Welcome to the mafia

Prólogo

Orfanatorio estatal...
 

11:45 pm.
 


- ¡Deja de llorar! ¿quieres?

Joe gritó a su pequeño hermano haciendo que este llorara mas fuerte

- maldición - gruño frustrado.

Era realmente agotador tener un hermano menor... ¡peor aún!tener que criarlo solo en un orfanato, pasar noches en vela para cuidar de sus malos sueños, jugar con el por las tardes...

¡claro que eso no era ningún problema! a Joe le encantaba jugar con su hermano.

A pesar de las burlas de sus compañeros el nunca vio nada malo en jugar con su hermanito de apenas cuatro años de edad, a los nueve años era el niño más maduro de todo el orfanato, ¡todos los adultos del hogar lo amaban!

pero...

tal vez ese "amor" no era mucho, ya que acababa de enterarse que para mañana tendría una nueva familia. Un nuevo hogar... ¡ese era el problema!

"tendría"

Él sólo. 
sin su pequeño Will.
sin su pequeño hermano.

¡que injusticia!

tenia poco tiempo para planear su escape, no iba a dejar a su hermano solo.
No permitiría que le arrebatasen a su única familia.

- Shh, tranquilo peque, no quise gritar - decía Joe meciendo a su pequeño hermano en sus brazos mientras hacía malabares para intentar limpiarle la nariz.

- ¡Yo puedo! - replico el niño con voz chillona - ¡ya soy grande!

- Claro que eres grande pequeño Will - contestó Joe con una leve sonrisa.

- mañana seré tan alto como tú - murmuraba soñoliento el niño.

- Duermete - rió Joe - mañana veremos tu crecimiento. 
Lo arropó en su cama y como todas las noches le cantó su canción de cuna preferida.

Will tenía la costumbre de dormir con aquella nana :

Mirando las estrellas veo tu rostro en ellas...

Mirando la luna veo tu rostro en ella...

Tal vez sea el sueño, tal vez sea que te extraño,

Por si acaso dormiré y tal vez mañana, me despierte a tu lado.
 


- Joe - Will sujeto su muñeca cuando este se estaba yendo.

¡El maldito niño no se dormía!

- ¿Que sucede peque? ¡Juro que hice mi mejor esfuerzo por cantar!- bromeó Joe haciendo una mueca graciosa que provocó una risita al niño.

- no me dejes solo - murmuró después de un rato, con sus ojos azules cristalinos cerrandose del cansancio.

- Duerme pequeño Will - contestó Joe - iré a la cocina, no tardare mas de dos minutos.

Se acerco y le planto un beso en la frente. Amaba a ese pequeño diablillo.

- Te quiero mucho Joe, eres el mejor hermano - murmuró Will antes de caer en un profundo sueño.

- Yo también te quiero peque - susurro Joe antes de cerrar la puerta.

Se dirigía al despacho del director para tratar de convencerlo por ultima vez cuando escuchó varias voces desconocidas, con sigilo se acerco a la ventana y observo a dos hombres con trajes negros, ambos de espaldas a él.

- Vamos hombre - gruño uno de los tipos - ¡te prestamos dinero! es mejor que nos lo devuelvas antes que nuestro jefe se enfurezca y no queremos que pase eso, ¿verdad?

- N-no señor - tartamudeaba Silvio, el director del hogar - solo necesito un poco mas de tiempo, todavía no recaude todo el dinero,se-señor.

- Bien - resoplo el hombre -¿que se supone que tengo que hacer ante eso?

- Yo sugiero que le demos un poco de tiempo - hablo el otro hombre mientras sacaba un arma - Pero mientras tanto ,te dejaremos un recordatorio para que no nos olvides viejo, ¿Marck? - llamo a su compañero.

- ¿Que quieres?

- Ve y mata a uno de los niños...

- ¡Noooo! -gritó Silvio - no pueden hacer esto, por favor..

- Es demasiado tarde viejo - gruñó el señor corpulento de traje - Marck ¡ahora! - este asintió y salio azotando la puerta trasera.

Joe se tomó un momento para pensar en las palabras de aquel matón y después de unos segundos de shock, corrió a toda prisa en busca de su pequeño hermano, iba bajando por las escaleras cuando el horrible y ensordecedor ruido de un tiro se escucho en toda la sala asustándolo como el infierno y haciendolo caer torpemente por los últimos escalones.

- ¡Will!- grito con horror al entrar a su habitación y ver a su hermano tendido en la cama con las sabanas ensangrentadas,lo sacudió varias veces, le rogaba para que despertase, pero ya no había nada que hacer, era inutil.
Will...
el pequeño Will...

había muerto.



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En el texto hay: contenido para adolecentes

Editado: 21.09.2020

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