— Mejor no pensar en eso —Morales iba en el asiento de copiloto mientras Rick conducía— Merle se quedó allá por su propia culpa —de igual modo Rick no podía evitar sentirse culpable por dejarlo allí— Nadie se entristeceré si no vuelve. Excepto quizás Daryl.
A T-Dog se le cayó la llave de las esposas a un conducto de desagüe, con todo lo que pasó ni siquiera me enteré hasta que salimos de Atlanta que el imbécil no estaba con nosotros.
— ¿Daryl? —si no fuera porque Rick preguntara no me enteraría de nada. No soy de las personas que habla con los desconocidos de un apocalipsis.
— Su hermano.
Glenn iba en un auto rojo bastante bonito, pero su alarma estaba comenzando a dejarme sorda.
Podías escucharlo gritar de felicidad.
— Al menos alguien se está divirtiendo.
— La felicidad no le durará mucho cuando lo atrape —gruñí tapándole los oídos a Josh mientras Mus hacia un intento de aullido.
A lo que dijeron vamos a su campamento en las montañas. Y cuando dejé de escuchar el auto de Glenn supe que habíamos llegado.
Cuando paró el auto ellos fueron los primeros en bajar.
— Vengan a conocer a todos —invitó Morales antes de bajar.
Primero los saludos entre ellos, supongo talvez familia o algo parecido que los esperaban, estaba dudando en bajar.
— ¿Bajamos? —preguntó Rick.
Me encogí de hombros.
— O podrías pisar el acelerador he irnos —me sonrió, aunque no duró mucho con lo que dije después— ya no tenemos porque estar aquí.
— ¡Hey chico helicóptero, ven a saludar! —gritó morales— ¡bateadora, son buenas personas, prometo que no querrás matar a nadie!
Resoplé resignada a que debíamos bajar.
— ¿Cuánto apuestas a que no terminaré noqueado a alguien?
— No quiero perder nada, gracias —dijo divertido.
Abrió la puerta y bajó él primero, luego de suspirar empecé a bajar detrás de él mientras escuchaba a Morales decirles que él era policía y yo una loca con un bate.
Ayudé a Josh a bajar y puse a Mus en el suelo para tomar a Josh de la mano.
— ¡Papá!
Con ese grito levanté la mirada.
Primero un niño y Rick se acercó para abrazar a una mujer. Un abrazo familiar.
Supongo que mi amigo policía aún tiene mucho que hacer aquí.
Todos tenían la mirada puesta sobre ellos, supongo que encajaron muchas cosas en sus cabezas. Estaban tan distraídos que no notaron cuando nos fuimos acercando.
— Rick —lo llamó Josh luego de un rato— ¿ellos son tu familia?
Él desvió la mirada a su dirección y le sonrió.
— Así es Josh, ¿quieres conocerlos? —mi hermanito asintió contento— claro, con el respectivo permiso de tú hermana gruñona...
— Cállate —gruñí
Josh al escucharme me miró y luego a Rick.
— Ella dice que sí. —no pude evitar reírme porque enserio dije que sí, a mi modo, pero sí.
— ¡Oh por Dios! —di unos pasos atrás y en un reflejo tome el mango de mi bate. Pero solo era una chica igual de rubia que Andrea— ¿Eres militar? —la pregunta esperanzada de la hermana de Andrea me tomó por sorpresa, simplemente negué con la cabeza.
°°°
— Desorientado. Creo que es lo más cercano —abrazó más a su familia— asustado, confundido, todo eso, pero creo que la palabra es desorientado.
— Las palabras suelen ser escasas. Algunas veces quedan cortas —murmuró Shane mirando el fuego.
— En un momento pensé que estaba en coma soñando y que nunca más iba a despertar.
Se estaba volviendo un poco incómodo para mí así que comenté.
— Y ¿por qué no nos habías contado que estabas en coma por un disparo?, diablos Rick, eras toda una fichita —me burlé.
Se rió. Para ser un hombre mayor, casado y con hijos, me agrada que se ría de mis estupideces.
— Mamá dijo que habías muerto —las palabras de Carl hasta a mi me dejaron muda.
— Ella tenía razones para creerlo. No lo dudes nunca —contestó.
Definitivamente ésta vez no me había equivocado, Rick era un buen hombre.
Supongo que esa es la diferencia entre un hombre y una mujer. Aunque me cueste admitirlo un hombre jamás sería cruel con quien ama, al menos él.
— Cuando las cosas se pusieron feas, el hospital dijo que te evaluaría y llevaría con otros pacientes a Atlanta, nunca pasó —miré instintivamente a Lori luego de las palabras de Shane.
Ella agachó la cabeza, definitivamente algo ocurrió.
— Es lógico después de lo que pasó en Atlanta —ella asintió— por cómo lucia el hospital, lo invadieron.
— Estaba desbordado. Apenas los saqué de ahí ¿sabes? —a pesar de sus palabras no me cae el sujeto, Shane no parece una persona... sensata.
— No puedo decirte lo agradecido que estoy Shane. No puedo comenzar a expresarlo. —Rick estaba muy agradecido, y algo segado diría yo y no lo culpo, a lo que entendí Shane es su mejor amigo.