El chico de la app de citas

Buenos días. - anunció Rebe con un tono cantarin, Dios cuando hacía eso yo quería simplemente botarla de mi habitación y es que tengo el sueño tan pesado que ni cuando abre la puerta escucho y cuando lo hago ya es tarde. 

Rebe ¿podrías dejarme en mi cama unos 15 min más?, - le dije con cierto fastidio. 

No, no puedo, se nos hace tarde y si te dejo esos 15 podrían convertirse en una hora, así que no.-replico rebe y posterior a eso salió de mi habitación. 

Dios a veces era muy difiicli convivir con este ser humano, pero bueno no debía quejarme, ella había sido mi apoyo durante todo este tiempo, y la había convertido en un pilar de mi vida. Mientras se escuchaba la acción que había en la cocina donde estoy segura Rebe se estaba peleando de nuevo con la cafetera, decidí cambiarme y peinarme, podría haberme bañado pero naaa, usualmente me baño en la noche y al día siguiente ya no, eso sin mencionar que procuro lavarme el cabello cada tercer día debido a lo mucho que se me maltrata, pero bueno a donde iba era que, no se que ponerme, jaja, ¿que se pone uno para ir a estas cosas?, mientras intentaba encontrar el outfit perfecto, descubrí que mis converse aún no estaban tan sucios, así que me los puse, eso y un pantalón de mezclilla junto con un blazer negro, bueno según el espejo y yo no se veía tan mal, me peine una coleta alta que en un par de horas estaría muy abajo, y decidí que ya había acabado. 

Al bajar me encontré con que mi adorable compañera había hecho el desayuno para ambas y eso sí que se lo agradecía, puesto que la cocina y yo teníamos un amor-odio especial. 

Te ves linda Eleonor.-dijo rebe en un tono que ya había escuchado. 

Pero.. - jaja cuando me decía eso siempre había un pero

Podrías verte mejor si cambiaras esos converse por unos lindo zapatos negros, ya sabes creo que ahora que ya tienes 29 casi 30, te vendría bien cambiar un poco. - comentario habitual de Rebe. 

La mire con mi mirada es escaner, ya saben esa donde cierras un poco los ojos pero quedan lo suficiente abiertos para mirar a la persona de una forma despectiva, sin embargo, eso con ella no funciona, siguió tomando su café como si nada y me rendí, así que seguí comiendo mis ricos huevos en forma silenciosa. 

Al terminar ambas el desayuno, nos levantamos a lavarnos los dientes y posterior a eso, salimos del apartamento para ir a dónde se realizaría la sesión fotográfica, en el trayecto ninguna de las dos habló, supongo que mi linda amiga rubia iba pensando en que si todo saldría bien ella podría trabajar con una de esas marca de lujo, pero yo, yo iba aterrada, tenía miedo y estaba al borde del colapso y ni hablar del estrés, mis manos iban sudando y en mi cabeza ya había imaginado un sin de escenarios diferentes para este día y en ninguno salía victoriosa.

Al llegar Rebe dio un suspiro profundo, apagó su coche, se volteo a verme con esa mirada que te dan las mamás como apoyo y entonces lo dijo. 

oye se que lo harás bien, siempre lo haces bien, yo confío en ti.- lo dijo con tanta seguridad, que en cualquier otro momento se la comparaba pero esta vez no estaba segura, y es que habían pasado dos años desde la última vez que me había sentido segura de mi misma, los mismos dos años que llevaba siendo el ser más negativo del planeta. Sin embargo, hoy iba a dar lo mejor de mí, por ella, por ese ser humano de luz que me ofreció su mano cuando no sabía que hacer. 

Nos bajamos del auto e íbamos caminando hacía el set donde se harían las tomas y ahí lo vi por primera vez al hombre más perfecto de este planeta, ya saben como es esto, alto, cuerpo bien trabajado, cabello rebelde de un color rubio cenizo y unos labios que uff, y ni hablar de esos ojos cafés oscuro con una mirada impenetrable, creí que no lo conocería, pero entonces el día me sonreía y nos dirigíamos hacia donde el. 

Buenos días Pablo, mira te presento a Eleonor la fotógrafa de la que te hablé, ella va a ser la persona que nos ayude hoy.-se apresuró a decir Rebe

Mucho gusto Eleonor, soy Pablo y me encargo de todo lo referente al vestuario aquí. - contesto con una amable sonrisa

Yo tarde un poco en coaccionar, pero es que venga el tipo era muy mono. 

Mucho gusto Pablo, espero que les pueda ser de ayuda. - conteste con una tímida sonrisa 

Posterior a esa escena donde estoy segura estaba roja, Rebe me llevó a los camerinos donde solo estaban esperando la llegada de algunas modelos para poder empezar a maquillar las. 

A que es muy guapo Pablo, ¿cierto?. - dijo Rebe, ¿guapo? Jaja guapo es poco, ese ser es de otro planeta, pero ya sabía yo que era muy bueno para ser verdad. 

Es una pena que sea gay. - y con eso concluyó Rebeca, claro, como dije antes muy bueno para ser verdad, y es que siempre pasa, los guapos terminan siendo o unos idiotas, o en el mejor de los casos gays, y si digo que en el mejor de los casos, porque mínimo ellos son podrían ser buena compañía. 

Al terminar todos de arreglar a las modelos, pasamos a dónde se realizarán las tomas y vaya que escogieron bien, es un hermoso campo con algunas fuentes, y varios autos de lujo ya viejos, ahí me proporcionan todo el equipo necesario para que las fotos sean perfectas. Y con todo el valor del mundo prepara la primera toma y pum, doy un flashaso, la verdad es que esta linda la foto, ¿podría ser mejor?, si, pero para ser la primera no esta mal, y así se nos van 7 horas del día.