Día 13 - Terror Cósmico
La alarma en mi traje me devuelve a la realidad de la situación. Miro hacia mi brazo, estoy quedándome sin oxígeno. No recuerdo lo que pasó, miro para todas direcciones, pero estoy sola. La oscuridad absoluta me rodea, solo puedo ver parte de la nave que logró llevarme hasta ese punto de mi viaje. ¿Dónde estoy?
Mi compañera desapareció, no logro ver su cuerpo flotar inerte. Chocamos, creo. El piloto automático se encargaba de seguir la ruta que recibimos hace tres años. La señal llegó de la nada, una nebulosa alejada de nosotras. Era un viaje largo, pero luego de autorizarlo comenzamos el recorrido.
Pasé el primer año conociendo a mi colega, ella lucía nerviosa y se la pasaba leyendo libros sobre criaturas fuera de este mundo. Casi no hablábamos, a menos que fuera necesario. La soledad me abofeteaba sin clemencia, pero estaba cumpliendo mi sueño.
El segundo año de viaje trajo consigo ciertas situaciones. Mi colega se estaba volviendo paranoica y no dejaba de decirme que debíamos regresar, que la señal solo nos llevaba a una trampa, que sería idiota creer que éramos las únicas vidas inteligentes en el infinito universo. Tuve que reportarla, me autorizaron para que la sedara, y duró así por un par de meses.
El tercer año se cumplió hoy. Estaba en el centro de mando cuando sentí el golpe. Se sintió como si otra nave estuviera frente a nosotras, pero no había nada, solo oscuridad. Mi colega comenzó a llorar y a decir incoherencias, se puso su traje y casco y me miró a los ojos antes de enseñarme su dedo medio.
—Te dije que era una trampa —chilló, abriendo la escotilla.
Yo corrí por mi traje, y en cuanto estuve protegida, todo terminó. La explosión fue horrorosa, no pude escuchar nada por unos minutos, mis gritos eran insignificantes, estaba sola, el metal y el calor me cubrían, y perdí la consciencia al instante.
Voy a morir. A este paso no gano nada siendo positiva. El oxígeno se termina y no hay manera en la vida que pueda salir de esta. Solo quisiera saber lo que sucedió, si esto es una trampa, ¿dónde está el causante?
Tosí, luchando por respirar, no podía mover los brazos, mi aliento creaba nubes de vapor, el frío llenaba mi cuerpo. Fije mi vista en la negrura que tenía frente a mí, dándome la bienvenida a la nada. Formaría parte de una infinidad de partículas que desaparecerían luego de cientos de años, y que vivirían por toda la eternidad, hasta que el reloj volviera a comenzar.
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Editado: 22.06.2023