Algunas ves has pensado ¿Qué tan profundo puedo ser el mar?
Cuando tenía alrededor de 15 años tuve la experiencia de ver mar abierto. Estaba nadando en un archipiélago, en otro país y mientras nadaba nade hacia el límite indicado del mar. Pero no pensaba que el limite estaba estipulado para lo que vi, pensaba en ese entonces que era por algun peligro con respecto a algun animal, pero el peligro al parecer era algo más fuerte. Nadé, hasta la orilla de la arena bajo el agua, a nivel de mar abierto y pude observar la imagen que más tiempo lleva pegada en mi memoria. Ahí con alrededor de 15 fue capaz de presenciar el claro azul que se torna el agua cuando la toca el sol, y fui capaz de notar la oscura profundidad que puede poseer el mar.
Tu solo imagina por un momento. Estas ahí, a la orilla de la superficie del mar, y a un solo paso esta el llamado “mar abierto” tan amplio e inmenso. La advertencia era por eso, si proseguías nadando sin un guía podía perderte en la oscuridad, y por ende morir ya que no mirar ni la profundidad y no puedes nadar hacía la claridad.
En realidad, toda esta historia es para hacer una comparación con respecto a la vida. Muchas veces caminamos sobre la superficie del mar, pero cuando menos lo esperamos el mar abierto, de forma tan oscura te atrapa y muchas veces no nos deja salir.
En la actualidad, el “mar abierto” de muchos es la depresión, la ansiedad (como lo es en mi caso) y muchos factores sociales que hacen que siempre estemos a un paso del oscuro “mar abierto”
Empiezo a escribir esto porque necesito, es una necesidad para mi externar todos lo sentimientos que tengo cada vez que no entiendo algo que sucede en mi vida. Necesito siempre encontrar la razón del por qué de muchas cosas. Me asfixio sabiendo que no puedo alzar mi voz, me mata por dentro el hecho de que muchos corazones pierden la fuerza de su latido cada vez más.
Nadie tiene el derecho de callar tu voz, y si gritar evita que te caigas a la oscuridad del “mar abierto”, asegúrate de gritar muy fuerte y alto.