Yo... ¿lo amo?

22. ¡Nuevo bebé!

Oh, amiga, lamento quitarte esa sonrisa del rostro, pero Liam no te llevará a dar una vuelta en mi bebé. Oh, no, no pasará.

—¡Si! Adoré ese carro, mi padre intento conseguirlo, pero me entere tarde y no alcanzó. Aún seguimos buscando — dice Thalía.

—Si... Está muy bonito — dice Liam.

—¿Lo trajiste?

—No... No lo uso mucho.

—Solo para darle vueltas a las chicas que les gusta todo eso. Tenemos algo en común, nos gustan los carros.

—Si...

—¡Ya quiero verlo!

—Sí, después de la escuela paso por tu a tu casa.

—Claro — me mira sonriendo victoriosa. Y le sonrío igual. Ja, idiota.

—Hoy saldré con Dani — les aviso.

—¿A dónde? — pregunta Teo.

—Tengo cosas que revisar sobre la sorpresa de Tyler. Pero queda un poco lejos y... No puedo ir con el chofer.

—¿Por? — pregunta Thom.

—Es sobornable y les dirá a donde fui. No soy tonta chicos. Iremos en el carro de Dani.

—Pero Dani no... Jodida perra — dice Jack y sonrío.

—Emma... — suplica Liam.

Perdóname nene, pero esa perra no se subirá a mi carro.

—Liam... — repito de igual forma.

—Oh, ya entendí — dice Teo — Eres una maldita princesa inteligente.

—Soy una Miller.

—No, no eres UNA Miller, tu eres LA Miller — dice Jack

—Gracias, molestos súbditos — digo riendo y haciendo una pequeña reverencia.

—Jodete— dice Thom.

—Perra— dice Teo.

—Celosos — los callo y suena mi celular. Sonrío al ver quien es — Cam.

¡Carrera el sábado! ¿Ya estás de vuelta? ¡Si, lo estas! Logan me lo acaba de decir — sonrío y Liam me quita el celular.

—¡No me jodas mis planes de nuevo! — gruñe.

—¿Qué te pasa? — se lo quito — Perdón, Cam.

—Dile que no — pide Liam.

—¿Hora?

—Emma... Por favor.

—La de siempre, seis en punto.

La cara suplicante de Liam es más que suficiente para hacerme hacer algo que jamás creí; Rechazar una carrera.

—No puedo, Cam, lo siento. Por cierto, ¿Revisaste lo que te pedí?

BMW i8, lo conseguí negro mate con detalles dorados.

—¡Siii! ¡Joder! ¿Alcanza con lo que tenemos?

—Hasta sobra.

—¿Cuándo puedo verlo?

Cuando quieras, de hecho, lo tengo aquí mismo.

—¡No jodas! — grito feliz — ¿Vienes por mi hoy?

—¿Lo llevo?

—Ni se te ocurra. Yo lo voy a estrenar. Llevaremos a Dani, tengo que salir con ella después y quiero que vea mi nueva adquisición ¿Lugar?

—En mi casa, el autódromo o casa de Dani.

— Mmm... El segundo lugar no confío mucho y en casa de Dani ya sería sospecho guardar dos. En tu casa. Ya estoy intentando resolver eso con mi padre.

Okey. Me tengo que ir, te veo más tarde

—¡Te amo! — cuelgo.

—Estas muy rebelde Emma — dice Teo — Donde se entere estarás muerta.

—Donde se entere el saldrá peor. Dudo que mi mamá quiera reabrir la fábrica de bebés. Por algo la cerraron cuando nací.

—¿Marca? — dice Thom y señalo con los ojos a Thalía.

—Recuerden la cena de ayer.

—¿Puedo ir? ¡Necesito verlo! — dice Teo.

—¿Color? — sigue Thom.

—Sorpresa. Les va a encantar, Cam pasará por nosotros.

—¿Por todos? ¿Estoy invitado? — pregunta Liam y lo miro mal.

—No, claro que no, te voy a dejar aquí, solo, sin cómo moverte a la casa — digo sarcástica — Es obvio que tú también, idiota — río.

—Mimada — murmura riendo.

—¿Entonces a qué hora nos vemos para que me des esa vuelta? — pregunta Thalía.

—Voy a llamar a Cam para avisarle que después nos pase a dejar a la casa y de ahí me pase a dejar a casa de Dani para salir en su auto — digo viendo a Liam.

—Ya entendí, ya entendí — susurra Liam y le sonrío. — Tal vez luego, quiero acompañar a Em hoy.

—Oh... Bueno, está bien — me mira y rueda los ojos — Nos vemos luego Liamsini — se va meneando las caderas como si ella fuera la gran cosa.

—Nis vimis liigi liimsini — la arremedo rodando los ojos. Jack me empieza a oler por todos lados y frunzo el ceño —¿Qué? ¡Pareces perro!

—Es que... — me vuelve a oler sonoramente — Hueles a celos.

—Cállate, imbécil — le doy un puñetazo y río.

—¡Alumnos! ¡A correr! ¡10 vueltas a el campo! ¡Ya! ¡Ya! ¡Ya! — grita el entrenador sonando el silbato.

Empezamos a correr y a las dos vueltas dejo atrás a mis hermanos y a los chicos. Voy en la sexta vuelta y siento que alguien me agarra de la cintura— deteniéndome— pegando mi espalda a su pecho y mi culo a su entrepierna. Mi primer instinto es aventar un codazo, pero mi brazo es detenido fuertemente.

—Calma, fiera, soy yo — dice Liam.

—Idiota, me espantaste, nunca me agarres así, pude haberte lastimado.

—Me alegra saber que no dejas que te agarren así — susurra en mi oído — Contigo corriendo en shorts ya hay muchas erecciones. Y yo soy una de ellas — río — Pero, Logan igual así que, princesa — se separa de mí y se quita la camisa — Póntela. Porque eso — señala mi culo — Es mío y nadie más lo puede ver.

—Ponte la camisa, porque eso — señalo su abdomen — Es mío y tampoco nadie lo puede ver. Ahora mismo ya se pararon un grupo de chicas a admirar las vistas así que o te pones la camisa a las buenas o te la pongo a las malas.

—¿Cómo sería a las malas?

—¿Lo quieres ver?

—Me arriesgare.

—Bueno, si tú te quitas la camisa para taparme, yo me quito la mía para taparte — hago el ademán de quitarme mi camisa y Liam agarra mis manos impidiéndomelo.

—Tengo otra de repuesto en mi casillero. Voy por ella, pero tu ponte esta.

—Hecho.

—Siempre te sales con la tuya, señorita Miller.

—Y siempre será así, señor Harris.

—Ya quiero poder gritarles a todos que eres mi novia.

—Hazlo, estamos en el siglo XXI, ya no se usan las formalidades, con que tú y yo sepamos que nos amaños, basta.



#24291 en Novela romántica
#4904 en Joven Adulto

En el texto hay: cliche, amor-odio, millonaria

Editado: 28.01.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.