Sintió nuevamente un escalofrío recorriendo su espalda, pero no podía detenerse. Sabía que tenía que seguir avanzando hacia el último piso.
De repente, las luces parpadeantes revelaron nuevamente a las tres figuras a lo lejos, moviéndose hacia ella con una lentitud inquietante.
Las máscaras hechas de piel humana, crudas y grotescas, que cubrían sus rostros por completo, lucían exactamente a como las había imaginado en la historia de la Familia Masaru.
—Venimos por vos, Yana— susurró la figura más cercana con una voz ronca y entrecortada.
—No podés escapar— susurró la figura femenina.
El sonido siniestro de sus pasos resonando en la penumbra sobresaltó a Yana; sin embargo, volvió sobre sus pasos para hallar otro camino que la condujera hacia el último piso.
Corrió hacia las escaleras mientras que un cartel indicaba que la llevaría hacia él.
Con cada paso que daba, podía escuchar los pasos pesados y erráticos de las figuras acercándose.
La escalera parecía interminable, y el silencio del hospital era ensordecedor.
Finalmente, Yana llegó al último piso, una zona del hospital que había estado cerrada durante años debido a daños estructurales. El lugar estaba en ruinas, con escombros esparcidos por el suelo, sin embargo, había una habitación al final de él que la llevaría hacia la respuesta que estaba deseando encontrar.
Las figuras con máscaras de piel humana llegaron al último piso y comenzaron a buscarla frenéticamente. Podía escuchar sus voces distorsionadas, resonando en el piso.
—¡No la dejemos escapar!
Yana visualizó la puerta de la habitación y mientras lucha por controlar su respiración, toma carrera para correr hacia la habitación.
A pesar de que sus sospechas eran ciertas, su corazón no podía dejar de latir con rapidez.
La habitación estaba iluminada con luces tenues y decorada de manera macabra, como algo sacado de una película de terror. En el centro de la habitación, se encontró a su hermano, Ailan, quien estaba sentado en una silla, sonriendo de oreja a oreja y a su lado, la señora Luiza.
—¡Te voy a matar!— amenazó Yana.
Ailan rápidamente se levantó de la silla y se escudó tras ella.
—En mi defensa, no puedo entender como no te diste cuenta de que no había visitantes ni pacientes cuando, claramente, Luiza te comentó que seguía funcionando con normalidad, cosa que es verdad, por lo que fue tu culpa por ser tan ilusa. No sabía que ibas a caer en la broma— replica con una risa divertida.
Yana caminó hacia él y en un intento por llegar hacia él, los hermanos se encontraban dando vueltas alrededor de la silla.
—¡Casi me da un ataque al corazón!
—Solo quería darte una probadita de la experiencia que estamos creando para la película de la familia Masaru, y quería que sientas un poco de como va a ser.
Yana suelta una sonrisa irónica.
—¿Estamos?, ¿ahora se supone que sos productor?
Ailan alza los hombros desinteresadamente.
—Sabes que soy un hombre multifunción.
Yana cierra momentáneamente los ojos en un intento por controlar su temperamento y lleva la mirada hacia la señora Luiza.
—¿Se supone que es una actriz?
Ailan observa a la señora Luiza con diversión mientras que está sonreía con complicidad.
—La señora Luiza es realmente una vecina del lugar, es por eso que le pedí su ayuda.
—Es por una buena causa— comenta Luiza en un intento de disculpa— Al menos eso es lo que dijo el joven.
Yana asiente con molestia, mientras que un sonido a sus espaldas irrumpe el momento.
—Pero ellos sí son actores.
Yana se gira hacia el sonido y ve a sus perseguidores ingresando por la puerta.
—Tenemos actores, efectos especiales, y vamos a hacer algo realmente terrorífico. Quiero que sea un éxito.
Yana finalmente comenzó a relajarse, comprendiendo la intención de Ailan. A pesar de la broma de mal gusto, estaba emocionada de ver cómo su libro se convertiría en una película de terror. Ailan la abrazó con cariño.
—Prometo que me voy a asegurar de que sea un éxito en el futuro y no más productoras, Tangu va a ser la última productora con la que vamos a trabajar— y una sonrisa se forma en el rostro de Ailan.
Yana lo observa con mescolanza.
—¿Y eso que quiere decir?
Ailan toma una tarjeta de entre sus bolsillos y la extiende hacia Yana.
"Ailan Labrot, vicedirector, Labrot Studios"
Ailan observa a Yana con gran emoción mientras se encuentra a la espera de su reacción.
—Estuve planeando algo más que solo una broma. Quiero que sepas que estuvimos trabajando en esto durante mucho tiempo, y finalmente, ¡tenemos nuestra propia productora de cine! Pero eso no es todo.
Ailan vuelve a rodear a su hermana en un abrazo.
—Quiero que seas la directora de la productora— y sus palabras se volvieron enternecedoras— Sos la persona que más admiro y a quien le debo tanto, esto es solo el comienzo.
Yana, sorprendida y emocionada, apenas podía creer lo que estaba escuchando. Sus ojos brillaban de emoción mientras procesaba la noticia.
—No soy buena con las palabras y lo sabes, pero también sabes cuanto significa para mí— Yana corresponde el abrazo, mientras que la emoción acompaña el momento— Gracias, Ailan.
Ailan sonríe mientras asiente y ambos hermanos se separan.
Yana lleva la mirada hacia los actores mientras sonríe con emoción.
—Solo voy a decir— esboza observando a cada uno de los presentes— ¡Que esto va a ser un verdadero éxito!
Ailan se sorprende antes sus palabras y es que solo podía significar una sola cosa.
—¡¿Lo sentiste?!
Yana asiente mientras sonríe ante la reacción de Ailan.
Yana camina hacia los actores y observa las máscaras con una expresión de asombro.
—Son increíbles y se ven exactamente a como las que cree en dibujo y las cuales estaban resguardadas bajo contraseña en mi computadora, al igual que la estructura de la historia— comenta Yana, mientras que Ailan camina con pasos ralentizados hacia Luiza.