CAPÍTULO VIII.
Helena siente mucha paz, debido que al plan macabro de Amber pudo darse cuenta que era seguida por ella, hasta el punto de darle miedo, por lo cual el director del instituto la expulso por unos días como castigo, y eso que ella le agredió pero Amber no pudo tener defensa debido a su malos comportamiento anteriores, además de que el director le tacho acosadora con Helena, ahora disfrutaba unos días sin Amber, aún no puede creer que intento separarla de Dante, al parecer lo llamo con la mente pues viene a recibirla con un abrazo, era viernes el último día de clases.
- Hola. ¿Como te encuentras? Le cuestiona su novio.
- Demasiado bien para creer que es verdad. Dice ella sonriente.
- Lo dices por Amber, ella está obsesionada conmigo desde pequeños. Le explica él.
- ¿Qué hiciste para embrujarla? Bromeando.
- Pues un compañero de esa época era malo, le tiraba el pelo y esas cosas. Hasta que un día le rompió su muñeca favorita, entonces yo se la arregle.
- Es por eso que está enamorada de ti. Concluye ella.
- Solo lo hice para que dejara de llorar y yo quería que se callara, hubieras visto como chillaba.
- ¡Dante que malo! Le reprende ella, pero divertida.
- Es la verdad, desde entonces me ha perseguido. Concluye un poco fastidiado.
Ingresaron a la primera clase que era la de ciencias, que era relativo no era una de sus clases favoritas, pero no es que sacara malas notas, por suerte para ella el día de hoy solo un experimento simple de soluciones químicas, fue afortunada de que su compañero de experimento fuera Dante, él no era el muchacho estudioso, pero gracias a ella ha subido notas consideradamente. Llego por fin la hora de irse a casa, Helena estaba caminado junto a Dante antes de que este se fuera trabajar, trabajaba de ayudante en un cine muy popular, ahorraba dinero para la universidad y otras cosas.
- Helena. ¿Quieres almorzar mañana en mi casa? Le pregunta él.
- Si, de hecho, he esperado conocer a tu madre. Dice ilusionada.
- Llego el momento, no te preocupes mamá es muy buena, y también conocerás a mi hermanito.
- ¿Hermanito? Le mira intrigante.
- Si, es pequeño tiene 6 años, es todo un caos, pero es adorable. Le dice sonriente.
- Estoy un poco asustada. Dice ella aprensiva.
- Descuida no te agobies, Helena te amo mucho.
- Yo también te amo. Sonrojada.
Llegó a casa sumamente feliz, estaba con los nervios a flor de piel, se dispuso a comer y el resto de la tarde a buscar el conjunto adecuado para conocer a la madre de Dante, tiene una sonrisa en el rostro ese chico le ha dicho que la amaba, obviamente ella también pero que la persona que amas te lo diga, es miles de emociones que siente, sobre todo felicidad ya nada es como antes, y que Dante la lleve a su casa a conocer su familia es porque va en serio con ella.
Esa noche le costó dormir debido a la emoción, de ducho y se viste con el conjunto que había elegido, un bonito vestido floreado con una chaqueta de jeans, botines y algún collar, estaba preciosa pero, ¿si no le agradaba a la madre de Dante?, demasiada negatividad, "me duele el estómago", pero toda idea de no querer salir se esfumo con el sonido del timbre de su departamento, Dante ya llego por ella, en sus mano trae un hermoso ramo de flores, a pesar de verse como un hombre rudo por dentro es todo lo contrario, es amable y cariñoso, por el camino a casa de su novio Helena miraba las calles por donde iban, ya no siente tanto miedo, la casa de su novio es muy colorida, y por la puerta sale una mujer rubia de ojos azules a recibirlos, le miraba seriamente y ella pensaba que debe correr de ahí.