En algún lugar, estoy segura que el tiempo se detuvo.
Mis ojos veían tanto que hasta comenzaron a percibir olores, se veía azul desde lejos y de cerca tenía mucho más color que eso, no era un simple azul, era más bien un color como el mar, salado y refrescante. Podía sentir su brisa y escuchar el ensordecedor sonido de las olas aún estando con los ojos entrecerrados ¿O quizás estaban entreabiertos?, quien sabe. Por un segundo pude ver la arena dorada sobre mis pies, se sentía tan calida y húmeda, mientras, mi ser se sentía aturdido por las ligeras gotas que caían constantes sobre todo mi cuerpo, por un segundo escuché a las gaviotas hablar sobre el clima y a las olas preguntar por las rocas, yo era algo mucho más que un humano, era parte de todo, me sentía el aire cubierto de agua salada, yo era la brisa.
Por un segundo fui todo eso, pero solamente por un segundo, después de ser todo eso, mamá golpeo la puerta y me cortó el agua de la regadera.