para almorzar y se formó un campo de batalla. Ya después éramos una familia contra otra y todos terminamos hechos unos completos desastres.

Salir, fue imposible. Una vez más el cansancio nos ganó y después que nuestros hijos se durmieron, hicimos el amor y quedamos profundamente dormidos.

Esa era nuestra rutina, compartir en familia. 

Conocer a Rick fue lo mejor que me pudo pasar. No solo cambió mi vida, me enseñó a amar, a sentir. Me enseñó a reír y a llorar de tristeza o de felicidad.  Los años a su lados me hace vivir cada día una experiencia nueva,  su hermana es mi mejor amiga, ambas nos juntamos y hacemos corto circuito como dice mi amado esposo.

Nuestros hijos son nuestros mayores tesoros.

He aprendido aprovechar cada segundo de la vida en vivir al máximo.  Reír, llorar, gritar. Todo cuenta, solo vive y se feliz...

Fin...

Espero que les haya gustado. Es corta pero sustanciosa.

Si llega el momento para hacer un libro completo,  lo haré.  Gracias por su apoyo.

Xoxo






 

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En el texto hay: romance, drama, nuevaoportunidad

Editado: 06.09.2024

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