Welcome to the mafia

Capitulo 20: Museo

 

Los Angeles, California.

 2 años atrás... 


Mike se encontraba en estado de shock, jamás imaginó que la familia de Jade trabajaba para el gobierno, sabía sobre su alto nivel económico, ¿pero esa mansión? impresionante...

—Dime - exigió Joe al ver a su hermano con expresión atónita

—Hermano, esto...- carraspeó Mike - creo que nos metimos en terreno peligroso...

Joe quitó a Mike de su asiento y hecho un largo vistazo a la computadora.

—Paul Carson Bennet metido en la Cosa Nostra? - murmuró incrédulo

—¿Cosa Nostra? - repitió Mike - ¿que es eso?

Joe se maldijo mentalmente  por murmurar en voz alta, se supone que su hermano no debería implicarse en esto.

—Cosa Nostra es una mafia - explicó con desinterés - al parecer Paul trabaja para ellos...

—Como economista - afirmó Mike tecleando unas palabras en la computadora. - aquí - señaló la pantalla a Joe - Paul Carson Bennet, economista del Gobierno de los EEUU - leyó en voz alta.

—Es solo una teoría - bufó Joe

—Es una teoría casi acertada - corrigió Mike frunciendo el ceño - ¿Para que otra cosa querría la Mafia a Paul Bennett? solo sirve como economista...

—Bien, es una buena teoría - coincidió Joe a regañadientes - pero de todas formas aún no entiendo que tiene que ver eso con Jade.

—Tampoco entiendo - suspiró Mike frotando sus ojos - solo sé que odio a su padre.

Joe asintió de acuerdo con su hermano, el padre de Jade en cuestión de cinco minutos les había demostrado el ser despreciable que habitaba en él.

—Mañana le preguntaremos a Jade - dijo finalmente.

—Si, claro - se burló Mike - como si ella solo fuera a decirnos todo

—Solo le haremos las preguntas más directas posibles y esperaremos su reacción.

—Ahi tendremos nuestras respuestas - coincidió Mike observando incrédulo a su hermano - vaya que eres un cerebrito - sonrió burlón.

—Púdrete - siseó Joe dirigiéndose a la salida.

—¿Iras al museo, pequeño Da Vinci? - bromeó Mike.

—No es de tu incumbencia, pequeño gran tonto - gruñó Joe azotando la puerta de la habitación de su hermano.

—Hola querido - saludó su madre cuando Joe se dirigía hacia la entrada de su casa - ¿Irás al museo? - preguntó curiosa.

—¿Cuál es tu maldito problema? - gruñó frustrado - por supuesto que iré...oh, mierda - gimió arrepentido

—Joe Nicollo - lo reprendió su madre - ¿Cómo te atreves a faltarme el respeto?

—Lo siento Elizabeth - murmuró avergonzado.

—¿Elizabeth? - chilló - ¡soy tu madre! ¿acaso ya no me quieres? - jadeó horrorizada - oh por dios, mi hijo no me quiere...

—Mamá, no...

—Ya es suficiente - respiró profundamente - es una de mis crisis, hijo - explicó todavía con lágrimas en sus ojos - ya sabes, tu madre loca...

—No estás loca - sonrió Joe estrechandola en sus brazos - eres la mejor madre que pude tener - confesó.

—Gracias querido - sonrió elizabeth - ahora vete al museo - suspiró cansada -...y no vuelvas tarde - advirtió

Joe besó la mejilla de su madre y salió rápidamente antes de que tuviera otro de sus ataques, suspiró aliviado cuando minutos después pudo encontrar un aparcamiento cerca de la entrada.

  Eran las 19:00 pm, en treinta minutos el museo cerraría sus puertas, no había nadie en él excepto por Joe, quien había pasado veinte minutos recorriendo los mismos cuadros de siempre...

—Es una bonita obra.

Joe volteó para encontrarse con unos ojos color miel observándolo con atención, su piel negra y esa voz... sabía de quién se trataba.

—Lo es - contestó Joe fingiendo una sonrisa - "Pêcher en fleur" es una de mis obras favoritas.

—Es extraño que un joven de catorce años sepa de Arte - murmuró Victor con la vista fija en el cuadro.

—¿Extraño? - rió seco - te diré lo que es extraño - dijo ahora observando a su acompañante - extraño es que un guardaespaldas como tú este queriendo entablar una conversación con un joven de catorce años en un museo que cierra sus puertas en diez minutos - sonrió arrogante

Victor lo observó con sorpresa pero acto seguido soltó una carcajada.

—Me agradas Joe, hablemos afuera

Joe camino detrás de aquel hombre, no muy convencido y aferrado a su pequeña daga en su bolsillo trasero.

***

—Bien - carraspeó Joe luego de un largo minuto de silencio - ¿Por qué estamos aquí? - preguntó pasando su mirada por el pequeño callejón a varios metros del museo.

Estaba seguro de que utilizaría su daga en cualquier momento, pero Victor parecía relajado y ajeno a la mirada inquisitiva de Joe.

—Iré al grano - suspiró Victor volteando hacia Joe - sé que tienes el celular de mi jefe

—Lo tengo - confirmó Joe con una pequeña sonrisa en sus labios - aquí - dijo sacando el móvil de su bolsillo.

Victor lo miró asombrado, no lograba comprender el comportamiento de aquel joven.

—¿Por qué lo tomaste? - interrogó - ¿Por qué ahora solo me lo devuelves sin oponer resistencia?

—No podría ganarte - bufó Joe - no soy idiota.

—El hecho de que aceptaras tu derrota habla muy bien de tí...

—¿Quien dijo que estoy derrotado? - interrumpió  Joe soltando una pequeña carcajada que, aunque Victor no lo admitiera, provocó cierto estremecimiento en él.

—¿Quien eres? - la mirada inquisitiva de Victor dejaba en claro que pronto lo investigaría a fondo, cosa que a Joe no le agradaba en lo absoluto.

—Soy Joe Nicollo - carraspeó de repente incómodo - amigo de Jade Bennett...

—Claro - sonrió Victor - eso  lo explica todo...

—¿De que hablas? -

—Bueno, en cuanto Jade vió el vídeo de seguridad ,donde apareces con aquel chico robando el móvil - explicó - se encargó de eliminar los vídeos a costa de su propio riesgo

—¿Jade sabe que yo tengo el móvil? - preguntó incrédulo - y... ¿que es eso de "a costa de su propio riesgo"?

—¿Por qué robaste el móvil? - contraatacó Victor - No sabes en lo que te estás metiendo...



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En el texto hay: contenido para adolecentes

Editado: 21.09.2020

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