Capítulo VII

Cuando la hora cordada llego el guardia del príncipe se apareció nuevamente en el lugar de la primera vez, lugar que Taehyung ya había intuido sería su lugar de reunión por lo que ya le esperaba allí. Hoseok se acercó a él con una sonrisa y en silencio lo escolto hasta el palacio real, al patio fuera de la habitación del príncipe para ser exactos. El trayecto que no era largo le llevo hasta dicho lugar donde cierto rubio mal encarado le esperaba.

¿Y este qué? Se preguntaba Taehyung al ver que su cara amarga no se había quitado desde el almuerzo ¿Acaso él tenía la culpa? Con cierta timidez se acercó a este algunos metros sin embargo este le dio la espalda y tomando una de las espadas de enteramiento se dio la vuelta arrojándola esperando que los reflejos del castaño fueran lo suficientemente buenos como para atraparla cosa que en efecto sucedió aun cuando Taehyung no se lo esperaba.

Empuñando la espada de madera se preparó para él ataque que no tardó en llegar por parte del heredero, quien ciertamente parecía tirar a matarlo y en el peor de los casos lo haría ya que hacía un rato que Hoseok había desaparecido de su rango de vista. Como pudo comenzó a defenderse de los ataques sin embargo se sentía bastante lento en comparación al rubio que no perdía un movimiento. Tomando fuertemente la espada giro el cuerpo como haciendo una danza y en rápidos movimientos le distrajo como para golpearlo directo y en un inútil bloqueo quedo acorralado contra la pared más cercana teniendo al príncipe muy cerca de su rostro.

Su respiración se sentía cercana así como una llama que parecía arder en los oscuros ojos que ahora le miraban fijamente, aunque su expresión no era la mejor denotaba cierta burla hacía el y así mismo algo que se le hacía muy difícil descifrar pero que podía sentir como le penetraba hasta los huesos. Los minutos parecieron detenerse en ese momento pues el príncipe no decía nada pero tampoco parecía querer apartarse, las espadas hacían presión sobre su pecho junto con la anatomía ajena que parecía presionarse contra él ¿Qué estaba buscando con eso?

—Qué rápido te olvidas de las cosas, de las personas… - Murmuro aquello último en tono muy suave casi como un susurro para sí mismo

 Pronto se apartó de él dejándolo totalmente alterado y confundido.

¿Qué es lo que había olvidado?

—Espero que la próxima vez que me enfrentes estés dispuesto a matarme.  

Arrojo la espada de madera a un lado y chasqueando los dedos llamo a Hoseok quien no se había ido y solo había permanecido tras la pared para que escoltara de regreso a Taehyung a la fortaleza militar.

¿Realmente ese había sido el entrenamiento? Definitivamente nunca entendería al heredero.

Por su parte Hoseok comenzaba a sospechar de Taehyung ¿Quién era ese campesino que llamaba la atención del príncipe? Este jamás había mostrado interés en alguien que no fuese el mismo y ahora se preocupaba por entrenar a un novato, algún motivo serio debía tener y su trabajo sería averiguarlo, sin embargo no había mucho de donde buscar pues el mismo Taehyung parecía confundido frente a la situación. Todo lo que tenía ahora era la frase salida de la boca del rubio, algo que le dejaba mucho en que pensar a decir verdad.

Cuando regresaron a la fortaleza Hoseok estaba por marcharse sin embargo la curiosidad que sentía era más grande haciéndole volver sobre sus pasos y llamar una vez más al castaño.

— ¿Quién eres tú?

Taehyung se dio la vuelta para mirar fijamente al guardia imperial

—Soy Taehyung, Kim Taehyung

Dicho esto se dio la vuelta sin esperar respuesta alguna por parte del contrario

[…]

Mientras tanto cierto moreno se acariciaba las cienes tratando de pensar en medio del ruido del salón. Los gritos de los viejos del consejo iban y venían sin dar solución a la situación.

—Señores… ¡Señores! – Dio un grito para llamar su atención callando a todos en la sala

—Lo mejor es que esperemos a que el príncipe sea coronado para hacer un golpe de estado, incluso podríamos ahorrarnos los  muchos muertos y las cosas serían más fáciles de manejar. El heredero no es más que un gato que aparenta ser tigre.

—No creo que el pueblo se tome bien un golpe de estado justo cuando se corone a un nuevo rey, técnicamente no hay motivos válidos y podría hacerse una gran revuelta.

—Tiene razón, sin embargo hacerlo ahora sería descuidado sin tener un buen plan de respaldo, si bien el gobierno es inestable sería peor un golpe de estado en medio de una guerra, le recuerdo que los japoneses en este momento han invadido la mitad del país y nuestros hombres cada vez son menos.

—Por lo que escuche el rey se ira a la batalla debido a esta falta de personal ¿no es ese el momento perfecto para un golpe de Estado? – Intervino otro de los hombres

—Si tan bien les parece un golpe de Estado cuando el rey esté ausente entonces espero mañana sobre mi escritorio un reporte completo de las medidas que se tomaran para llevar a cabo esta guerra. Y no se diga más.

Namjoon se puso de pie en señal de que no admitiría quejas y menos alguna opinión más por lo que sin rechistar uno a uno los viejos fueron saliendo del salón hasta dejarlo solo.

Una vez afuera no faltaron quienes escupían maldiciones quejándose de Namjoon, era odiado por muchos sin embargo era su sabiduría y posición la que le tenían como líder y futuro rey si su plan resultaba, sin embargo estaban aquellos que no dudarían en ganar un lugar para luego apuñalarlo por la espalda, él era bastante consciente de ello por lo que sus planes y meditaciones eran algo que prefería hacer solo, como buen líder se aseguraría de conseguir un reinado estable y justo capaz  de levantar nuevamente a su nación.