¿y El Plan B?

CAPITULO 16

Salimos del juicio, mi madre se mantiene callada durante todo el viaje hasta casa. Perdimos, según porque nos faltaban pruebas, es obvio que el juez era comprado, teníamos las todas por ganar.

Aaron Williams es libre, aún por lo que hizo.

Sé que Lucía está teniendo una lucha interna. Aleister fue testigo, él dijo todo lo que pasó cuando llegó a mi casa, yo hablé y conté lo sucedido, las cámaras mostraban cada acto.

Es una verdadera injusticia.

Llegamos a casa y ella se encierra en su despacho y voy a mi recamara.

Veo los últimos capítulos de la última temporada y unas lágrimas se salen sin mi permiso.

Viste esa serie más de dos veces y siempre lloras.

Me dice mi conciencia, esque el final es tan.... Inesperado.

Veo videos, noto que son las 4:35 de la tarde y llamo Sara. Me contesta al tercer tono.

— ¡Hola! - chilla emocionada.

— Hola. - le contesto.

— ¿A qué no sabes?

— Dime.

— Hay una nueva película, la tenemos que ver.

— ¿Ahora?

— Sip, en diez minutos te recojo.

— Está bien...

— También van a ir los chicos.

Y cuelga al decir eso.

Veo mi ropa y creo que es un poco formal. Me cambio por una polera blanca y unos jeans desgastados.

Espero a que llegue en la sala, alguien habré la puerta y me sobresalto.

Es Marco.

— Linda casa.

— Gracias, ¿Dónde está Sara?

— En el auto, ya vámonos, la función comienza en 15 minutos.

Caminamos hasta la entrada y salimos, nos metemos al auto.

Aleister está manejando, y los demás están ahí. Me siento al frente.

— ¿Que película veremos? - pregunta Alex.

— Una de aliens. - Contesta Marco.

— Si... La quería ver desde hace un buen tiempo, y ví que hoy es la última función.

Aleister se mantiene callado durante todo el camino, sin embargo los otros tres no cierran el pico, bueno solo dos ya que Alex casi no habla.

— Llegamos. - dice él antes de bajarse.

Me toma de la mano y comenzamos a caminar, bueno más bien correr para alcanzar lugares.

Los chicos compran las palomitas mientras Sara y yo apartamos los cinco lugares.

Cuando los chicos llegan apenas la película había comenzado, Aleister se sienta a mi lado y recarga su cabeza en mi hombro.

La película avanza, cuando está a la mitad Marco habla.

— Me siento solito... Ustedes tienen a su pareja, y yo no.

— Consíguete una novia. - le dice Sara.

— Shhh... - dice alguien detrás de nosotros, pero no le tomamos importancia.

— Lastima que a la que quiero no le gusto.

— Eso es imposible, eres muy lindo. - le digo.

— ¿Tengo de que preocuparme? - pregunta Aleister.

— ¿Celoso Potter? - le dice Marco.

— Nadie es competencia para mí.

Todos sueltan una carcajada y eso hace que nos saquen de la función.

— Por su maldita culpa no pude terminar la película. - dice Sara.

— Hay que jugar. - dice Marco.

— ¿A qué? - le pregunto.

— A las escondidas.

— Eso es infantil. - dice Aleister.

— Infantil tu culo, es un juego muy divertido.

Él lo ve ofendido.

— Yo me quedo en el estacionamiento. - dice Alex.

— Estás mal, vas a jugar. - le dice Sara.

Él solo asiente derrotado.

— ¿Quién cuenta? - pregunta Marco.

— Tú. - decimos al unisono.

— Fue tu idea.

Él coloca su frente recargado en un muro con los ojos cerrados y empieza a contar.

Todos salimos corriendo, tomo la mano de Aleister y vamos hacia el segundo piso, subimos las escaleras eléctricas corriendo, cada nada voleteamos hacia atrás y eso ocasiona que varias veces choquemos con personas y lo único que le decimos es un "perdón" sin dejar de correr.

Nos escondemos en una inmensa tienda, no notamos de que es solo entramos, vemos que es una tienda de juguetes sexuales.

MIERDA.

Las muchachas que van a comparar nos observan interesados en nuestras acciones.

Y eso solo provoca que mi incomodidad crezca.

Hacemos como si viéramos los productos volteando hacia la entrada para verificar que no venga Marco.

Aleister toma un lubricante de chocolate.

— ¿Para que quieres eso? - le pregunto.

— Por emergencias, aparte el sabor chocolate está bueno.

Con que ya lo probó.

— Ok. - le digo seca.

— No te enojes, solo me gusta ponerlo en mi mano y probarlo.

Veo como atrás hay unas esposas con peluche rosa y las tomo.

— ¿Y eso? - pregunta.

— Ya sabes, para emergencias. - le digo guiñando el ojo.

Pago lo mío y él lo suyo.

Meto el artículo en mi bolsa y vemos como Marco pasa de largo de la tienda.

Vamos hacia la entrada y cuando vemos que está mejor salimos disparados hacia donde él contó.

Marco se de cuánta y comienza una carrera, pasamos de dos en dos las escaleras eléctricas, seguimos corriendo hasta tocar el miro.

— 1, 2, 3 por mí. - decimos Aleister y yo a la vez.

Marco se acerca corriendo hacia nosotros pero sin darse cuenta atraviesa un cartel.

El cartel se rompe a la mitad y el policía que estaba haciendo vigilancia nos ve con mirada de "los voy a matar".

— ¡Oigan! - grita. — ¡No corran!

Solo vasta una mirada entre nosotros para comenzar la persecución, el policía nos toca los talones, en el camino encontramos a Sara y Alex quienes solo nos siguen.

En una esquina que puedes tomar tres caminos diferentes decidimos cada quien tomar uno y vernos en el estacionamiento.

Sara toma el de la derecha conmigo, seguimos corriendo y vemos que el policía no nos sigue pero aún así llegamos al estacionamiento corriendo.

Pongo mis manos en mis rodillas tratando de normalizar mi respiración.

Vemos cómo los chicos vienen corriendo, Aleister me avienta las llaves desde unos metros de distancia, las cacho y pongo el auto en marcha solo para que se suban e irnos.

Cuando estamos en la autopista comenzamos a reír como retrasados.



#25835 en Novela romántica

En el texto hay: amor

Editado: 08.05.2021

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