I'm leaving today
'Cause I gotta do what's best for me
You'll be okay
I've got to move on and be who I am
I just don't belong here, I hope you understand
We might find our place in this world someday
But at least for now, I gotta go my way
No siempre las decisiones que tomas son las correctas, pero, si no te equivocas, ¿cómo podrás aprender las lecciones de la vida? Es por eso, que si esta decisión es buena o mala, igual la llevaré a cabo... debo aprender un poco, y después de todo solo hay dos opciones: Me equivoco o acierto.
No tengo ni idea de cómo tomarán los demás la noticia, pero debo dejar de enfocarme en ellos. Tengo que hacer esto por mí.
A la primera que le cuento es a Allisson. No está muy contenta, pero no parece intentar nada para persuadirme, y eso ya es un pequeño gran logro.
—¿Estás segura de esto? —pregunta por enésima vez, sentada al pie de mi cama, donde se encuentra la maleta que estoy empacando. Doblo otra pieza de ropa y respiro profundo.
—Segura —estoy poco convencida y es evidente. Quizás sea una decisión anticipada, pero es una medida drástica para empezar a poner orden en mi vida.
—¿Qué opina mamá de esto?
—Aún no se lo he dicho, en realidad... eres la única que lo sabe.
Suspira.
—¿Qué crees que dirá?
—No me importa. Soy adulta, puedo tomar mis propias decisiones.
—Pero... no es muy maduro de tu parte. Adelantar así tu viaje, dejar todo atrás, solamente porque no quieres enfrentar tus miedos. Estás huyendo Lorena, ¡por el amor de Dios!
Puede que sea cierto. Estoy huyendo. Pero todos lo hemos hecho alguna vez, y a veces la mejor forma de encontrarse es perdiéndose. El cambio de aire me servirá, conocer otras personas, ampliar mi visión del mundo; salir de estas cuatro paredes que representan mi vida llena de miedos, todo eso me ayudará a crecer.
—Se le llama vivir al límite, Alli, deberías probarlo.
Ella rueda los ojos, estoy segura de que está pensando en que le molesta mi actitud de niña inmadura, pero no mentí cuando dije que no me importaba lo que creyesen. Tengo que decidir sobre mi propia vida, porque de eso se trata ser independiente.
—Le romperás el corazón a Lucian —dice en voz baja.
Paro en seco, y me giro a verla. Es una posibilidad que ya había considerado, y...
—Estará bien —por supuesto que lo estará. Estoy invirtiendo los papeles, yo sobreviví, él también lo hará.
Mientras tanto, guardo en el fondo de mi maleta la cajita con la sortija que me regaló Lucian.
***
Cuando estás determinado a hacer algo, el ánimo que corre por todo tu cuerpo es excitante, todo parece estar de tu parte y tu optimismo está al cien por ciento sobre las nubes. Tu cabeza empieza a maquinar ideas, y el mundo se vuelve un abanico de posibilidades. Pero, cuando el momento de la verdad llega, muchas veces te acobardas.
Eso es justamente lo que me pasa.
No puedo hacerlo, no. No puedo ver la cara de Lucian mientras le digo que me voy, no puedo ver la decepción en el rostro de mamá por tener una hija débil. No puedo escuchar los chillidos de Andrea al teléfono, diciendo toda clase de cosas para que no me vaya, para que no abandone este barco que prácticamente está hundido.
Estoy haciendo lo que es mejor para mí. Pero ellos no lo verán así.
Así que solo me enfrento a una de esas situaciones. No puedo irme sin despedirme de mi mamá. No está contenta, pero, por primera vez en la vida no intenta contradecirme, eso me deja respirar aliviada.
—¿Estás segura?
Esa bendita pregunta lo complica todo.
—Sí —ahora sí—. Tengo miedo, pero estuve pensándolo mucho, y debo intentarlo
Ella suspira.