11: Al Diablo.

Max.

<< Este está siendo un pésimo día.

Como últimamente son todos los días.

Últimamente no dejaba de cometer errores a cada momento, empezando porque por mi culpa Core está en un lugar no muy agradable, yo debería de estar también ahí si me pongo a pensarlo.

No es mi persona favorita pero a fin de cuentas es mi sangre, es mi hermana.

—Oye, si no te has dado cuenta, está lloviendo—un chico se acercó a mí.

— ¿Y?

—Te estás mojando.

—Pronto llegaré a casa, no importa—faltaban unas diez cuadras para llegar, pero eso él no lo sabía.

—Mmm, mi autobús ya viene—señaló al transporte que se acercaba—, toma mi paraguas. Me lo podrás dar mañana en la escuela.

Me sonrió y me dio su sombrilla.

— ¿Vamos en la misma clase?

—No, pero si en el mismo grado.

No dijo nada más y subió al camión. >>

§

—Es un chico—sentí como mis pulmones se llenaban de aire pero no lo soltaban.

— ¿Cuál es el problema en eso?—dijo Alex, yo solté el aire y me quedé callado.

Mi amigo a veces podía ser un idiota, pero es lo mejor que pudo haber dicho, dije lo de idiota en el buen sentido.

—No me lo esperaba pero aun así no le veo problema—esta vez fue Luke.

—En realidad igual estoy sorprendido pero me alegra que nos hayas confiado todo esto—Alex siguió.

Creo que le hacía bien juntarse con Core, desde que ella influye en su vida es un poco más empático.

— ¿No por esto dejare de ser su amigo?—seguía muy asustado—. ¿O me trataran diferente?

Estos dos estúpidos me habían incluido en su grupo desde que llegué a la ciudad, me daba miedo perderlos a pesar de lo que haya hecho en el pasado. He escuchado muchas historias donde las personas te dejan de lado solo por tener gustos diferentes a lo esperado.

— ¡Claro que no, idiota!—Alex me dio un zape, obviamente las cosas no iban a cambiar y eso era un gran alivio.

—Gracias, chicos.

— ¿Y quién es el afortunado?—dijo Luke.

—Sam.

—Eso tampoco lo esperaba—comentó Luke.

—Con razón luego desparecían de la nada…

Ahora que lo pienso Alex no es tan despistado como pensaba.

—Espera... ¿tus padres saben? —Luke preguntó.

En este tema, Luke es el que sabe un poco más de la relación que llevo con mis padres.

—No—agaché la cabeza—. Todavía no me atrevo.

—Son tus padres, deberías de poder tener la confianza para decir estas cosas. Y si no lo aceptan ellos se lo pierden.

Luke siempre sabe dar palabras de ánimo, y al ver que esto salió bien, quien sabe, tal vez pueda decirles a mis padres.

Pasé el resto de la tarde con ellos y después fui a mi casa, iba a entrar cuando recibí una llamada de Sam.

—Ya le dije todo a mis papás y a mi hermana—ya no sonaba tan enojado y estaba un poco aliviado por eso.

— ¿Y qué tal?

—Mi mamá se puso a llorar, pero después de un rato se calmó y los dos dijeron que me apoyaban, que no cambiaba nada en mí...—eso era una gran noticia—... y que quieren conocerte.

—Wow, bueno yo encantado. Asustado pero encantado.

—Genial.

—Yo le dije a Luke y Alex.

— ¿En serio? ¿Qué pasó?

—Me apoyan y aceptan, eso es lo importante.

—Bien, al menos ya vamos un paso más.

Seguimos hablando por algunos minutos y se despidió de mí.

Tal vez era hora de enfrentar a mis padres.

(…)

Al entrar a mi casa distinguí a mi mamá y papá en la sala, viendo la televisión. Yo tome asiento en el sillón de al lado.

— ¿Puedo hablar con ustedes?—mi papá me hizo seña de que esperara, al parecer su juego era más importante. Cuando llego a comerciales me dijo que hablara—. Hay algo que quiero contarles acerca de mí.

—Espero que no sean problemas—dijo mi padre.

—Espero lo mismo— estoy muy nervioso, las palabras no quieren salir—. Bueno yo...

— ¿Podrías apurarte? Ya va a empezar el partido—esta vez fue mi madre.

Tome un respiro profundo y lo siguiente que salió fue por puro impulso, no lo pensé demasiado, decidí que era mejor no tener tacto.