Yildizim está bien no estar bien

Capitulo 14~ Miedos

Dana

  • Ay no—grite al ver el suelo y luego correr a los brazos de Peter—no puede ser, por favor Walker no me sueltes, por lo que más quieras no lo hagas.
  • Pero, ¿Qué te pasa? ¿acaso tomaste?
  • Claro que no solo que—un ruido se escuchó y sabía lo que era por lo que me aferre más al chico que me tenía cargada. —ay no, podrías avanzar, por favor, antes de que la cucaracha vuele, por favor anda— le dije en suplicas y casi llorando, cosa que hizo que él se riera.
  • ¿Es enserio Wembley? Todo esto es por una cucaracha— siguió caminando mientras que hablaba y reía.
  • Si y que —dije en un tono molesta, para luego cambiarlo a uno un poco más pacífico— tengo tres cosas que me dan miedo, me dan pavor, una de ellas son las cucarachas.
  • Vaya, vaya así que la chica fría sin sentimientos también le teme a algo.
  • Todos tenemos miedo a algo.
  • Ah lo sé yo le tengo miedo a morir, dime ¿Cuáles son las otras dos cosas a las que les tienes miedo?
  • Las jeringas y la oscuridad, el miedo disminuye si hay un poco de luz y estoy acompañada—el sigue caminando sin bajarme y finalmente llegamos a mi casa—puedes bajarme ya —le digo y el solo sonríe negando.
  • No lo hare, te bajare hasta que entremos, así que abre la puerta que ya me estoy cansando.
  • Pues bájame entonces.
  • Que no lo hare. —como sé que lo cumplirá saco mi llave y abro la puerta y él se mete cerrando la puerta con unos de sus pies y yo aprovecho para prender la luz de la sala.
  • Vaya jamás creí hacer esto, entrar a una casa con Dana Wembley en mis brazos, aunque claro era de esperar todas corren a ellos. —dijo sarcásticamente mientras me observaba a los ojos.
  • Eres un imbécil, yakışıklı çocuk. —dije con mi mal habito de juntar dos idiomas en una frase, él se rio por aquello, sin separar su mirada de la mía, ahora sabía que le había mentido aquel día. El poco a poco acerco su rostro e inconscientemente al decir aquella frase yo había sonreído y ahora estaba acercándome a él también dejando solo unos pequeños centímetros de espacio entre su boca y la mía por un momento creí que me besaría y tal vez lo hubiera hecho de no ser que Cato bajo de las escaleras y fue a nosotros interrumpiendo el momento.

Aquella distracción la use para finalmente bajarme de los brazos del chico, quien estaba un poco sonrojado y puedo asegurar que estaba igual pues sentía mis mejillas arder, deslice mi mano por mi cabello tomando un mecho por detrás de mi oreja mientras que bajaba mi cabeza hacia al suelo.

  • Me prestas tu baño— dijo el de pronto y yo solo asentí.
  • Ya sabes dónde está.
  • Claro.

Se dirigió al pasillo y se perdió de mi vista dejándome escapar aquel suspiro que estaba reteniendo, ¿Qué es lo que me pasa? Yo sonrojarme por él, no es posible y mucho menos que estuviera a punto de besarlo.

Joder estuve a punto de besar a Peter Walker!!!!!!

Grite en mi mente que seguía sin creerlo.

Besarlo es el sueño de muchas chicas.

No el tuyo.

Tú no eres todas las chicas, tu eres Dana Wembley, eres única y Peter Walker no es tu tipo.

Estaba diciéndome a mí misma, convenciéndome de que aquello no era normal y que no podía pasar, cuando el chico apareció una vez, ocasionando que mis latidos aumentaran y mis nervios aparecieran una vez más.

  • ¿Quieres helado? —dije inconscientemente y rezaba porque me dijera que no porque en realidad quería que se fuera lo más antes posible, no sabía que podría pasar si él se quedaba.
  • Claro, siempre y cuando sea de vainilla. —genial.
  • Por supuesto, yo solo compro del mejor sabor.
  • No esperaba menos de ti. —me responde sonriente.
  • Bien, espérame unos minutos y ahora vuelvo. —me dirijo a la cocina para ir por el helado y servirlo en unas tazas, mientras escucho como se pone a jugar con Cato. Cuando regreso a puesto la serie que estábamos viendo.
  • Creí que sería buena idea ponerla mientras comemos la nieve, a solo que quieras que la quite, podemos conversar. —dice mientras que dejo las tazas en la mesita.
  • No, así está bien. —mucho mejor, —apagare solo el foco, con la luz de la televisión es suficiente— dije mientras que me dirigía a la entrada.

Al darme la vuelta Cato estaba ya en la otra orilla del sofá, dejando un lugar vacío en medio de él y Peter, cosa que no me parecía buena idea así que opte por irme al sofá de al lado y justo cuando iba a tomar mi taza para irme al sofá, Walker me tomo de la mano.

  • Ven, siéntate aquí—dijo llevándome al lugar vacío junto a el —que Cato y yo no mordemos. —dijo sarcásticamente, mientras tomaba las tazas, entregándome una.

 

Ambos comenzamos a comer y a ver la televisión, luego terminamos el helado y dejamos las tazas otra vez en la mesita y seguimos viendo la serie, hasta que mis parpados comenzaron a pesar y cada vez era más difícil mantener mis ojos abiertos, sin embargo, no me quería dormir, no podía y seguí resistiendo o eso creí yo.

De un momento a otro aquel fue mi último recuerdo y lo último que vi fue la televisión, cuando desperté fue porque la luz del sol entro un poco por las ventanas haciendo que despertara. Moví primero un poco mi brazo y sentí algo un poco duro y creí que era mi cama, así que seguí moviéndola hasta que reaccioné, no estaba en mi cuarto y no estaba en mi cama. Abrí los ojos y me encontré con un Peter dormido en mi sofá y yo estaba acurrucada con él, mis manos estaban en su pecho y las de él estaban en mi cintura, traté de mirar al otro lado del sofá y estaba Cato dormido también en nuestros pies.

Esto es solo un sueño.

Eso no es cierto.

Claro que no es un sueño, es una pesadilla si eso es lo que es.

Esto solo paso por culpa del sueño claro que sí.




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