━━witch: Scarlett. →jasper Hale.

━chapter six;

[06]
CONTROL FUERA

       Ĺa cama nunca había sido tan cómoda como hoy        

       Ĺa cama nunca había sido tan cómoda como hoy.

Se removió otra vez, buscando el lado frío de las sábanas, bastantes suaves de hecho, y sonrió cuando su cara dio con el.

—Eres más inquieta que un perro al ver a su dueño después de dos meses.

Abrió los ojos de golpe al escuchar ésa voz masculina que, definitivamente, no era parte de su querida habitación. Dio un rápido vistazo a su alrededor, viendo un cuarto bastante iluminado, organizado y de colores neutros.

Ah, y a James piernas tiradas en la cama, que por cierto eran "el lado frío de la cama".

Se incorporó con brusquedad, pero retrocedió lento, examinando a James como si fuera una víbora peligrosa.

—Oh-oh —sonríe juguetón—, Jasper va a matarme.

—¿Dónde estoy?

—Verás, pequeña humana no tan humana —recoge sus piernas y se pone de pie—, te desmayaste en el viaje, así que te trajimos a nuestra casa.

—¿Qué pasó con Charlie? —preguntó descofiada, y notando que sus medias con los escudos de Capitán América eran visibles para todo el mundo que quisiera.

—Alice le llamó avisándole que estarías haciendo una pijamada. —Informó estirando los brazos— Hizo un par de preguntas —hace gestos con la mano izquierda y una expresión de desinterés— Pero todo acabó por la paz. —concluye sonriente.

—Entonces... —mira a su alrededor— ¿Ésta es la Casa Cullen?

—Y la habitación de Jasper, si queremos ser más específicos. —sonríe travieso.

Ana entrecierra los ojos.

—¿Qué insinuas, orangután?

—Oye —intenta agarrarse masa corporal inexistente—, no estoy gordo.

—Me refería al raciocinio —Aclara y James hace un 'ahh' sonriendo—. Pero tienes razón —suspira barriendo el piso con la mirada—, un orangután es más serio que tú.

—¿Eh?

La puerta de la habitación se abrió y por ella entró una Alice alegre, que a decir verdad era la Alice de siempre, con una bandeja en manos.

—Buenos días, Annie. —Canturrea cantarina, se detiene un segundo para darle un pico a James y luego llega hasta Anatasha, colocando la bandeja sobre la mesita al lado del sillón blanco.

—¿Buenos días? —giró sobre sí misma hasta que estuvo de pies afuera.

—Esme te preparó el desayuno —avisa con entusiasmo—, Todos hemos ayudado —agarra sus manos por detrás de su espalda—, excepto James que te hacía guardia.

Una sonrisa sarcástica salió tan rápido y sin control que su lengua viperina saltó al ataque también sin autorización.

—¿Para que no me escapara?

Pero, como hablamos de Alice, ella sólo sonrió dulcemente.

—Para que no te alteraras. —aclara con una dulce preocupación— Estabas muy histérica cuando te seguimos y creímos que de despertar en un lugar desconocido empeoraría, así que dejamos una cara familiar cerca.

—Ah —se limitó a decir, mientras giraba su brazalete de cuero, ligeramente avergonzada—. Gracias por el desayuno, es... —mueve la mano— Un lindo detalle. —vuelve a girar el brazalete.

—¿Puedes parar? Me pones nervioso. —Habló James, pero Alice le dio un codazo lo suficiente fuerte para que su boca se volviera una 'o' y se encorvara.

—Eres invitada. —Replicó, sonriendo— ¡Bien! Yo y James te dejaremos desayunar en paz.

●●●

Anatasha suspiró aliviada cuando el agua golpeó su rostro y cabellos, humedeciendo su anatomía satisfactoriamente.

—Uy, que rico... —jadeó moviendo la cabeza en círculos para que todo su cuerpo fuese mojado— ¿Cómo era que empezaba la canción...? —se agacha para alcanzar el jabón verdoso— ¡Ah, sí! I just want you close, where you can stay forever, you can be sure, That it will only get better. —empieza a enjabonar su cuerpo.

Así dura unos cinco minutos,
hasta que tocaron la puerta.

Por el toque repentino en la puerta el jabón se le resbaló de las manos, Anatasha abrió los ojos como platos aterrada y bajó de golpe, pero se golpeó con la llave en la frente, se echó para atrás maldiciendo, pisó el jabón sin querer y se madreó con la bañera soltando un grito leve.

—¿ANATASHA? —Gritó Jasper del otro lado, alarmado.

Anatasha no supo que le horrorizó más, que Jasper entrara o que todo el mundo había oído su caída.

—¡Estoy viva!  —aseguró aún tirada en la bañera, sintiendo el dolor expandirse por su espalda y su dignidad pisoteada sin piedad.

Abrió la boca con sorpresa cuando el dolor aumentó a escalas inolvidables.

Ella nunca olvidaría ese maldito dolor, es más, ella creía que ni pariendo le dolería tanto.

Entonces, como buena loca, soltó otro gritito.

—¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda? —Pregunta y Anatasha escucha la manija moverse.

‹Mierda›

—¿Que si estoy bien? —Ana abre los ojos y se incorpora— Pero de maravilla. —Escupió sarcástica, cogiendo la toalla— Es más, debería caerme en la bañera más seguido.

—Con un “No estoy bien” hubiese bastado. —dice de mala gana.

—No es mi culpa que seas medio estúpido. —atacó envolviendo su cuerpo— Ay —hace una mueca—, creo que me rompí una costilla.

La puerta se abrió de golpe y los ojos analíticos y dorados opaco de Jasper analizaron todo el baño hasta detenerse en Ana, quien tenía una ceja arqueada y los brazos cruzados.

—Se pide permiso antes de entrar. —comenta con seriedad.

‹Que me lleve el diablo› pensó
dolorida. ‹Pero e' ahora mismo, ay, ay, ay›




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.