¿ Y si Bulma hubiera pedido un novio?

Parte 5

— Esa humana me hizo acordar a las mujeres sayayins, lástima que no es una guerrera... ahora necesito una para tener descendientes, debo buscarla a la mujer indicada.

Dándole vueltas al asunto, recordó que, entre la resistencia, además de un tal Yamcha, Ten Shin Han, Chaos, Krillin, había una mujer, Launch, que era famosa por su valor y carácter fuerte. Tres meses después de haber metido por primera vez a Bulma a su cama, decidió que ya era hora de cobrar su venganza.

— Quiero que me traigan a esa mujer de la resistencia — dio la orden, cuando la científica estaba a su lado, ella llegó feliz para darle una gran noticia — quiero tener un descendiente fuerte, y ella es la que he elegido.

La muchacha de pelo azul casi cae desmayada.

— Entonces... yo... yo... — no podía hilar ni una frase coherente.

— Solo fuiste un desahogo ¿Acaso crees que me fijaría en una inútil como tú? Ahora si tienes un motivo para odiarme — la miró a los ojos victorioso — no vuelvas a dirigirme la palabra si yo no lo hago, y llámame amo Vegeta ja ja ja.

Ella se fue llorando, justo iba a contarle que estaba embarazada de él, llegó al laboratorio y cayó en los brazos de su padre, desesperada.

— ¿Se lo dijiste? ¿Te golpeó? — estaba preocupada, tenía miedo que el sayayin quisiera matar a su hija.

— No, no alcance, quiere que le traigan a Launch, quiere tener un hijo con ella. Desde ahora no quiere nada conmigo — cuando se tranquilizó se dio cuenta que debía cuidar a su bebé de su padre sayayin — debo hacer algo con mi estado, sino él puede matarnos.

— ¿Y qué lo harás?

— Debo crear algo para ocultar su ki, sino... cuando venga yo me ocultaré o me pondré donde no me vea ¿Me ayudarás?

— Cómo siempre hija — tenía miedo de hacer la siguiente pregunta — ¿No has pensado... en... en...? Sería más fácil para ti.

— Es mi hijo también — se acarició el vientre, que dentro de unos meses se agrandaría — aunque él se rió de mí, el pequeño no tiene la culpa.

El cientifico sonrió aliviado.

— Te quiero hija, te protegeré a ti y a ese bebé con mi vida si es necesario.

Las pocas veces que el Dictador pasó por el laboratorio, Bulma se ponía lo más lejos que podía de él, que no le dirigía ni una mirada.

Por suerte para Bulma, el parto fue en la noche, al otro día la cientifica dejó al pequeño con su madre, llenó varias mamaderas con su leche y se fue a trabajar.

Mientras la búsqueda de la guerrera Lanch se intensificó, pero ella siempre se escapaba, coincidentemente cuando desaparecía la rubia, siempre encontraban a una morena, que como no era quien les interesaba la dejaban ir.

Cuando el pequeño Trunks, el hijo de Bulma cumplió tres meses, la científica no alcanzó a dejar la leche necesaria para el día, el bebé con hambre empezó a llorar ya que no quería leche artificial, así fue como Vegeta sintió su ki.

— ¡Qué energía tan extraña! ¿Quién puede ser? — se internó en las habitaciones de las familias de sus servidores, hasta que escuchó un llanto irrítadisimo.

"¿Un bebé? No puede ser que tenga un ki tan grande un descendiente de humanos".

El aparato que hizo Bulma sirvió mientras estaba embarazada, pero ahora que el niño ya había nacido solo funcionaba bajando su energía, no podía ocultarlo totalmente cuando el pequeño se desesperaba. El príncipe entró a un cuarto, donde vio a Milk con un bebé en brazos, tratando de darle una mamadera, cuando ella y la madre de la científica vieron al dictador se pusieron de pie, quietas, pálidas.

— Así que Kakaroto no perdió el tiempo luego que quedó sin su hijo — por suerte el bebé tenía un gorro tapándole el cabello, solo le vio la nuca, y la cola que se movía — que no grite tanto, me molesta.

— Lo haremos Señor — se apresuró a contestar Milk.

Cuando se retiró ambas mujeres se miraron aliviadas.

— Por suerte no vio el pelo del niño, sino podría haber sospechado.

— Ni lo digas — la abuela miró asustada por donde se había ido el sayayin — puede que nos escuche.

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En ese momento, uno de los soldados de Freezer le entregó un informe al Emperador del Mal.

— Señor, se encontró un sistema solar perfecto, tiene muchos planetas habitados, algunos terraformados, apenas acaben con sus dueños podrá venderlos.

— ¿Cuál es el planeta principal?

— Es el tercero.

— Excelente, manden a los sayayins al lugar, enseguida.

— Como ordene señor.

Cuando Raditz y Nappa llegaron a la Tierra, con los scouter sintieron un par de ki muy grandes, al llegar al Palacio no podían creer lo que veían.

— Vegeta ¡¡No puede ser!! Hace años desapareciste del cuartel, Freezer te mandó buscar como loco, nos torturó por semanas pensando que sabíamos dónde estabas oculto, o que habías muerto y ocultamos tu cadáver.

— Pues no fue así, aquí me tienen.

— Frezzer nos envió a... — empezó a contar Nappa.

— Lo imagine cuando me dijeron que venían dos cápsulas, ahora tengo mucho poder, con la ayuda de estos humanos tengo una gran tecnología de mi lado, además desarrolle muchas habilidades, ya no requiero de un scouter para sentir un ki, además estoy apuntó de conseguir convertirme en un super sayayin.

— ¡¡Un que...!! Eso no puede ser — exclamó aterrorizado el calvo.

— Eso es imposible — apoyo el del pelo largo.

— Nada es imposible para mí, más con la aguda de un "amigo" que quiero que conozcan.

A su espalda apareció Goku, el hombre de pelo como flama hizo una señal, y el recién aparecido hizo que su cabello se volviera dorado, por un micro segundo, haciendo que explotaran los rastreadores.

— Eres igual que mi padre, debes ser mi hermano Kakaroto.

— Así que se reunirá la familia por fin, que tiernos — uso su tono irónico el príncipe — quien me ayude a convertirme en un super sayayin, le daré lo que me pida ja ja ja



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En el texto hay: desesperacion, rabia

Editado: 12.07.2022

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