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Hana
Entré a la casa sin hacer el menor ruido posible, pero como siempre era imposible.
— ¿cómo estuvo la película cariño? – casi me daba un ataque cuando escuché su voz. La mujer está sentada en la cocina comiendo un sándwich. – ¿ni un hola para tu madre? – chisteo poniéndose de pie y acercándose a mí.
— Lo siento ma, es que tengo sueño... - esta me sonrió de todas formas. – no sé si lo has notado, pero es muy tarde.
— ¿Me estás regañando? – se burló de mi sermón.
— Es solo que trabajas tanto que no quiero que te quedes hasta tarde y menos por mí. – la castaña no pudo evitar romper en una risa escandalosa.
— Discúlpame por preocuparme por mi ÚNICA hija y hacer mi papel de madre. -dijo para luego envolverme en sus brazos. – por cierto, hoy te veías esplendida cariño.
— No digas mentiras mamá – dije mientras que me quitaba el abrigo.
— Min Hana no llames mentirosa a tu madre. – la miré, esta se veía bastante seria en sus palabras.
— Lo siento – sonreí. – tomé el otro pedazo del sándwich que había dejado y me lo empecé a comer.
— ¿Y Jungkook? – se había demorado en preguntar, como lo había mencionado antes mamá adoraba a Jungkook como si fuera su propio hijo.
— Pues... - la miré. – en la mierda...
— ¡Hana! – chilló. – no quiero esas clases de bromas y mucho menos aquí. – me regañó. - ¿sucedió algo? – negué con la cabeza.
— Todo está como siempre – me acerqué y le di un abrazo. – me iré a dormir, es muy tarde.
Caminé por el pasillo totalmente obscuro hasta mi habitación, me terminé de desvestir y me puse una camiseta vieja y unos pantaloncillos cortos. ¿Te sientes mal niña tonta? Me recosté en mi cama, no podía dormir, estaba tan molesta que no podía ni pegar un ojo, maldito Jungkook y maldito Taehyung. Estaba tan decepcionada de él, había elegido el lado de Kim por encima del mío sabiendo que yo estaba en lo correcto. Lo odiaba tanto y esa chica Young-mí, eso explicaba por qué se había puesto perfume, el no era así. Realmente le gustaba.
— Hana – eran casi susurros, estaba a punto de quedarme dormida cuando el sonido de una piedra contra mi ventana me puso a hervir la sangre. No creo en fantasmas y nunca lo haré a menos que este usara Timberlands y pantalones ajustados. – ¡Hana! – volvió a llamar. Solté un suspiro, tal vez me arrepentiría luego.
— Creí que te había mandado lejos... al parecer no fue lo suficientemente directa contigo. – el castaño estaba parado al otro lado de la ventana.
— Lo creas o no, estaba bastante solo y así no era divertido. – lo miré seria.
— ¿Y tus amigos?
— Tae se ofreció en llevar a Young a su casa, así yo podía venir a hablar contigo. ¿Me dejas entrar? – se quejó abrazándose a sí mismo. Lo pensé por unos segundos. Me hice a un lado para que pudiera entrar. Cerré la ventana de inmediato.
— No podemos hacer mucho ruido, mamá está durmiendo en la habitación de al lado. – le hice saber, este sonrió al escuchar eso. – No seas desagradable...
— Tu eres la desagradable – se burló de mi – ni si quiera sabes en que pensaba.
— Para tu desgracia te conozco de toda la vida – este rio por lo bajo. ¿Por qué estaba tan tranquilo? – en fin, supongo que no viniste a contarme chistes no es así?
— Tal vez – rió como un conejo. – lo siento, enserio Hani.
— No lo hagas, todos los chicos son unos idiotas cuando están enamorados – solté. No lo había pensado, era visible, tangible y verdad. Me volví a meter a mi cama. Jungkook no dijo ni una sola palabra. – No lo niegues, tu nunca usas perfumes, sufres de alergias y cualquier aroma muy "fuerte" te pone muy mal.
— Eso fue bastante especifico. – el castaño se sentó en la cama, estaba de espaldas a mí. – nos conocemos desde hace tanto tiempo... no quiero que eso cambie entre nosotros Hani, eres lo más especial que tengo y no quiero que te alejes.
— Entonces por qué me dejas a merced de esa cosa – dije refiriéndome a Taehyung. – No me importa si tienes novia, pero estoy segura que a ella si le importará que me tengas a mí.
— Eso no va a pasar, ella entenderá que tú eres mi amiga, mi mejor amiga – dije enfatizando lo último - y sin ti no quiero nada.
— ¿Te has dado cuenta lo estúpido que sonó eso? No estás siendo realista, ninguna chica en su sano juicio dejaría que su novio pusiera a su "mejor amiga" primero que, a ella, aparte que seguro se hará una película en su cabeza cada vez que me quedo en tu casa o le dices que estás conmigo, o mejor dicho, eso no volverá a pasar. Voy a arruinarlo todo.
— No me importa – Jungkook siempre había sido el optimista de los dos, siempre con altas expectativas, pensando lo mejor de los demás y siendo amigo con todos. Había vivido en un ambiente tan perfecto toda su vida que simplemente no entendía que las personas éramos malas, egoístas y simplemente no confiábamos en los demás como él lo hacía. – entonces no tendré novia hasta que encuentre la indicada. – me reí, me partía el corazón lo noble y estúpido que podía ser.
— Kookie – comencé – eres tan noble, pero cuando ella llegue no va a importar si es amable o grosera, o su color de pelo o si le gusta el cine tanto como a nosotros, mucho menos si yo le agrado. Eso será lo último que te pasará por la cabeza cuando la beses.
— ¿Lo harías?
— ¿Hacer qué?
— ¿Terminar nuestra amistad por un chico? ¿Si tu estuvieras enamorada de alguien, dejarías nuestra amistad solo porque tu novio se pudiera poner celoso de nosotros? – golpe bajo, me había quedado sin aire y ni siquiera me había golpeado. Sentí como mis ojos se humedecían, de un momento a otro un horrible dolor de cabeza me había invadido.
— Yo no haría eso – mi voz salió entrecortada. Porque para mí tu eres ese chico, pensé. Por lo menos para mí.