Episodio 1

Una pequeña de 14 años corría velozmente por los corredores de la gran escuela, por primera vez en 4 años pudo volver a la escuela, buscaba a su salvador, debió subir las escaleras que parecían nunca acabar, justo antes de llegar al salon que le había indicado Killian chocó con una chica de negros cabellos que casi cae, estaba a punto de disculparse cuando le llegó un puñetazo que la hizo caer, sorprendida de que la hubieran golpeado miro a la agresora con enojo

-que hace una enana en este piso? - la chica era hermosa, debía admitirlo pero la ira que se estaba guardando no la dejaron mirarla por mucho tiempo, se paro de un salto, dándose cuenta que había comenzado a llegar más gente, intuyo que su mejilla ya debía verse roja

-eso no te importa- respondió alzando la cabeza,  haciendo que los que veían la pelea murmuraran, la pelinegra la miro con odio, nadie le hablaba así, mucho menos una mocosa, estaba a punto de acercarse para volver a golpearla pero noto que la gente había  parado de hablar, se giro para ver que pasaba y pudo ver a Killian parado allí con su cara neutra igual que siempre, sus grises ojos fueron a dar con aquellos dorados que tanto le gustaban pero un punto de su cara llamó más su atención, la pelinegra se acercó a el con una sonrisa malvada

-Killian, por fin te veo- el con su entre cejó fruncido la ignoro y camino hacia la pequeña, los presentes soltaron un jadeo al ver como el acariciaba suavemente la mejilla visiblemente lastimada

-Nirvana- su grave y gruesa voz erizo cada bello de su piel

-estoy bien,  sabes que necesito más que esto para caer- le sonrió, Killian no conforme con aquella respuesta se giro para ver a la pelinegra

-Sabrina- la pelinegra tembló ante ese tono de voz- si la vuelves a tocar te haré pagar- Sabrina trago en seco al igual que los demás- cualquiera que se atreva a lastimar a esta pequeña pagará las consecuencias- Seth su mejor amigo se acercó a Sabrina con una sonrisa macabra hablo

-acabas de golpear a su prometida, quizás no te haga algo ahora pero creeme que planeara lo peor- Sabrina no pudo disimular su cara de terror. 
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Sigilosamente camino por el techo de la casa buscando el punto que se le había indicado, dándose cuenta de que no estaba lejos, con agilidad metió la pequeña esfera por la abertura y salió de allí, su sonrisa era enorme pues le encantaba hacer ese tipo de cosas, la venganza era demasiado tentadora para ella,fue criada para eso y a pesar de no ser normal no le importaba, ella seguiría a Killian hasta la muerte y el a ella, su juramento de sangre no puede ser roto, pero Killian ocultaba algo más, algo que Nirvana no sabría hasta que tuviera al menos 19 años la edad indicada para hacerse cargo de la vida que se le fue asignada

-tan perfecta como siempre al actuar- Killian le sonrió mostrando los dientes e inflando el pecho con orgullo, Nirvana saco su máscara y suspiro mirando de manera triste al suelo alarmando al chico frente a ella- estas bien?

-soy normal?,  antes de que dijeras que no me molestaran dijeron que era un fantasma, mi aspecto no era normal- Nirvana nunca se había preocupado por eso, pues nadie antes la había molestado por ello

-eres perfecta para mi, solo eso debe importar,  y no, tu aspecto no es extraño, eres albina tu genética es así, hoy en día ya es más común ver personas con tu aspecto pero escucha- Killian se acercó a ella y con su mano tomandola firmemente del mentón la hizo mirarle- tu siempre serás única, no hay otra como tu, nadie como tu- el corazón de Nirvana pálpito con fuerza, no entendía la razón de Killian para ser tierno con ella pero a los demás despreciarlos, antes de poder decir algo Killian beso su frente y bajo del auto seguido de ella, una sonrisa apareció en sus labios al imaginar cómo Sabrina debe estar ahogándose con el gas que ya debe estar invadiendo su cuarto,  la pobre debe estar tratando de huir pero Nirvana ya había trabado todas las salidas...