Despena ...
Esa mañana desperté boca abajo al borde de la cama, mi cabeza colgaba al igual que un poco de mi torso, haciendo que la única manera de bajar de la cama fuese dejarse caer por completo, una posición tortuosa para dormir, pero no la más vergonzosa para despertar, lo bueno era que había podido dormir la noche completa y no desperté a saltos cada pocos minutos, quizás por el cansancio mental que fue salir de la mansión, el intentar entender el libro y el trato que tuve que hacer con el saco de ojos volador, pero al menos tuve la oportunidad de dormir bien, al menos una noche de buen descanso.
Mi compañera se heló apenas termine de pronunciar su nombre, para luego salir y volver a entrar un par de veces, quizás una sonrisa no puede matar, pero sí qué puede desconcertar a los fantasmas.
La fantasma me rodeó analizando mi estado, cosa que solo hizo que frunciera el ceño un poco más a cada paso que daba, ya cuando llegue al escritorio la mire con un palpable enojo.
Aunque haya arruinado un poco mi mañana no podía enojarme con ella del todo, después de todo ambas no sabemos socializar muy bien. Me recordaba un poco a como nos habíamos conocido, cómo se había presentado y todo eso; aunque me hubiera parado a recordar, como había hecho en algunas ocasiones, ese día no lo iba a desperdiciar en la melancolía y en el pasado, tenía un plan, uno que apenas estoy meditando, pero que creo que beneficiará a casi todos, solo debía tener algo de privacidad y que el jabón rosa con as de murciélago estuviera dispuesto, sino, adiós gatito, adiós libro y adiós confianza de Dorothea.
Al abrir los ojos ella me miraba con calma, algo resignada, quizás está haciendo esto por mi debido al favor que hice por ella ayer? no lo sé, pero eso me hizo sentir más culpable aún; no pudo protestar o pedir disculpas, pues ella se retiró atravesando la pared del cuarto que daba hacia afuera de la mansión, haciendo que la culpa se acumulará en mi pecho; cuando estuve segura que se había alejado abrí el libro, buscando la página donde estaba la información del catalizador, aunque antes rompí parte de una página, asegurándome de que fuese una en blanco.
Esperé unos segundos, temblorosa, esto debía salir bien a toda costa, de esto dependía un tiempo más prolongado para mí vida y la del gato, el cual vi cruzar la puerta a toda velocidad cuando los primeros ojos comenzaron a rodearme.
Eso me aterro, quizás se dirigía al libro, el cual había dejado abierto en la página con los detalles del artefacto, el lo miró y varios de sus ojos hicieron lo mismo, no sabía si él entendía la gramática humana, pero alguno de sus ojos parecían fruncidos, cosa que me causó curiosidad.
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Editado: 27.02.2023