Yildizim está bien no estar bien

Capítulo 28~Una segunda despedida dolorosa

“Si es la persona indicada y destinada a ser parte de tu vida por siempre, no es necesario demasiado tiempo para sentir un profundo y sincero sentimiento, para saber que la amas”

Dana

Al llegar a la entrada de la casa de Peter toco el timbre y unos minutos después la puerta se abre mostrando a Eloise, la Madre de Peter, quien sonríe al verme.

  • Dana querida, me alegro de que hayas venido, pasen por favor. — nos dice a mí y a mi Hermano.
  • Gracias— le respondo mientras nos adentramos en la casa— seguro ya conoces a Robert, es mi hermano menor.
  • Claro que lo conozco es uno de los mejores amigos de Lucas, ¿Cómo estás? —dice dirigiéndose al pequeño.
  • Bien—responde el algo tímido.
  • Qué bueno me alegro, por cierto, Lucas está en el jardín y Peter lo más probable es que también este allá, los acompañaría, pero estoy muy ocupada en la cocina.
  • Si necesita ayuda, le puedo ayudar.
  • ¿en serio? Me vendría muy bien, aunque porque no mejor primero vas a saludar a Peter sirve que acompañas a tu hermano.
  • Bien, entonces ahora vuelo. —digo dirigiéndome al jardín acompañada de mi hermano menor que lleve una bolsa de regalo en su mano. Al llegar afuera a las únicas personas conocidas que veo es a Lucas y a su padre, este último se encuentra más alejado platicando con algunos de los padres que están en la fiesta.
  • Dana—grita el cumpleañero emocionado, corriendo hacia nuestra dirección. —al fin llegan, creí que no vendrían.
  • Mi hermana se ha tardado demasiado arreglándose. —habla Robert y lo que había dicho por una parte era cierto, me había tardado, sin embargo, había sido porque seguía con la duda de venir.
  • Feliz cumpleaños, Lucas—le digo al pequeño que esta frente a mí a quien me acerco para darle un abrazo y entregarle su regalo.
  • Gracias, cuñada. —responde haciéndome sonreír por lo último, a veces al hablar con él me hace sentir que estoy hablando con un adulto, cuando en realidad es un niño.
  • Este es de mi parte. —habla Robert entregándole el regalo.
  • Gracias a ambos, iré a dejarlos a la mesa de regalos, por cierto —dice dirigiéndose a mi hermano—todos nuestros amigos han venido, están en aquel juego. —dice señalando hacia la derecha.
  • Bien allá te espero. —dice Robert y luego voltea a verme—iré a jugar, ¿está bien?
  • Claro que si, a eso has venido, si necesitas algo, estaré por aquí.
  • Vale. —dice antes de irse corriendo y Lucas está a punto de irse también por lo que decido preguntar por su hermano.
  • Oye Lucas, ¿sabes dónde está Peter?
  • No, tal vez este en la cancha.
  • Bien, gracias.

Camino hacia el lugar en busca de mi novio y me detengo un momento para saludar al padre de Peter. Continúo caminando volteando si veo por algún lado a la persona que busca y no hay ningún resultado. Al llegar al lugar veo una de las puertas abiertas, por lo que decido acercarme, debe de estar ahí.

Me detengo un momento al escuchar dos voces adentro del lugar, al parecer están discutiendo y una de las personas, es Peter, la otra voz se me hace familiar, aunque no sé quién es, lo único que sé es que es una mujer.

  • No debiste venir.
  • Y ¿Por qué no?
  • Porque Dana puede venir y nos puede ver juntos, la que quedaría mal serias tu ante toda mi familia.
  • No ante toda, recuerda que hiciste un trato.
  • Uno que me vi forzado a aceptar por el bienestar de mi familia, además está a punto de terminar.
  • Sí, pero podemos seguir con esto, he disfrutado pasar tiempo contigo.
  • Pero yo no, porque no siento nada por ti.
  • Tal vez y necesitas más tiempo, tal vez si pasamos más tiempo olvides a esa y puedas llegar a quererme como yo te quiero a ti.
  • Esa tiene su nombre—responde Peter un poco alterado, cosa rara en el—y no puedo olvidarla, porque es la persona que amo.

Silencio total.

Me había quedado en shock.

Peter me ama.

Ha dicho que me ama, pero aquello es un sentimiento muy grande.

Estaba confundida con todo lo que había escuchado.

Especialmente con las últimas palabras.

Decido entrar, sin embargo, me quedo una vez más parada esta vez teniendo visión de la escena, Peter se encuentra de espaladas y quien está frente a él es Alicia quien inmediatamente me ve, rápidamente se acerca aún más a Peter y termina besándolo, debería entrar y afrontar aquella situación, aun así, no me siento capaz de hacerlo por lo que decido regresar a la fiesta.

Mi mente no deja de repetir y procesar aquella escena, haciéndome demasiadas preguntas que tal vez si me hubiera quedado estaría resolviendo, sin embargo, soy una cobarde que prefiere quedarse con las dudas y hacer suposiciones antes que afrontar la situación.

Al volver a la fiesta me encuentro con la señora Margaret quien se acerca felizmente hacia mí.

  • Señora Margaret.
  • Te he dicho que me digas solo Margaret, querida. —era cierto, aunque me costaba hacerlo.
  • Margaret—le respondo con una sonrisa—¿Cómo está?
  • Muy bien, Dana, me alegro de verte después de tanto tiempo, por cierto, hace una semana llegamos de un crucero y te hemos traído un pequeño detallito, la próxima vez que venga te lo traeré.
  • Gracias por tenerme presente.  —realmente estoy muy agradecida con esta familia porque desde el momento en que los conocí han sido muy amables y me han demostrado mucho más cariño de lo que mis padres lo han hecho.
  • Y como no hacerlo si ya eres parte de esta familia.
  • ¿y qué tal se la ha pasado en sus vacaciones? —digo tratando de cambiar un poco el tema.
  • Dana. —escuchar aquella voz, pronunciando mi nombre hace que la sonrisa se me borre del rostro y me quede sin aliento.
  • Peter hijo, no vas a saludarme—habla la abuela de Peter y este pasa junto a mi acercándose a ella para saludarla y luego colocarse a un lado mío de una manera que nos podemos ver por lo que no despega su mirada de mí y por mi parte trato de evitar voltear a verlo. —¿Quién es ella? —pregunta Margaret refiriéndose a la chica que está en medio de ella y de Peter.
  • Yo soy su—comienza hablar Alicia con una sonrisa, sin embargo, se ve interrumpida por Peter.
  • Es solo una amiga. —aquellas palabras borran la sonrisa de Alicia, ¿Qué quería que dijera Peter?
  • ¿Qué hace aquí entonces? —habla nuevamente Margaret, haciendo la pregunta que tengo en mi mente—es una fiesta infantil y los adultos que estamos aquí somos familiares.
  • Bueno pero no soy la única—responde Alicia volteando a verme—ella también está aquí.
  • Sí, pero ella si es de la familia, es la novia de Peter.
  • Y aunque ya no lo fuera —hablo y por primera vez volteo a ver unos segundos al chico que está a mi lado—igual habría venido porque yo recibí la invitación especialmente del cumpleañero, cosa que no creo que tu hayas recibido—le digo con una sonrisa falsa—ahora si me disculpan iré ayudar a mi suegra. —suelto sin pensarlo y aquello ocasiona que Peter y su abuela se rían ante el comentario, mientras los tres vemos el rostro enojado de la chica.




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