Aquí me encuentro sentada en espera de que nos llamen para abordar.
Seriamente pensaba que aquí iba a morir, pero no, toca regresar al lugar donde nací y viví hasta los 10 años. País el cual deje hace unos siete años.
A esa historia es muy graciosa deberíamos contarla.
Silencio conciencia mía, pero si esa historia es muy graciosa que debe ser contada.
Resulta que de vacaciones fui a visitar a la hermana perdida de mi padre, digo perdida porque nunca supe de su existencia, las vacaciones que eran unos dos meses se volvieron mágicamente siete años. Nunca supe por qué “talvez se cansaron de mi” era la frase que más vuelta daba en mi cabeza. Tenía solo diez años y la pasaba llorando por no poder volver.
Las excusas eran que se olvidan del dinero para el boleto, luego que me iba hacer bien estudiar en otro país lo tome con la mejor sonrisa porque iba a conocer y hacer amigos nuevos pero aun así sentía que me faltaba algo. Extrañaba a mi papá aunque lo último que hacía era regañarme y gritar mucho en su despachó, cocinar con mamá era mi pasatiempo favorito y sobre todo extrañaba a mi hermana.
Clara María y yo éramos inseparables todo lo hacíamos juntas es un año menor que yo, mamá aprovechaba eso para vestirnos iguales, todo nuestra ropa era igual incluso zapatos y accesorios.
Fue horrible ver por fotos como celebraban el cumpleaños de mi hermana no sentí envidia ni celos solo tristeza de no poder estar ahí con ella y también qué en mi cumpleaños se acordaran al día siguiente, la razón fue que tuvieron una cena importante y eso los mantuvo distraídos ahora lo puedo entender pero la Elia de 11 años no. Mi tía hizo el esfuerzo de comprarme un pastel, me canto feliz cumpleaños junto a mis dos primas: cristel y cristal fue muy bonito pero eso no impidió que al llegar a mi habitación me echará a llorar hasta quedar dormida.
Tiempo después me di cuenta que si yo no llamaba ellos no lo iban hacer así que deje de insistir. Ahora a mis 17 años voy de regreso y no es porque quiera sino que tengo que mantener viva a mi bebé, si así es, soy madre adolescente. No tengo el dinero suficiente para poder mantener a mi bebé aquí y también es la excusa perfecta para que mi tía pueda salir de aquí y así evitarnos más acoso por parte de su ex pareja, ya ha entrado dos veces a casa con la intención de golpear a mi tía, porque según él está siendo una mujerzuela por conversar con hombres.
Tengo miedo de regresar me fui siendo una niña y vuelvo con otra niña, siendo sincera no me arrepiento, desde el día que la tuve en mis brazos y mire su carita, supe que tenía que cuidarla con mi vida. Dar mi vida siempre antes que la de ella.
Cuando mis conocidos, vieron a mi niña, sé que a mis espaldas murmuraban lo bien que pude esconder mi embarazo, y es que absolutamente nadie nunca sospecho que yo estuviera embarazada.
Jamás voy a olvidar la cara de mi tía, cuando llegue con la niña en brazos.
-de quien es ese bebé, cariño-dijo mi tía al verme entrar, con un bebé envuelta en una mantita rosada.
-yo…ella…ayer- las palabras no salían, todo se enredaba, no sabía que decir
Como le digo la verdad.
-cariño, cálmate que paso-su cara mostraba sorpresa e intriga
-es mía – solté. Ya que, ya solté la sopa, tocara afrontar lo que se viene, no hay vuelta atrás Elia, repito no hay vuelta atrás.
Sin más el conté a mi tía, que en lugar de ir a la casa de Elizabeth (la única amiga que tenía) fui al hospital ya que en medio camino me comenzaron ciertos dolores.
Sin embargo mi tía quería más respuestas quería saber cómo fue que puede ocultar 9 meses un embarazo, pero sobre todo quería saber cómo paso.
Buenoooo tampoco es difícil no, ella tiene 2 hijas está más que claro, ya que tiene la teoría y la práctica.
Quería saber quién era el padre, nunca tuve una relación seria, y confianza entre mi tía y yo había mucha, ella sabía de mi vida sexual, sabia de mis encuentros y todo. Somos más que tía y sobrina.
Era muy raro que yo llegara así, con una nena diciéndole que era mi hija.
Antes que nada mi tía me hizo sentar en el sillón de la sala y aproveche para tratar de calmarme, me pidió cargar a la niña sorprendiéndome demasiado. Sin pensarlo dos veces se la di
-puedes empezar – fue lo único que salió de su boca mientras se sentaba a mi lado –sin omitir nada por favor
Pude ver decepción en sus ojos, y nunca en mi vida me sentí tan mal
-todo empezó en la fiesta de la prima de Elizabeth, te acuerdas que no llegue a casa y al día siguiente llegue muy tarde- asintió- bueno, hay paso yo…
-es de Lucas entonces-me interrumpió (en serio creía que era de él, lo de Lucas y yo solo era sexo)
-no, claro que no –ella solo me miro con intriga-ese día Luca y yo discutimos mucho y no asistió a la fiesta, por lo que yo enojada decidí tomar y olvidarme de todo, baile con un chico, recuerdo que estaba algo mareada…
-se aprovechó-volvió a interrumpir
-noooo-conteste de inmediato, viendo como su semblante se relajaba-déjame continuar sí, no me interrumpas-asintió y yo seguí- estaba un poquito mareada, pero consiente de mis actos, no se aprovechó ni nada, yo quise hacerlo, a la mañana siguiente nos despedimos fue muy amable pero fue cosa de una noche. Pasaron los meses y vi un retraso y fue cuando me acorde que no me había cuidado.
-Y la confianza Elia-su rostro mostraba tristeza, mientras arrullaba a la niña
Si ella estaba decepcionada de mí
-yo trate de decirlo muchas veces, pero sentí que se lo ibas a decir a papá, no quería que se enteraran, sabes cómo es el- mi voz sonaba clara pero la verdad es que me estaba muriendo del miedo