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Hana
¿Cómo sabes cuando te gusta una persona? ¡No, enserio! Me había sentado a pensar en eso desde hacía un tiempo y sinceramente no entendía por qué los seres humanos llegamos a ser tan miserables por otros de nuestra misma especie.
Era viernes y Jungkook se había quedado conmigo en la biblioteca. Ambos estábamos haciendo tareas como los buenos chicos que éramos. Si era honesta, ninguno de los dos quería estar aquí, pero nuestros fines de semanas se habían convertido propiedad de el club de teatro y debíamos ir a la escuela temprano a empezar a practicar la obra. Hacer tareas por las tardes o los domingos no era una opción para mi, así que mejor ahora que nunca o mejor dicho, la hago o simplemente no.
— ¿Qué pusiste en la cuatro? – pregunté tomando sus apuntes antes que pudiera decir algo.
— ¡Eh! – chilló al ver que tenía sus respuestas. – deja de copiarte de mí.
— Cierra la boca – me quejé. – te enseñé mis respuestas – este empezó a reír al recordarlo. – exacto, además – no podía creer lo que veían mis ojos. – estoy muy segura que la profesora no se refería a esto cuando hablaba de la metamorfosis. – este se rio al ver lo absurdo de sus respuestas. Le regresé su hoja.
— Hani – habló mientras que escribía.
— ¿Sí? – respondí sin dejar de hacer lo que hacía.
— ¿Te has enamorado? – preguntó. Paré en seco. Jungkook seguía escribiendo y no se veía alterado ni nada.
— ¿A qué te refieres? – decidí tomármelo con calma.
— ¿Cómo qué a que me refiero? – se burla – ya sabes, ¿te gusta alguien o te ha gustado alguien? – pensé un poco mi respuesta.
— Bueno – empecé. Comencé a mordisquear mi labio inferior un poco incómoda. – miré al castaño, solo veía su perfil, su frente, ojos, nariz y labios. La pequeña cicatriz que tenía en el rostro casi imperceptible, sus lunares, frente, mejilla, nariz, mentón y cuello. Lo conocía de tanto tiempo, pero a la vez sentía que estábamos creciendo y eventualmente nos convertiríamos en personas que solíamos conocer.
— ¿realmente crees que una cosa como el "amor" exista? – pregunté – Porque si te pones a pensar siempre nos quejamos de que el amor nos hiere o herimos a otros por el mismo. Mi punto es ¿Cómo es que todos quieren sentir algo que dolerá tanto cuando se acabe? – este se quedó en silencio.
— Supongo que ese es el punto, es como las drogas – alcé la ceja. – todos saben que estas son una mierda y que tienen efectos secundarios, podrías hasta morir, pero aún así las personas las consumen.
— Pues yo estoy en contra del masoquismo – aseguré. – es estúpido y más cuando tú eres el único que puede "arreglarte a ti mismo".
— ¿Entonces no te interesa nadie? – lo miré con una sonrisa.
— ¿Habrá algo que me quieras decir Jeon Jungkook? – el castaño tiro su cabeza hacia atrás, estiró su cuerpo y se volvió a incorporar a su asiento. Dejó salir una (bunny smile) sonrisa muy de él. – rayos Jungkook, dime rápido me pones nerviosa. – mi corazón había empezado a latir a mil por hora, no entendía, pero una pequeñita parte de mi seguía creyendo que esa sonrisa podría ser por mí. Estábamos completamente solos, es decir no completamente, pero la bibliotecaria era la única en el lugar y estaba bastante lejos de nosotros. – ¿puedes decirme de una buena vez que sucede?
— Hani – chilló – ayer Taehyung y yo estábamos hablando y comentó algo que sinceramente no pude entender del todo, pero me di cuenta que soy un poco idiota. – me reí. Por alguna razón mis manos habían empezado a temblar y no podía ni escribir, sentía como mis ojos se humedecían. Tenía miedo – siempre he tenido solos ojos para ti, en el sentido que siempre pasamos tiempo juntos y nos gusta hacer las mismas cosas, pero... - me miró. Aun sonreía.
— Pero...
— Pero por un largo tiempo me sentí que tus eras la gran mayoría de las cosas que me gustan y si encontraba a alguien que me hacia sentir eso tal vez era tiempo.
— ¿A qué te refieres? – esa oración salió como un hilo de voz.
— Creo que saldré con Young – no lo planeé, mi cuerpo solo reaccionó a sus palabras. Mis ojos se habían vueltos como un día lluvioso. El lo notó.
— Hani ¿Por qué lloras? – Dijo Jungkook con una sonrisa. este trató de tomar mi mano, pero yo la retiré. – no dejaremos de ser amigos, ya lo hablamos.
— Debo llegar temprano a casa – dije tomando todos mis cuadernos y plumones que están en la mesa. – lo siento.
— Hana... - dijo antes que me fuera, seguí caminando hasta que llegue a la puerta de la entrada, no pude más y empecé a llorar.
Los pacillos de la escuela estaban vacíos, todos estaban en casa o en cafeterías con sus amigos. ¿No es injusto que aun cuando no estés en el juego, te siga tocando perder? Estaba harta de esto. Me detuve unos segundos para limpiar mis lagrimas con el dorso de la mano. Me valía un pepinillo si Kim le había dicho algo o si él ya lo sabía, lo cual era lo más probable ya que había dejado bien claro que yo no le interesaba.
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Jungkook
Un Taehyung cansado, con el rostro rojo y sudado había entrado al lugar, este solo sonrió a lo lejos e hizo un ademan como si no pudiera seguir caminando. Este llegó a la mesa en la que me encontraba y se desplomó sobre la pobre silla.
— ¿Baloncesto? – pregunté. Este asintió. - creí que ya te habías ido.
— Estuve a punto cuando vi a Min salir casi corriendo de aquí y me dije, si esta ella, está el. – esperaba que Hana estuviera bien.