9. Pijamada

Solo toca esperar a que llegue la tormenta y ojalá tarde en llegar. Puede que sea aguafiestas, pero si algo llega a salir mal, ya estoy mentalizada de eso y si no, me alegraré el doble. Liam es todo lo que necesito ahora.

Terminaron las horas de taller y Liam estuvo conmigo sin importarle el castigo. Estuvimos riéndonos de cualquier tontería. No puedo creer que me contagie su risa. Faltaban dos horas para terminar la jornada escolar y Liam me llevó hasta mi salón cargando como si fuera un bebé. En la entrada le di un casto beso como agradecimiento y el me sentó en mi lugar.

—Voy a venir cada 20 minutos a ver cómo estás ¿Vale?

—Liam, solo es una herida insignificante, tranquilo, voy a estar bien, ve a clase.

—¿Segura que estarás bien? Me puedo quedar aquí si quieres.

—Tranquilo tigre, ya estoy aquí para cuidar a la pequeña princesa — dice Jack sentándose a mi lado.

—Vendré cada cinco minutos — bromea y reímos. Tocan la campana y todos empiezan a entrar. Las miradas se dirigen a Liam. Los chicos ignorándolo y las chicas comiéndoselo. Joder.

—Sal de aquí antes de que me levante a partir caras — sonrío tiernamente.

—Ahora entiendo a Jack. Joder, Em, si das miedo — ríe —Ya me voy. Ten cuidado, no muevas mucho la pierna. Si necesitas algo me llamas ¿Okey? Vendré en unos minutos.

—Está bien, gracias, idiota.

—De nada, mimada — se voltea y camina a la salida. Todas se le quedan viendo a el culo. Pervertidas. Bueno, yo estoy igual. Ese pantalón le queda muy bien.

—Idiota— lo llamo y todos me miran — Te quiero — muevo los labios sin emitir ningún sonido.

—Yo igual — hace lo mismo y me guiña un ojo.

—idiiti ti qiiri — me arremeda Jack.

—¿Qué? — sonrío— Es la verdad, lo quiero.

—¡Que bonisss! — grita Dani.

Suspirando, me dispongo a poner atención a la clase.

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20 minutos después...

Toc Toc

—Pase — dice la maestra.

—Buenas tardes — sonrío — Vengo a ver a Emma ¿Puedo pasar?

—Cinco minutos Harris.

—Gracias— se acerca con todas las miradas atentas en él. Me sonrojo —¿Cómo estás? ¿Te duele? ¿Necesitas algo? ¿Ir al baño? ¿Agua? ¿Chocolate?

—Liam... — río — Estoy bien ¿Si? Solo es un mini rasguño.

—Joder, puedo ver tu hueso desde aquí— dice Jack y Liam se pone pálido.

—Te voy a cambiar la gasa y desinfectaré de nuevo la herida — dice Liam y Jack ríe.

—Puedo hacerlo sola— le sonrío —No. Te. Preocupes— digo lentamente.

~Parece su esclavo.

~ ¿No puede hacer las cosas sola?

~Que envidia.

~La próxima víctima de Liam.

~El solo la va a lastimar.

~Liam no la merece.

~Ella es toda una mimada.

~No puedo creer que tenga a Liam a sus pies.

~ ¿Quién se cree que es? ¿La reina?

~Liam solo va a jugar con ella, se los apuesto.

Escucho como todos murmuran diferentes cosas. Algunas me hacen sentir mal, pero es mejor ignorarlas.

—A ver, estira la pierna— agarra mi pantalón y lo rompe más de lo que ya estaba por culpa del cristal.

—¡Liam! —me quejo.

—Te va a arder — se arrodilla y agarra mi pierna con fuerza.

—Liam, yo puedo hacerlo sola — sonrío— Sé que te sientes culpable pero no importa.

—Pero yo te tiré, quiero cuidarte.

—Pero yo me subí, no debí de haberlo hecho — Liam me mira con el ceño fruncido —No es lo que quise decir...

—Si... Amm... Vengo después — se para y sale rápido del Salón. Mierda.

—¿Qué fue eso? No dijiste nada mal ¿O sí? — dice Jack.

—Pensó que me arrepentí de lo que pasó — susurro.

—¿Ah?

— No se tropezó... Nos estábamos besando y él me tenía cargada, escuchamos a Mateo, nos asustamos, Liam me soltó y caí en el cristal.

—Oh.

—Se tomó mal lo que dije... No me arrepiento. Creo que se enojó.

—Creo lo mismo, hace rato le costó salir y ahora hasta corrió.

—Joder...

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—¿Y Liam? — le pregunto a Mateo cuando entra a mi salón.

—Se fue, dijo que tenía cosas que hacer.

—Oh... — sonrío triste.

Sí se enojó.

—¿Vamos?

—¿Me piensas cargar?

—Papá me mataría si te dejo caminar así.

—Okey, vamos.

Salimos de la escuela y me sienta en la camioneta. Se suben Thom, Jack y Dani. Pasamos por Ty a la Uni y al subir mira mi pierna y se pone pálido.

—¿Qué te paso?

—Me caí.

—Liam la tiró — dice Mateo.

—Lo voy a matar — gruñe Tyler.

—Ty, estoy bien.

Durante todo el camino Tyler nos contó distintas formas en las que iba a matar a Liam. Por suerte nadie ha notado la mordida de mi labio o si no, Liam ya estaría tres metros bajo tierra. Llegamos a la casa, Tyler me baja cargando y me deja en la Sala.

—Oh, Liam — dice Tyler con fingida amabilidad —¿Cómo estás?

—¿Bien? — dice con el ceño fruncido.

—Bien muerto — responde Tyler y se acerca peligrosamente.

—Fue un accidente— dice Liam alejándose — Ahora, si me disculpas, ella tiene que descansar, la subiré a su cuarto.

¿Eh? ¿No está enojado?

Liam me carga con mucho cuidado y me sube hasta mi cuarto. Cuando estamos en la puerta me agarra de la cabeza y la pone en su hombro. ¿Ahora qué le pasa? Me intento voltear, pero no me deja.

—Quédate así — ordena y asiento.

Entramos a mi cuarto y me hace cerrar los ojos. Me acuesta en la cama y se acuesta a mi lado.

—Ábrelos.

Los abro y veo una pequeña tabla con una pizza, chocolates, helado, galletas, papas, dulces y muchas cosas más. También hay bebidas y dos cervezas. La tele esta prendida en Netflix. Y hay varias mascarillas.

—Esto... Yo... Wow.

—¿Te gusta?

—¿Eh? ¡Me encanta! Gracias — lo abrazo y siento un ligero dolor en la pierna, pero me aguanto.